lunes, 20 de junio de 2022

EL PLUMAJE DE LA AURORA, LA LUZ QUE NOS ENCANTA: MARGARITA RODRÍGUEZ PALMA (2), CHILE, ANDINOAMÉRICA. Por Luis Albitres Mendo

MARGARITA RODRÍGUEZ PALMA ( 2 )


 

EL PLUMAJE DE LA AURORA, LA LUZ QUE NOS ENCANTA

Por LUIS ALBITRES MENDO

 DESPOJADA y AMOR FECUNDO (“…/ del plumaje de la aurora/ que en su oleaje embriagante/ levanta su trino/ y en todo espacio/ insiste en hacerse eco”)

El amor, siempre el amor haciéndose escuchar. Con gran acento e innegable confirmación:

ME SIENTO PLENA ( “en los dorados tapices del otoño/ ebrios de constelaciones,/ en el lirio arrebolado/ de la piedra del sendero/ en la piedra del sendero;/ en la acuarela de luna/ entre la lluvia y los faroles encendidos/ de mi hogar,/ bajo mi frondoso árbol,/ en la certeza de mi nido,/ en mi calle, en mi patio,/ al lado del hombre que amo”)

En GRITO DE MUJER, hay algo de agónico, ululante , existencial  y también una angustiante desolación.. Mientras en SI TÚ SONRÍES aparece el optimismo y de nuevo llega la alegría.

De igual modo en DIECISIETE PRIMAVERAS, poema aparentemente inspirado en su primogénita, reverdece su jovialidad y contento, ante el esplendor de la juventud.

Un poema también puede ser una catarsis. En AHORA (“en esas desoladas distancias,/ donde sin mi/ te vuelves olvido,/ en las cifras estelares/ de todo lo vivido”)

O en LOCURA, junto a una fina ironía ( él aguarda/ …/ por esa mujer bendita/ que en pleno otoño/ entrará a su templo,/ buscando ese abril/ que es todavía.”)

 

HOMENAJES ESENCIALES

 Es el título del segundo capítulo y engloba a una saga de reconocimientos y dedicatorias. La autora, admira  a personajes claves de su  ideario, sean familiares, amigos, personajes públicos, poetas reconocidos, artistas, músicos, etc.

En UN CAFÉ PENSANDO EN DAVID, recordando a su padre , de un modo sencillo, revisa elementos  próximos de su espacio. Y elementos vitales: la inmensa falta que hace en el hogar: (“en su aliento fecundo/ entre los trigales/ que aprendí de memoria,/ en sus siembras filosofales/ para ser mi pan de cada día/ desde la raíz a la espiga”)

EL SUAVE ALELUYA DE SU BESO: Desde el título intuimos la asombrosa poesía sembrada  en este poema dedicado a su hermano Delifín  Rodríguez, ( “que con su sonrisa generosa/ duplicaba mis alegrías/ que convertía mi mundo/ en un carrusel de colores.// El soñador/ que hoy nos trae el viento/ en los ecos jamás apagados/ en su esbozo de lluvia,/ …/ en el suave aleluya de su beso,/ sellando su adiós en mi frente/ aquella mañana/ de luciérnagas en flor.”)

PARA DAR RIENDA SUELTA A TU SENTIR

Entre personajes homenajeados con sendos poemas, figuran:  GABRIELA MISTRAL (Maestra de Maestras), PABLO NERUDA  (Es tu verso, Capitán), VICENTE HUIDOBRO (Señor de las Lunas), MARTA BRUNET (Montaña adentro), OSCAR CASTRO (Luna de cantos mojados): “en esa precariedad material/ que siempre se sentó a tu mesa,/ dejando tantos cabos sueltos,/ tanta primavera/ para dar rienda suelta a tu sentir”

ENTRE COLOQUIOS  Y EVOCACIONES SATURADAS DE ADMIRACIÓN Y AFECTO

Entre coloquios y evocaciones saturadas de admiración y afecto, da rienda suelta a la proteica lista de sus autores preferidos.

DULCE METÁFORA DEL VINO, EN ESE CLAMOR DE CEPA AÑEJADA

EFRAÍN BARQUERO:  Te Saludo Efraín  ( “en el agua cantarina/ de tus versos de luna,/ en el surco y la semilla/ de tu campo labriego,/ en la incógnita profunda/ de la dulce metáfora del vino,/ en ese clamor de cepa añejada/ en noble madera/ palpitando en tu esencia. // …/ en el trino que se encarna/ en los trigales/ de esta tierra morena,/ que es tuya, que es mía,/ en el aire que se prolonga/ en su dialecto de memorias” )

A VIOLETA PARRA :  Violeta Azul  ( “Ni explicación superflua/ para un ciego amor/ para sus tristísimos acordes,/ para un gracias a la vida,/ para Violeta Azul,/ para Violeta sin tiempo,/ ensimismada en sembrar/ un campo nuevo,/ en el rústico yute/ bordado de sus sentires.”)

