TONALIDADES DE ENERGÍA POSITIVA
Por Luis
Albitres Mendo
Huacho, fastuoso azul de mar peruano, excelsa ciudad
poética, siempre está a la vanguardia de iniciativas preclaras. Como en este
caso, reunir a muchos aedas procedentes del departamento de CAJAMARCA, tierra de pintores célebres (Mario Urteaga, Camilo
Blas, José Sabogal, Bagate, René Marín, Andrés Zevallos, entre otros); pero
también de poetas notables (Mario Florián, Marco Antonio Corcuera, José López
Coronado, Guillermo Torres, Nimia Morales Villar, Socorro Barrantes, Jorge
Horna Chávez, Gutemberg Aliaga, Antonio Goicochea, Jorge Lombardi, Juan Manuel Montoya, Wilson Silva,
etc.) y narradores remarcables (Julio
Garrido Malaver, Jorge Díaz Herrera, Alfredo Pita, Wilson Izquierdo, Juan
Villena Zárate y otros.
La invitación de la ASOCIACIÓN DE POETAS Y NARRADORES DE LA
REGIÓN LIMA, por intermedio del poeta y escritor Julio Solórzano Murga, la
recibí con mucho afecto, por tratarse de una institución de muchos quilates
literarios. Tanto es así que año tras año vienen programando, con la debida
antelación, múltiples actividades de gran relevancia y trascendencia desde hace
buen tiempo. Magnífico ejemplo para todos los que se dedican a eventos
literarios.
A Huacho llegué la noche del sábado 12 de setiembre. De inmediato me dirigí
al local indicado, en cuya puerta me esperaban los principales dirigentes y organizadores
del evento: Julio Solórzano Murga, Germán Rodas Vásquez y Oscar Castillo Banda,
entre otros.
De pronto, al ingresar al cálido auditorio de la Casa de la
Cultura, como siguen llamando al INC-Filial de Huacho, hoy en día Ministerio de
Cultura Filial Huacho, por supuesto, yo ya conocía por anteriores visitas, uno
se encuentra de improviso con un público singular, efusivo y sonriente,
compuesto por varones y damas, amantes de la poesía, la declamación y la
música.
PREDISPOSICIÓN
PARA LAS ALBRICIAS
POÉTICAS Y EL COMPARTIR
Para mi asombro, la salita, aunque de regulares dimensiones,
estaba repleta de gente ansiosa de iniciar el programa. Personas de toda edad, venidas de diversos puntos cercanos a la
ciudad de Huacho, tanto de la Costa como de la Sierra, circundante y que, a las
claras, mostraban predisposición para las albricias poéticas y el compartir.
Sin duda esa noche fue un compendio de arte. Todos los
rostros reflejaban nítidamente la expresión del gozo. Y las personas, fieles a su predisposición y
tendencia a la ternura, observaban todo con mucha afabilidad, cordialidad y
afecto; es decir, las energías positivas
se habían apoderado de la atmósfera en el recinto entero.
ESPLENDOROSA NOCHE
Y así fueron desfilando declamadores de polendas, cantantes
y músicos de gran talento, damas y varones. Absolutamente todos, de algún modo, aludían a la fabulosa tierra
homenajeada, CAJAMARCA, ya por ser cuna de su nacimiento, lugar de su infancia
o por haber visitado en alguna oportunidad, quedando prendados para siempre.
Y qué decir de los poetas provenientes de la bella región
cajamarquina. Todos aquilataron la fortuna de haber sido acunados bajo un cielo
tan azul y haber correteado en su niñez rodeados del verde más feliz por
antonomasia. La nostalgia y la añoranza
tampoco faltaron en los textos
proclamados a disposición del auditorio.
Todos los poemas fueron
aplaudidos y los estruendosos ¡USHA! (expresión muy cajamarquina popularizada
por el famoso cantante folclórico cajabambino que se hacía llamar Indio
Mayta), lanzados al ruedo en la bronca voz y el entusiasmo de Julio Solórzano Murga,
no se hicieron esperar, iluminando el ámbito y animando mucho más la
esplendorosa noche, la cual tuvo como broche de oro, un compartir, además de
sabroso, muy original.
Un potaje súper cajamarquino. Una clásica humita con
abundante zarza de cebolla, una porción de chicharrones acompañado de mote “shansho”
(otra expresión cajamarquina, así le llaman al maíz pelado con ceniza). Todo sazonado con una cucharada de rocoto
molido, para luego brindar con un vaso de espumante chicha de jora. Mejor no podía haber finalizado una
ceremonia netamente cajamarquina.
MAGIA , MÚSICA, POESÍA
Y
LA UBÉRRIMA TIERRA
CAJAMARQUINA
Aquella noche las mentes de los presentes volaron, por la magia de la poesía y la música, hasta los edénicos e idílicos
paisajes de la ubérrima tierra cajamarquina, dando con ello el merecido
homenaje a todos los hijos de esas feraces tierras, que por asunto de trabajo,
matrimonio o familia, ya están afincados en la atractiva y soleada región
de Huacho, Huaura, Chancay, Barranca,
Paramonga, etc.
Jorge Aliaga Cacho, notable poeta y novelista peruano, hijo
de un distinguido pedagogo nacido en la ciudad de Celendín, Cajamarca, tomó la
palabra con gran elocuencia, soltura y erudición literaria. Atributos que lo
hacen merecedor de un homenaje. Este año 2016 el Encuentro de Poetas Cajamarquinos
llevará su nombre. Felicitaciones por ello. Y también vayan, desde estas letras,
mis efusivas congratulaciones a todos los que participaron en esa brillante
oportunidad 2015, en las personas de mis
paisanos y amigos: Celia Ariza Mendoza, Rosa Morales, Elva Vásquez Rodríguez,
Jorge Vásquez Guadaña y muchos más.
En la
actualidad y por lo que ha trascendido esa noche, en que conocí personalmente a
muchos de ellos, vienen laborando en diversos campos, ya sea en educación,
salud, administración diversa, etc. En
pocas palabras, contribuyen con su esfuerzo a fin de coadyuvar a favor del
progreso y el bienestar de nuestros compatriotas de este bendito suelo de la
Patria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario