miércoles, 6 de septiembre de 2023

3 de SETIEMBRE, ONOMÁSTICO DE JUAN CARLOS PRIOTTI, GRAN POETA, NARRADOR Y ARTISTA PLÁSTICO ( BUENOS AIRES, ARGENTINA)


BUENOS AIRES –ARGENTINA: ALEGORÍAS DE LA NOCHE Y OTROS POEMAS de JUAN CARLOS PRIOTTI


LA INTENSA AVENTURA DE SOÑAR


Por LUIS ALBITRES MENDO


“Soñar un poema me causaba una extraña sensación, asimismo el efluvio hondo y humano de un desasosiego…(…) Y como su grácil desolación está latente en todo poemario, debo decir en esta especie de liminar, que la soledad es un sufrimiento sutil, silencioso, sin palabras, sin formas, que puede borrar del corazón el interés por vivir y del espíritu el bello significado de la intensa aventura de soñar. (…) donde el corazón con su alegría, con su ternura y su sangre, da garantía de eternidad”
Juan Carlos Priotti  ( Exordio al libro “Alegoría de la noche y otros poemas”)

BREVIARIO DE NOSTALGIAS


CAPÍTULO DE LA VIDA Y DE LOS SUEÑOS


E
n el poema ALEGORÍAS DE LA NOCHE, exultación de la vida y un canto suntuoso de los deslumbrantes sentimientos que desfilan al compás de las horas nocturnas, con sus temblores, fragilidad y claridades.

Una epifanía de humores brujos celebrando la magia y el misterio del vivir, en medio de un escenario de gloria, ornado del arco iris más esplendoroso.

Una desbordante imaginación, con un lenguaje de altísima jerarquía poética.

SIN PALABRAS y SIN TIEMPO es en cambio la evocación del lar natal. La comparación o el paralelo con la realidad actual del poeta, su nueva estancia.

En HUELLAS describe magistralmente un ocaso entrañable del terruño abandonado:

“El tiempo pasa/ Pasa la vida,/ hasta un sol rojo y agonizante/ y luego un borrón púrpura/ que se traga la noche”.

Para de inmediato enumerar persistentes memorias de sus querencias antiguas: “me falta la ausencia/ que trae el sonido de la lluvia,/ el relincho de un caballo,/ el viento en las montañas, el ímpetu del río”.

 GRÁCIL DESOLACIÓN LATENTE


U
n soliloquio que engloba poemas plenos de estruendos y atisbos que el poeta enlaza con certero dominio. La finitud del tiempo, el duermevela saturado de recuerdos, el péndulo de las horas, la soledad de la noche:

en el apacible torrente de las horas. / En tu imagen que se ilumina ya a la dicha/ vuelvo de ti”.

Rapsodas, sombras detenidas, elogio de las nostalgias. “Las voces confusas del silencio”, omnivalentes, se resisten a desaparecer.

El insomnio, los ensueños de la noche y los júbilos del despertar junto a la musa y el poema.

Eros y sus connotaciones ejercen un poderoso aliciente en la inspiración de este poeta enamorado del Amor: “ante el fulgor de una mirada, / y no poder salir del asombro./…/ la ardiente geografía del cuerpo. / Y en una explosión de delirios”, “¡ el recuerdo puede más que el olvido!

APASIONADO REFINAMIENTO GLORIFICANDO AL AMOR


E
nmarañado enjambre de versos diversifican los plurales mensajes amatorios.

El poeta se regocija repartiendo caricias y gratificaciones que ensalzan y preludian éxtasis, glorificando al amor en todas sus instancias :

“preludio: efímera luz, callada ausencia”, “…/ frustrado y maravilloso primer amor”, “con la lejanía que te inunda/…/ caricias perdidas en el sigilo de las horas/…/ ¡el encanto inefable de tu mirada!”, “insomne frenesí de la madrugada”.
“con la misma ansiedad que te poseo”. “Tal vez no eres el instante inasible”, “Soñé el dulce beso que eterniza/ el fugaz estallido de la carne”, “Ama la embriaguez del silencio/ desde la desolación de un paisaje”.

Bandada de palabras dulces al recuerdo o nostálgicas frente a las ausencias. Crepúsculos y amaneceres. Vértigos y abismos, el crujiente esbozo de un amor fugaz o los detalles más preciados de amores perpetuos.

El rosicler de su intensa experiencia amatoria se extiende sutilmente a sus versos, con ternura, insinuación y apasionado refinamiento.

El hechizo de las lágrimas, retornos y despedidas. Los rostros del adiós. Entregas, agonías, risas, voces, palabras. Felicidad en los encuentros, tristeza en las pérdidas.

El amor lo cubre todo y los efluvios emotivos y espirituales no se dejan esperar, brotan al contacto con estos poemas. Expanden el alma.

VOZ QUE LLEGA DEL ATARDECER


L
a vida y los sueños, recapitulación de una existencia exorbitante en relaciones amorosas enriquecedoras: AMAR SIN MEDIDA, podría haber sido el slogan que marcó el signo de su devenir por este mundo.

Parece que esa actitud de plenitud y gozo ha dirigido su vida, a tal punto que le confiere una energía singular, extrayendo de cada relación lo más rescatable, regocijándose al máximo en cada una de sus experiencias. Así lo confirman sus poemas.

ÁRBOLES DE LUZ EN LA PIEL Y EN LA HISTORIA

 AMERINDIA : CON TODOS LOS FULGORES DE UN ILUMINADO

 CON LA FURIA ANCESTRAL : EN LA MEMORIA VIVA DEL FUEGO




B
ello e inspirado poema en prosa, concebido y firmado a su paso por la ciudad de CAJAMARCA en febrero de 2004. En él, con todos los fulgores de un iluminado, de un verbo enfurecido, blande la palabra y la sanción histórica por el genocidio. Él mismo lo presenta y explica:

“Ni la exégesis ni la criba de la memoria son suficientes para expresar en palabras, versificando la grandeza y el posterior genocidio de nuestros abuelos patriarcales, árboles de luz en la piel y en la historia de Amerindia, escrita y tergiversada por el conquistador español. Y yo pertenezco a esa historia despojada gran parte de la verdad, de la identidad, con el estupor del avasallamiento que sufrió durante más de cinco siglos, a mano de otra cultura, hasta la hora feroz del ocaso. De allí nacen mis poemas, con mucha rabia en los versos escritos y en el corazón”.

AMERINDIA EN LA SOMBRA DEL OCASO

“…inmenso el océano, larga la hora feroz del ocaso. ¡Fue ayer! Y los bajeles más altos que las olas, sobre la Puerta del Sol; las fogatas que velaban los chasquidos del viento en el Rumi Tiana, arriaron los leños. El adelantado de Castilla cubierto de armadura, todopoderoso, gritó en la Plaza Mayor: ¡Soy el conquistador, oh señor del imperio! Obsedida la muerte, se despeña por la oscuridad del instante con retumbo de corceles, mosquetes, despojos, y detrás la Hidra como ofrenda al Dios emplumado. Así empezó el holocausto, el día sin nacer. El oro y la plata en el Cuarto del Rescate, no saciaron la ambición ambicionada del barbado. En los fuegos rituales callaron las quenas y a su vez la chicha, las danzas. La noche fue larga en Cajamarca. Silencio en los templos, dolor en los Andes, y la luna en la oquedad del crepúsculo, saliendo de vasijas como un rayo flamígero. El buitre ensangrentado en la plaza, el verdugo impávido a los pies de Atahualpa Señor del Tahuantinsuyo, y la muerte con relámpago de cordel y espada trasegando el alma del Imperio a otro cielo. Fuego en el oro, sangre de lluvia y el cóndor furibundo en el cuenco de arcilla de los dioses decapitados. Reinos muertos, ¿dónde hallar la fuente sagrada que purifique los ojos que no ven al Hijo del Sol? Entre tanto la sangre de los muertos insepultos, la sangre cordillera empapada en las piedras, espera a la sombra de los dioses decapitados.

…Y después de la noche, un poco antes de la aurora, los muertos que acunan a los vivos, piensan en dibujos de cerámica y sueñan con nacer de nuevo. El cóndor, heraldo del Ande, hace arder un fuego de certezas en lo alto del nido, y sobre él se tiende y espera…¡más de cinco siglos! Los pájaros en el umbral de la mañana, como rapsodas de otro amanecer, cantan elegías en la memoria viva del fuego. Oh seguidores de huellas, buscadores de semillas, arrieros de agua en la corteza del desierto. En un presagio de Reinos Muertos, Amerindia despierta en la sombra del ocaso con la furia ancestral en cada hueso, para trazar sueños imaginarios sobre los Andes”.             Ciudad de Cajamarca, febrero del 2004.



Este magnífico poema se ha transcrito completo por su medular trascendencia. Retomando la memoria hacia fechas nefastas para los auténticos dueños de estas inmensas tierras, el inicio de la rapiña con los invasores. 

Escrito seguramente después que el poeta visitara el célebre Cuarto del Rescate, el autor se ha inspirado con tal potencia creadora, en este choque de dos mundos, arremolinando furias ancestrales, entonando, desde estos cuerpos desparramados y cenizas, fruto de la pólvora desconocida para los nuestros, el grito más humano y desgarrador, anunciando el Ave Fénix de esta raza bravía, de este pueblo fuera de serie de la AMÉRICA ANDINA.

CUSCO…EN SOLEDAD DE DIOSES



E
n la senda del que busca entre sus sueños, realidades idas, Priotti indaga entre las callejuelas desiertas o pobladas de la ciudad imperial, para impregnar su poema de rabias inconclusas y ansias no satisfechas:

Y este es el Cusco…/-claridad del ocaso sobre la piedra-/ de los siglos oscuros de la cruz y la espada,/ de la memoria ancestral en los altos muros/…/ como escuchando las sombras correr/ detrás de una herida que aumenta.// Mas unos ojos estirados y no tan negros/ anclados en la piedad de la chicha,/ no se dejan seducir por la mirada/ de llegar hasta mi piel y preguntarme:/ ¿Importa tanto esa luz en la memoria/ que alumbra el orgullo de los vencidos?// (…) Porque hay ruinas en soledad de dioses/ a los que el tiempo devora…/ más allá del grito germinal de los muertos,/ recién resurrectos a la verdad del canto.// Ante todo el olvido…¿serán solo palabras?/ el mea culpa que ronda en la conciencia/ esperando, como el Hijo del Sol,/ que el silencio nunca se vuelva vacío./  Hoy, por caminar sus calles, ¡me desvivo!/ Por su eternidad tiene nombre mi poema. Ciudad del Cusco, febrero del 2004.


La inspiración de un poeta, embargado por sentimientos encontrados y presionado por la impotencia ante el desastre y la injusticia, trae a colación versos memorables, sin dejar de sellar sus sentimientos más prístinos a favor de los nativos, los genuinos propietarios de estas feraces tierras, que nunca debieron dejar de ser dueños de sus propios destinos.
El poeta recorre, ahíto de sombras y visiones, alucinado, absorto ante sus calles de piedra en subibajas; perplejo ante contradicciones e injusticias, cóleras contenidas con resignación por los que antaño fueron señores de estos reinos. Reconociendo deslumbrado la importancia sustantiva de una ciudad de contundente prestigio planetario, Cusco, al igual que Atenas, Alejandría, Roma, etc.

PÉTREA BELLEZA, ALBA INVENCIBLE

ELEGÍA A MACHU PICCHU

“Entre el sol y el dulce don de la lluvia,/ tus alas de niebla y de verde musgo/ emergen con la eterna majestad del cóndor,/ y también tu azul mitología de silencio.// (…) Qué solsticio de lo efímero duermes,/ ahora lejos, en tus ruinas, / más allá de los siglos donde el sol iluminaba/ tu pétrea belleza como un alba invencible.// (…) Y en tu eternidad de santuario crece el vacío/ como la memoria en tus piedras,/ recordándote paternal de mi canto.” Alturas de Machu Picchu, febrero del 2004



E
ncontramos tanta sensibilidad poética frente a la grandiosidad de Machu Picchu como la del célebre Premio Nóbel Pablo Neruda, nacido en Chile. Otro gran poeta que enorgullece a la privilegiada AMÉRICA ANDINA, por eso en sus Alturas de Machu Picchu, sintiéndose americano y andino se inspiró tan conmovido.

AMERINDIA: Un neologismo como título o lo que nosotros llamaríamos AMÉRICA ANDINA, un puñado de poemas inscritos con fuerza implacable y a la vez convincente, zamaquea la obsesión de invasores y sus instituciones, que se hicieron de la vista gorda por siglos, con pocas excepciones como las de Bartolomé de las Casas y unos cuantos más, dando pie a que la infamia y la inclemencia crecieran abyectas, inhumanas y crueles, contra los genuinos dueños de estas tierras.

Según nos enteramos por un artículo de Rodrigo Montoya Rojas, citando a otro autor, de doce millones de habitantes, en aquel entonces, se redujeron a unos 200,000. Es decir sobrevivieron solamente un 6 por ciento. Qué tal barbarie ¡ Nefando crimen que la Historia no ha castigado!
De la eclosión del furor y la rabia contenida, insurgen furibundos poemas de rechazo, resistencia, reclamo y condena.


EL PARAÍSO DESCONTINUADO


I
dílico y al mismo tiempo trágico. Poema donde se agitan amarguras, dolor y un llanto contenido. Magnetismos del sol, imán de los rayos de la luna y todas las instancias emocionales de recuerdos dolorosos. La verdad de toda invasión. Y la terrible sensación de las pérdidas de preciosas sabidurías. Tener consciencia del paraíso descontinuado.

LLORA EL HIJO DEL SOL

“Conozco un rincón en el Valle Sagrado,/ donde se ve la sombra de la luna/ y las lágrimas del sol/ (…) Edifica Pachacútec en piedra dura/ la ciudad que aflora grietas de sol/ y siglos de amargura.// Renacida en bellas catedrales,/ el Evangelio contempla en sosiego/ el frenesí de la espada/ que abre las heridas, como si fueran ojos que despiertan./ Nadie ni nada puede comprender/ la gran tristeza del silencio/ que merodea entre los altos muros." Ciudad del Cusco, octubre del 2010 


El GRITO DE LA SANGRE: COMÚN ORIGEN Y FRATERNIDAD HUMANA


 TIAHUANACO, La Babel Americana

El horizonte aún llena el espacio vacío/ abismal y distante,/ Capital del Imperio Megalítico,/ laberinto mitológico de Tapires Gigantes/ vidriando un crepúsculo de piedra./ Toco pedazos de gloria con mis manos/ y siento cómo todo cambia…/ hasta la noche en su inmensidad,/ cuando la luna se enreda al ocaso,/ sola, asomada, moribunda./ Y en el reflejo infinito del Titicaca/ reposan tantas, tan diversas historias/ escritas a espaldas de los dioses./ Aquellos que fueron divinidades/ y se volvieron esclavos,/ tallaron a sangre la Puerta del Sol,/ pirámides, templos…/ donde mil años son como un día./ Transformado el discurso del tiempo/ y el mundo olvide cómo fue el origen,/ quién recordará la mentira/ que por venir de otra tierra/ no nos une el grito de la sangre,/ hermano mío, lejano,/ fundando mi esencia americana.     Tiwanaku (Bolivia), febrero del 2013  


E
s el poema cumbre de una emoción espiritual empecinada en reafirmar la esencia prístina del ser humano, que habiendo nacido aquí o allá, es la misma sangre la que nos identifica doquiera veamos la luz, dando como resultado un resquicio alucinante para asomarnos hacia horizontes inimaginables pero ciertos, de reinos antiguos y felices.

AMERINDIA: Saga de memorables poemas con temas históricos y asuntos medulares de nuestro pasado esencial que inspiran a Juan Carlos Priotti con un ardor inmarcesible.    Querencias febriles abrazadas a la Historia con pavor y justificada ira estremecen a los atónitos lectores quienes no salen de su asombro, cómo un argentino, de raíces italianas, puede identificarse tanto con el ancestro sudamericano. ¡Grandeza del espíritu humano de este genial poeta!

La influencia de los Inkas y de la Cultura Andina tocó Argentina Norteña, que es la zona de donde procede el poeta y donde, según señala él mismo en luminosos poemas, existieron Comunidades Autóctonas tan dignas que defendieron con valentía indomable su libertad.

HOLOCAUSTO DE LOS QUILMES (Quinientos Años Atrás)


A
 modo de explicación, ya que es totalmente nuevo para algunos de nosotros. Es la primera vez que tenemos noticia de esta aguerrida y valerosa comunidad.

“Los Quilmes fueron una de las más célebres parcialidades de la etnia Diaguita, que habitaron el Oeste de la actual provincia de Tucumán. Por más de una centuria opusieron una tenaz resistencia a los colonizadores españoles durante los siglos XVI y XVII”.


Ante la derrota, fueron desterrados.

“Las mujeres, desde un peñasco en lo alto de la ciudadela, eligieron arrojarse al vacío con sus hijos en brazos antes de verse sometidas. En el largo camino de mil doscientos kilómetros, de los dos mil solo llegaron doscientos hasta la Reducción de Santa Cruz de los Quilmes, en la cercanía del Río de la Plata, que devino en la actual ciudad de Quilmes en el gran Buenos Aires”.


FINAL PARA UNA TRAGEDIA: EL DESTIERRO DE LOS QUILMES:

 ABRAZADOS AL RESPLANDOR DE UNA LÁGRIMA…SE VOLVIERON UN RELÁMPAGO


Dantesco el panorama del destierro.

“Los muertos que caminan por Yokawil,/ son solo eso,/ espectros sin rostro ni sueños./ Y lo que dolor fue, vuelve a ser dolor/ a la hora de evocar el destierro,/ abrazado al resplandor de una lágrima.//


El dolor centenario por estos terribles sucesos inflaman de un modo singular la sensibilidad del poeta.

“Al pie del vasto manto de montañas,/ los pasos del tiempo penden exhaustos/ con la bárbara sentencia en la agonía,/ de los que resistieron acosados por años/ y se volvieron un relámpago de piedra./ Solo los dioses reclaman por ellos/ con sed y pesadillas./ ¿Qué hacer, si ya no están?/ Un vórtice de viento atiza las cenizas/ del pasado distante,  cegado de oscuridad.//


Realmente impregnado de esa mirada propiciatoria a los vencidos, el autor lanza su imprecación:

“Despojados del ritual junto a la hoguera,/ el ocaso desciende con ojos turbios/ que miran hacia dentro,/ arrancando la epidermis de los gritos/ sobre un peñasco en la Cumbre del Alto,/ pucará guardián de la indeleble Gesta/ y sepulcro en que reposa el recuerdo.// Cómo despertar la memoria del cóndor/ en ese abismo paraíso de osamentas./ Cómo.//


Y llega el momento de la inspirada reflexión andina. Y también cómo la historia oficial, la que nos enseñan en escuelas y colegios, no siempre está ajustada a la verdad. Más bien es la versión de los vencedores. Y ellos se encargan de eliminar y ocultar la verdad de los vencidos.
Por ello, nos da ejemplo el poeta, qué importante es hurgar e investigar,  a fin de encontrarnos cara a cara con la verdad de los acontecimientos. Aquí entran a tallar historiadores, arqueólogos, antropólogos, sociólogos, y con la intuición del genio, poetas y escritores.

“Y el Amauta me recitó el Intihuatana,/ y todo parecía tanto…/ que no supe si sentir rabia o tristeza,/ por esa herida abierta y sangrante/ como un mal sueño que no despierta.// Lejos,/ las raíces perduran tras la distancia/ con el olor a tiempo de los libros,/ y el sol golpeando en la ventana/ de los vastos letargos de la historia./ La que yo recibí,/ la que dejé hacer,/ la que yo hice,/ ya que son muchas las páginas en blanco,/ y demasiado el olvido y la mentira,/ y las sombras muchas/ en las que solo puedo escuchar…/¡el envolvente sonido del silencio!            Tucumán, enero del 2000. 

 

EL FUEGO Y LA CENIZA. A Inkill, el rostro de Yokawil

 

L
eyendo este poema fuera de serie, imbuído de magia y misterio; la magia de travesías etéreas y el misterio de estar ante un dios ancestral, nos traslada a un universo particular cuya singularidad estriba en el doble juego de los dos nombres (Inkill y Yokawil) y el imposible diálogo y transmutación ansiados a porfía por el poeta.
Bellísimo poema que trasunta la identidad absoluta con su medio, la integración con la patria chica que lo vio nacer y el ensueño personalizado de un espíritu que ansía cierto infinito, concretizado en un mito antiguo de su tierra, atisbado apenas por los lectores, en versos engalanados de ese halo neblinoso que le confiere un matiz existencialista y surreal.

“No sé para qué desdoblar mi desvelo/ siendo simplemente yo,/ un sueño atemporal que dibujo/ por un instante/ con el lábil párpado de tu sombra./ Todo vuelve un día,/ despierta las lágrimas/ y mi corazón comienza a ahogarse/ en esa lejanía,/ en la que tú no estás presente./ Aquí estoy,/ aunque no me veas/ me perderé en la pátina de tu vientre./ Pero me doy cuenta/ de que solo eres un retrato,/ de que tú ya no me escuchas/ para seguir ardiendo./ Tu fuego allá,/ el mío acá,/y entre los dos un abismo de ceniza/ que llena no solo tus días,/ sino también tus noches.                  Tucumán, enero del 2000


A
LEGORÍAS DE LA NOCHE Y OTROS POEMAS, poemario de Juan Carlos Priotti (Argentina), finaliza magistralmente con un capitulo especial titulado FLORILEGIOS de doble inspiración, a dúo con la poeta Carmen Amaralis Vega Olivencia (Puerto Rico).
He aquí una muestra transparente de integración y altruismo. Por ello, el análisis y la reseña de este breve pero riquísimo e intenso intercambio merece artículo aparte.


      


        

  



3 comentarios:

  1. Mis más caras felicitaciones al poeta Juan Carlos Priotti por sus hermosos poemas,amigo te deseo éxitos y disfrute de la vida en ese hermoso pueblo de San Nicolás-Argentina.Un gran abrazo Norka Brios --(Gaviota)

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    1. Mi agradecimiento por tus hermosas palabras, querida amiga Norka. Debo decir que ha sido una grata sorpresa recibir el comentario del amigo Lucho sobre mi humilde poemario.Su pluma de eximio escritor y artista plástico, le puso belleza para regocijo de todos mis vuelo existenciales. Un largo abrazo. Juan Carlos.

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  2. Gracias, muchísimas gracias Luis por tan excelso comentario sobre mi humilde poemario, escrito con el corazón. Tus palabras de un alto contenido emotivo, portando el talento de un eximio escritor y artista plástico, me acompañarán en lectura de cada uno de sus poemas, como así también en el tiempo. Un largo abrazo.-

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