PÁJAROS CAMPESTRES, EMBRIAGADOS DE SU DULCE VID

Nicanor ( A NICANOR PARRA): ( “Bajo la excelsa luna/ en solemne fiesta/ de coplas sal viento,/ una patria larga/ celebra agradecida/ al surco vivo/ de tu poesía sideral” )

Ya te duermes con el “Rin del Angelito” ( A ÁNGEL PARRA ): ( “…  al alero/ de esa pródiga parra/ que te vio nacer/ serán miles los coros/ de pájaros trinantes/ que recen tu linaje campesino/ embriagados de su dulce vid” )

REMENDANDO SU AGONÍA

Continúa la saga de homenajes: “Es agosto y  hace frío” está dedicado a POLI DÉLANO,  “Solo el otoño habla”, a FERNANDO ChÁVEZ,  “Hija de minero”, a HIPÓLITO BRITO, para finalizar este Capítulo con  “Se ha dormido un ruiseñor” de JUAN ZÚÑIGA  ( “veo venir como antes/ a ese hombre que desde niño/ quiso ser poeta/ y sus alas perfumadas rozan mi frente/ floreciendo mi alma jubilosa/ …// Ahora que no estás,/ te anuncias en los ecos de la tarde,/ en el murmullo del río que pasa ligero,/ en el pequeño lirio que crece/ entre la peña y la flor/ y me hablas desde el agua,/ desde los valles y los cerros/ sonriendo sobre el arco iris/ porque un poeta nunca muere,/ porque deja una huella indeleble,/ …// Y te quedas por siempre, poeta,/ …/ en el rostro querido del organillero,/ en la mirada de la alfarera de Pomaire/ moldeando la greda,/ en la bordadora que envejece/ entre agujas y arpilleras,/ en el zapatero remendando su agonía,/ en las palomas de la plaza/ poblando el surtidor,/ en las alamedas de Pelvín/ donde las estrellas encendidas/ se enredan en tus cabellos,/  en el corazón de una simple Margarita/ que jamás será otra flor”)                                                            Deslumbrada por la palabra sugerente, redescubre el lado poético de lugares, personas, paisajes y plantas… en un luminoso solar poético de remembranza y afecto.

ECOLOGÍA Y RECLAMO

GRITO SOCIAL, es el título de este último capítulo de este poemario. Y aquí van sentencias y versos de calcinante refriega social, reclamo y sentimiento altruista.

Así en  “Como Poncio Pilato”, estremecido alegato ecológico,  se lee “Enciendo el televisor/ y veo las noticias/ más insólitas e irreverentes/ pisoteando  la silueta/ de heridas araucarias,/ en esta tierra encorvada/ por un vigente cambalache/ y arterias maceradas por siglos/ de convulsionados inquilinos.// …todo tiene su precio,/ la polémica vende,/ ya nadie confía/ en un gesto/ de buena voluntad,/ la amistad es la respuesta/ a nuestras necesidades/ y la palabra empeñada/ ya no tiene valor,/ ya no se respeta.// Entre la leyenda urbana,/ la fauna herida,/ los dolores ancestrales,/ actos demenciales/ desgajan el universo/ y a nuestra madre tierra/ no es su vestido/ sino su propia piel/ la que arrancamos a jirones/ para luego lavarnos las manos/ como Poncio Pilatos”.

En “El mendigo y su sabueso” y “Navidad en la ciudad”, quedan impresas las airadas imprecaciones, de una franca toma de conciencia ante la injusticia y ferocidad de este malhadado sistema que nos tiene acogotados y solo alienta un inhumano individualismo y un consumismo atroz y materialista:

“Navidad en la ciudad” es un grito sosegado sí, pero contundente, contra la negación completa del sentido de la Navidad Cristiana. El mundillo de la sociedad mercurial que nos sojuzga actualmente, ha hecho de ella un objeto de negociación, un mero intercambio comercial, y lo mismo aplican a los diferentes “Días de…” que inventan, solamente para aprovechar al máximo el hambre emocional del ser humano.

EMBRIAGADOS DE LUZ Y POESÍA

“Incendio en el bosque”, una crepitante descripción del sufrimiento de la Pachamama. Inducido o no, por mano del hombre, la flora y la fauna ven arder sus frutos y sus vidas, en un alucinante poema que esgrime argumentos contra descuidos, desidias e indiferencias tanto oficiales como civiles.

“embriagados de luz y poesía” , contempla, la poeta, a los osados seres humanos que combaten los incendios.

