martes, 18 de abril de 2017

MANUELA ALBITRES MENDO: PROMOTORA DE ENCANTOS

Hace medio año que partiste


MANUELA CONCEPCIÓN ALBITRES MENDO

PROMOTORA DE ENCANTOS

Por Luis Albitres Mendo



Adorada madrecita, la de las tardes blancas, cómo no agradecer
todo lo que diste a tus cinco hijas, en pleno crecimiento!
Madre eterna!
Rotunda formadora de corazones!, enrumbadora de afanes
Maravillosa primera maestra!, en el claustro hogareño.
Gracias por ser como fuiste en tu larga y hermosa existencia.
Imperecedera estirpe
 ¡Donadora de vida!

Promotora de encantos! al transfigurar lo peequeño en amplio
Todo lo hiciste bello para tus hijas, pues ellas fueron tu único tesoro
A la hora de elegir diste las pautas exactas
para escoger siempre lo mejor.
Manuelita querida, pertinaz constructora de afectos!
Sembradora de principios orientados hacia el bien.

Madre doliente
Ellas captaron muy bien la retahíla de falencias
 que supiste superar jubilosamente
y que tus hijas gracias a ti, no están dispuestas a heredar,
Ellas asimilaron tu coraje, tu luminosa fuerza interior,
tu reciclada energía para ingresar a la lucha
y vencer cualquier obstáculo, enfrentarse a la adversidad,
nunca rendirse, y así los éxitos fueran mayores.

Lo que más recordarán indudablemente:
Permanecer unidas, convivir amándose
tanto en fiestas y celebraciones como
en los tiempos menos afortunados.
La lección y los rituales emocionales
perdurarán, sí, cómo no, para jamás
dejar la ayuda mutua, el perdón y la oración.

Encandilaba tu enorme talento para resolver entuertos
para defender lo justo y salvar contrariedades
que la vida inevitablemente presenta.
Valentía era lo tuyo y fuerza, mucha fuerza
que te nacía de adentro, de energías interiores.
Y la constancia! Oh!, la perseverancia
que pusiste invariablemente en todo,
y fue así como obtenías, incansable, obstinada, lo que te proponías
Precursora de triunfos, ¡Manuela del alma!

Te canto en esta hora bendita, Mañuquita sensata
en la aurora de tu ausencia
en el preciso momento en que te veo
junto al Padre, solícita y sedienta de amor, madre santa,
pues los ingentes sacrificios en pro de los tuyos
sedujeron en el instante de juzgarte.
Arrebolada madre, en infinitas desventuras,
en solitaria y valerosa lucha,
arrebataste por larga ventaja los favores divinos.
Encantadora y sonriente te soñamos cada instante
departiendo serenidad, paz y esperanza.








jueves, 13 de abril de 2017

COMO UNA NOVIA ATAVIADA PARA SU AMADO

CAJAMARCA-PERÚ

6 de Enero : Cumpleaños de Rosa Melchora Arana de Alvitres

COMO UNA NOVIA ATAVIADA PARA SU AMADO

Por Luis Albitres Mendo


Como una novia que apresurada va
y que a su amado ansía encontrar pronto
partiste indagando por tu Roshy adorado
buscándolo doquiera esté en los ámbitos eternos
.

Temprano decidiste emprender viaje,
acaso la vida sin él para ti ya no tenía sentido.
El dolor y la angustia tornáronse agobiantes,
imposibles de entender. Más pudo el acuciante deseo
de volver a tocarlo, el seductor retorno a los primigenios
enamoramientos, a los escarceos amorosos de
adolescentes correrías.


Vertiginosa escuchaste la voz de tu ensoñado
y febrilmente has ido a su encuentro ufana y hermosa,
cual una novia que acelera el paso,
como un ave cuando emprende el vuelo
las ganas de ver a tu amado forzaron tu arrebato.


Como una novia ataviada para su amado,
flor de estos parajes, rauda y presurosa, acudiste,
con todos los atuendos que adornaron tu estampa,
acicalada de fulgores gozosos, como quien
atisba rutilante el tálamo nupcial.


Tierna y apacible, con estoicismo sufriste
los empellones crueles de la enfermedad
para cruzar alada y transparente la línea de la vida
vislumbrando jubilosa las luces y los fuegos, un esplendor.


Inútiles nuestros esfuerzos fueron para hacerte
desistir, para detener tu redoblado intento.
La súplica y nuestra turbación, ociosas permanecieron,
inertes ante tu aciaga determinación.


La feroz centella de un invierno crudo asomaba insistente
sin primaveras exultantes ni extenuantes otoños,
más bien gualdas estancias del verano hacían su aparición.
Atravesaste etérea y decidida el vórtice infinito con acaudalada luz.


Largos te parecieron los días, estériles las horas,
deseabas volver a contemplar el rostro predilecto.
¡Tanto amaste a tu idolatrado, se habían amado tanto!
Todo apuntó hacia el reencuentro.


Añorabas demasiado la voz y las caricias de tu esposo.
La muerte impertinente no pudo controlar tus ansias,
el deseo íntimo de correr a los brazos anhelados.
Volar al infinito y descubrir maravillada la misma
sonrisa cotidiana que iluminó tus noches y mañanas,
el sol que irradiaba asombrado, con tersura y calor,
la entrañable presencia.


Profética reverberación del verbo
cuando las palabras solo se referían a él,
ensimismada y en plena efervescencia,
revoloteando ya tornasolados efluvios.


Bastaba esa melodía amorosa que rodeaba
tu ambiente, para sentirte protegida y libre,
segura y amparada.
Por eso cuando tu Rosel Amílcar se marchó
ya nada colmaba las dimensiones claras,
las cristalinas apetencias de tu alma sosegada.


Discurre feliz por los arcanos celestes
de la mano de tu Rosel indispensable.
Sé fuerte junto a él y encamina tus pasos,
bajo la mirada amorosa del Padre,
hacia horizontes dorados donde felices viven
los que en vida amaron y afortunados
disfrutaron un romance de amor.


Porque ya ingresaste a la felicidad anhelada,
Rosa Melchora evocada, velarás por los tuyos
desde el más allá.
De tres jóvenes, amorosa madre,
que seguirán amándote en esta tierra;
abuelita cariñosa y resuelta, tus nietos
no podrán olvidarte.