miércoles, 2 de junio de 2021

A los 51 Años del Sismo del 70: EL AHÍNCO Y LA ENTEREZA DEL PERÚ RESUMIDAS EN ANCASH. Por Luis Albitres Mendo

 

A LOS 51 AÑOS del Sismo del 70

Bellísimo paisaje de la Cordillera de HUAYHUASH en la provincia de Bolognesi (ANCASH)

 

EL AHINCO Y LA ENTEREZA DEL PERÙ RESUMIDAS EN ANCASH


 

Por LUIS ALBITRES MENDO

 

ENCOMIABLE INICIATIVA

 

Dignos de elogio y émulo, el año pasado, tanto OLIMPIO COTILLO CABALLERO en Huarás, como FILOMENO ZUBIETA NÚÑEZ en Lima, convocaron a nivel nacional, a paisanos, amigos y simpatizantes, para escribir remembranzas que resultaron ser grandes experiencias muy originales, de cómo fueron las vivencias personales respecto al terremoto del 70.

Encomiable la iniciativa prendió el fuego del recuerdo inusitado y asombroso pero intenso. Se impusieron la inspiración, la fe y la esperanza. Y por supuesto, pudimos leer y enterarnos de largas historias y narraciones fecundas acerca de estos aciagos acontecimientos, de portentosa relevancia, pues, en los textos incluyen diversas referencias, aclaraciones, reclamos y ampliación.

 

IMPERECEDERA REGIÓN DE ANCASH

 

Es cierto que el peruano en general, ya sea del norte, oriente, centro o sur, desde nuestros ancestros, genéticamente traemos en la sangre, en nuestras venas, arrestos de apasionada entrega a la tierra que nos vio nacer. Y eso creo que sucede en todo el planeta. Es algo muy humano.

En Ancash resalta de un modo muy particular: Cómo a raíz del dolor de un pueblo frente a los desastres naturales, tornan estos mismos destrozos y calamidades, en fuente de unión, de mutua ayuda y solidaridad.

Por ello, en todo momento, pero con énfasis a partir del 31 de mayo de 1970, se vio el ahínco y la entereza del Perú, resumido, sintetizado y concretado en la imperecedera región de Ancash.

Virtudes y cualidades, peruanas al fin, vislumbradas con muchísima razón y mérito, en los ancashinos de siempre, puesto que, las vienen confirmando a través de los tiempos.

 

RESURGIMIENTO MATERIAL Y FORTALECIMIENTO ESPIRITUAL

 

El sentido cifrado de las desgracias, de índole natural, que ha sufrido el departamento de Ancash, en varias ocasiones, a causa de aluviones o terremotos, lo constituye el resurgimiento material y el fortalecimiento espiritual, en la amplitud de su significado.

Ante los embates de la naturaleza, en cuestión de segundos y minutos, se extinguieron la seguridad y la felicidad cotidianas de las familias, el pueblo ancashino se mostró viril y contundente, como una población con mucho coraje para salir adelante. Esto se evidenció en las calles en ruinas de pueblos y ciudades como Huarás y otras, golpeadas terriblemente por el sismo del 70, enfrentadas de un momento a otro, de improviso, a devastación, muerte y desaparecidos.

LA UNIÓN Y COOPERACIÓN DE SUS POBLADORES

 

En la adversidad, tuvieron la capacidad para sobrevivir, por sobre todas las limitaciones y peripecias, según afirmaciones de sus protagonistas.

Enfundados en la unión y cooperación de sus pobladores, los ancashinos sorprendieron al Perú y al mundo, por la forma cómo respondieron frente a los desastres naturales.

Hubo mucha ayuda internacional que se agradece, aunque los estamentos gubernamentales no estuvieron a la altura de su responsabilidad, por la improvisación, y no siempre cumplieron sus ofrecimientos y promesas, tal como se lee en los testimonios, aseveraciones y crónicas alusivas.

Por lo tanto, existe una deuda en ese aspecto, y se ha hecho patente en estos tiempos de pandemia. La terrible falta de hospitales bien equipados.

Claro que en este rubro cabe mencionar la grave responsabilidad de las pésimas autoridades ancashinas que en estos últimos tiempos han tenido a su cargo esta región. Y que han cometido una serie de hurtos, despilfarro y dilapidación, haciendo mal uso del presupuesto asignado a la región Ancash, atrasando o anulando según los casos, lo que debiera haber sido el resurgimiento más completo e integral de una región peruana cuyas riquezas la hacen merecedora del más renovado progreso y bienestar de sus pobladores.

 

LA INDIGNACIÓN Y LOS JUSTOS RECLAMOS

 

En la actualidad, ante los aciagos momentos en que vivimos y el embate de crueles pandemias, cómo no reclamar los dineros que se despilfarraron y que no fueron invertidos en hospitales, postas médicas, escuelas, puentes, carreteras, además de dotar de agua potable y luz a pueblos alejados, etc.

Dinero había, proveniente del presupuesto que le tocaba y del canon minero, pero cuán indignos a nuestros ojos se tornan esos malos peruanos que traicionaron las esperanzas de nuestros pobladores, sus electores. ¡Qué inútiles las sanciones tan livianas y tibias, aunque sus vidas se desvanezcan en las cárceles!

La debilidad de las autoridades judiciales y la corrupción dejan pasar semejantes delitos de lesa humanidad (dejar a pueblos enteros sin hospitales y escuelas).

La sociedad peruana debería castigar con mayor severidad a los que roban en los cargos públicos. Los que infringen deberían recibir castigos más duros para que la comunidad no sufra tanto a causa de estos delincuentes, quienes con la codicia que los carcome, escamotean la construcción de todo lo que necesita la población que los elige. Se aúpan en los cargos solamente para robar, llenarse los bolsillos y no piensan en el bienestar del grupo comunitario, que al elegirlo puso su fe en ellos.

 

PRIVILEGIADA ATRACCIÓN TURÍSTICA DE ANCASH

  

Al contemplar la actual ciudad de Huarás, en una sorprendente visión nocturna en un inolvidable city tour en compañía de entrañables amigos escritores, como una pujante metrópoli que debería estar en la misma dimensión cualitativa de atractivo turístico y realización, tal como otros centros turísticos remarcables de Perú: Cusco y Machu Picchu; Puno y el Lago Sagrado; Arequipa, el Misti y el Colca; Cajamarca, Baños del Inca, Cumbe Mayo y Kuntur Wasi; Chachapoyas, Kuélap y el Gocta; Trujillo, Chan Chan, Huanchaco y los festivales de la Marinera y la Primavera ; Chiclayo, Pimentel y el Señor de Sipán (museo); Piura, Máncora y el festival de Tondero; Tumbes y Puerto Pizarro, y así podríamos ir mencionando la larga lista de los innumerables atractivos de Perú. No nos olvidamos de Ayacucho, Ica, Huancayo, Iquitos y Madre de Dios. ¡Y todos los fantásticos Parques Nacionales en costa, sierra y selva!

Tal vez podría haber enfatizado en Huarás, Caral, Sechín y Chavín de Huántar. Pero en Ancash, existen muchísimos atractivos únicos (igual que a lo largo y ancho de nuestro privilegiado territorio), empezando por supuesto, con los atractivos arqueológicos ya mencionados Caral y Sechín en su costa, Chavín de Huántar en la sierra de Huari, a los que podemos añadir, el famoso Coloso Yaino en el distrito arqueológico de Huallán (Pomabamba) y el circuito del Cápac Ñan que se encuentra en buen estado y puede ser visitado: Huari-San Luis-Piscobamba-Pomabamba-Sihuas y Corongo; también sus fabulosos nevados, visitados frecuentemente por los apasionados por el alpinismo, la ciudad de Huarás cuenta además con reconocidas aguas termales en Monterrey y Chancos, convirtiéndose en un polo turístico de excepcional importancia (siempre y cuando reafirme su lado ancestral en la descuidada Pumakayán).

Añadamos todos los encantos que poseen estas tierras promisorias en cualesquiera de sus montañas, valles, pueblos y ciudades. Para ser breves solo mencionaremos algunos: La práctica del andinismo en la cadena de nevados, con Huascarán a la cabeza, Huandoy, Huayhuash, Alpamayo (nominado el nevado más bello del planeta). Otros pueblos sumamente carismáticos como Chiquián  (con la simpatía de su gente), la bella y encantadora Pomabamba, Piscobamba, Yungay, Caraz y Corongo.

No podemos dejar de mencionar las renombradas, espectaculares y bellísimas lagunas:  Parón y Llanganuco, entre otras.

 

DONDE SE FORJARON CULTURAS INDOMABLES

 

Ancash, donde se forjaron culturas indomables, hoy sus pobladores, hombres y mujeres, resumen sus denodados esfuerzos, pensando en que la vida continúa.

En esta tierra de contrastes, contrariedades y asombrosa multiplicidad, tanto en el paisaje humano como geográfico, siendo inconmensurables sus recursos…que esa masiva y generosa respuesta, ese incomparable unirse, ese juntarse como un puño, demostrado y concretado en torno al terremoto del 70, consecuencias y secuelas…ojalá abarquen otros rubros también tan importantes, urgentes diría yo, que se extienda y con muchísima energía y pundonor, para resguardar el sentido ético y moral de nuestra sociedad y salvaguardar lo que le pertenece al pueblo, todo lo concerniente a recursos, ingresos, egresos y presupuestos, a fin de que cumplan su cometido, para lo cual han sido destinados y darles honesta inversión, sin coimas ni corrupción. ¡Hay tanto que hacer y fiscalizar en nuestros territorios!

Apartar a tiempo y con tino, inteligencia, equidad y justicia, a esos malos elementos que se apoderan de los cargos y resultan ser amigos de lo ajeno.

En ese aspecto, reitero, con los malos peruanos que roban las arcas que pertenecen a los pueblos, la justicia peruana debe ser mucho más severa y drástica. Y la sociedad civil, que somos todos, estar muy atentos ante todo indicio de falsedad y corrupción. Alertas siempre pues la unión hace la fuerza.

 

PERSEVERANCIA EN EL CORAJE Y REAFIRMACIÓN:  EN PRO DE LA VIDA QUE NO CESA

 

De tantas lágrimas por el dolor ante tanto desastre y la muerte de seres queridos, como una victoriosa ave Fènix desde las cenizas, el vigoroso pueblo ancashino ha salido adelante.

Y sus hijos, en las diversas facetas de la vida, que han progresado en base a educación y laborioso esfuerzo, han labrado una ejemplar historia de reafirmación, perseverancia en el coraje que se han impuesto a fin de levantarse y una amorosa solicitud por el destino de su pueblo.

Para una población costeña y andina como Ancash, la cual, como una Esparta peruana, sufrida pero heroica, surge después de cada tragedia, más vigorosa y renovada que nunca, con mis efusivas congratulaciones van mis parabienes y adhesión a sus maestros, médicos, ingenieros, abogados, contadores y a todos los demás esforzados profesionales no mencionados. 

 Principalmente a los agricultores, artesanos, obreros de la construcción y mineros. Además de sus valientes mujeres, brillantes y eficientes profesionales y abnegadas amas de casa. Y la creciente lista de jóvenes profesionales que van ingresando a la población activa , lo mismo que su incontable población estudiantil.

 

LA SED DE VENCER QUE SE NOTA EN EL PERÚ ACTUAL: EL LÀPIZ QUE DISEÑARÁ EL PORVENIR

 

Que las esperanzas e ilusiones, las cuales no deben apagarse jamás, especialmente en estos precisos momentos, vísperas de elecciones, brillen con el mismísimo resplandor de esos dorados amaneceres que contemplé sobre sus montañas, donde uno se extasiaba al disfrutar la visión del sol reverberando en las majestuosas cumbres nevadas de Ancash.

La sed de vencer que se nota en el Perú actual y que con fe, inteligencia, educación y salud, se piensa diseñar y construir el porvenir,  que nuestra bendecida tierra se merece.

PERÚ, un país que pese a flagelos , como haber tenido pésimos gobernantes  en estos últimos tiempos, saldrá airoso, por la fortaleza que caracteriza a nuestra patria, heredera de una raza valiente, al punto que logró amansar bestias y domesticar tierras eriazas y plantas tóxicas transformando todo esto a favor del hombre.

Una raza titánica que no se dejó arredrar por la reciedumbre de las montañas y aprovechò con sabiduría todo lo que le ofrecía esta agreste geografía, construyendo una sociedad sana, íntegra y arrolladora, tan maravillosa, que supo conquistar una vida armoniosa, autonomía y vencer el hambre y el frío.

En este marco ANCASH nos concede la pauta. Si asì de exitoso fue juntarse, reunirse y entusiasmarse hasta las lágrimas en torno a los recuerdos del 70, lo ideal será estar atentos permanentemente ahora que deslindaremos los destinos de nuestro QUERIDO PERÚ, en la compleja pero definitiva elección que se nos acerca y que nos concierne a todos.

Hay que poner la mente, la palabra y el hombro para intervenir con vigor y directamente en los destinos de la santa tierra que nos vio nacer.