RESTREGANDO PRECARIAS ALEGRÍAS

En claro homenaje a la mujer trabajadora, en “Costurera de pueblo” resalta nítida su identificación alucinada y confesa, con la humilde tejedora de sueños:

“En la arpillera que he recreado/ con lanas de colores,/ punto a punto,/ desatando mis espigas,/ desmadejando con pasión/ mi oficio de artesana,/ quiero rendir un humilde homenaje/ a la costurera de pueblo,/ a la dulce mujer/ que a la vuelta de la esquina,/ entre linos y percales,/ en puntadas creadoras/ va remendando sus dolores,/ a esas manos laboriosas/ pegando botones, haciendo ojales,/ que no piden piedad ni halago/ a los grillos desvelados/ en sus pestañas infinitas,/ enhebrando las horas con esmero/ en la aguja y el dedal,/ a la modista de barrio,/ en su antología de tijeras y texturas/ que nada turba ni fatiga/ la rutina de su afán,/ a la bordadora de sueños,/ forjando una vida/ en el cántico y la magia/ de la tela y su noble bastidor.”

Y por supuesto, en “La Canción de Rosa Aurora”, emerge airosa y rotunda, enhebrando versos sostenidos, plenos de jocunda poesía:

“Desde el rocío matinal/ hasta un sol indefinido,/ desde el regazo invocado/ y la palabra que trasciende,/ se escucha la canción/ de Rosa Aurora/ escobillando, escobillando,/ bajo la sombra del manzano.// Como claro manantial/ en sonora algarabía,/ es la voz fecunda/ de la mujer honesta/ que se gana el pan,/ junto a la vieja artesa de madera,/ de la lavandera del rosal/ dolorida de fragancias/ de la madre con la luna enredada/ en su propio delantal.// En sus ojos de horizonte,/ en el desván de su mirada,/ cruzando los esteros,/ es suya toda el agua de la fuente,/ y de la vida y el lucero,/ el suave aleluya de su beso/ acunando a su niño un día,/ y aquella oración dormida/ en sus manos laboriosas,/ restregando su precaria alegría,/ en el blanco mantel/ de la digna mesa compartida.”

EGOLATRÍA, evidencia la nimiedad de los soberbios, en todos los estratos y niveles. La certeza  de sus imágenes catalogan, vigorosa y reciamente, la precariedad y vileza de sus fútiles atavíos, restregándoles en sus rostros, la inutilidad y bajeza de sus impúdicas arrogancias e inertes altanerías.

EL GALLO CANTA HASTA MORIR: Alegato encorajinado y pertinaz contra injusticias sociales. Estos poemas se inscriben como autoafirmación de tomas de conciencia. Aquí la poeta, traza sus puntos de vista, encolerizada y harta, ante tanta avaricia y falta de equidad. La sociedad adolece de valores. Los poetas siempre están llanos a denunciar. Los poetas no dejan de señalar los desvaríos de una sociedad enloquecida por ensueños materiales.

En MINERO DEL SALITRE: Versos que traslucen algo tácito y previsible: La inutilidad de una guerra que fue manipulada por los poderosos. ¿Qué ganó el pobre obrero? Nada.  La guerra de Chile contra Perú y Bolivia, ya es una evidencia, una verdad , refrendada incluso, por jóvenes historiadores chilenos, que fue monitoreada por Inglaterra. Por sus intereses.

Una verdad clarísima, que nuestros pueblos jamás deben olvidar. Nos impulsaron a esa malhadada y cruel guerra por sus conveniencias.

Los poetas sostienen y siempre cantarán a favor de la Paz, en contra de las guerras.

(“Minero del salitre,/ en tu corto trayecto/ y larga historia/ tras la huella/ del traslúcido/ oro blanco,/ otrora ilusión/ de la pampa,/ ya todo duerme/ en tu pueblo/ fantasma,/ entre fichas/ y soledades/ de un inmenso/ océano de olvido.// (…)  Y tu presencia/ se corporiza,/ ante mis ojos/ acongojados,/ en la arena candente/ del desierto/ que se abre/ al soplo enajenado/ del viento/ sobre la inhóspita/ calichera,/ que congela/ mi aliento/ y sobrecoge/ mi espíritu/ de salitre/ y sudor.”)

Estremecida solidaridad que llama a demandar nuevas estrategias sociales y replantear el sistema actual, a todas luces, obsoleto e incapaz de soluciones para todos, a la altura de todos los cambios, necesidades y nuevas realidades.  Constituyen plataformas y reformas de urgente planteamiento y pronta realización.

ADAGIO Poema, decididamente afincado en ese conocido refrán  (“Mientras más conozco al hombre, más quiero a mi perro”)  hecho popular, teniendo en cuenta las atrocidades que es capaz de perpetrar el ser humano en pos del poder, la rapiña de tierras o riquezas y el afianzamiento en el poder. Las guerras actuales, en cualquier parte del mundo, lo confirman.

Diferente al hombre,  el can es fiel, leal y cariñoso hasta el final. El poema exacerba esa diferencia, con singular énfasis, al sentir la ternura de este animalito suyo al que describe lacónicamente:

“en su mirada/ transparente/ de húmedos/ horizontes/ brinca el sol.// En el llamado/ de la selva,/ tierno y salvaje,/ el tiempo ladra/ lamiendo/ los corredores/ de la coherencia”. (FINAL)

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario