PARÁBOLA EVOCANDO TRAVESÍAS HACIA UN APOCALIPSIS
Por LUIS ALBITRES MENDO
“Si somos miembros de la Comunidad de la Tierra, nuestros derechos deben guardar equilibrio con los de las plantas, los animales, los ríos y los ecosistemas. En un mundo gobernado por el derecho de la Naturaleza, la explotación destructiva del mundo natural centrada en el ser humano sería ilegal y contraria a la ley" Maude Barlow, activista y escritora, especialista en la protección del agua (Fuente: el ojo interior, 15° Edición, Marzo 2017)
G
|
ratísimo el honor de presentar a un artista andinoamericano que es pintor y poeta: ESTUARDO FIGUEROA (Loja, Ecuador, 1960), quien ha merecido numerosos premios y reconocimientos en su patria y en el exterior.
Sus obras han sido exhibidas en varias ocasiones en países de América Andina: Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia, Venezuela, Panamá y en otros países como Italia.
Cuando contemplo pinturas, en este caso, 16 óleos y acrílicos sobre lienzo, no acostumbro a leer los títulos. Prefiero observar las obras y estar atento a lo que ellas me inspiran.
Especialmente cuando el significado y el mensaje de las obras se imponen ofreciendo un abanico de simbologías y significantes de privilegiada riqueza interpretativa.
Dieciséis cuadros, emancipados ya de la intencionalidad de su autor, he aquí mis hallazgos.
Estuardo Figueroa, siendo pintor y poeta, con los cuadros de ALARIDOS DE UN TRANSEÚNTE TACITURNO, que expone en esta oportunidad en la Galería de CAFAE-SE en San Isidro-Lima, PERÚ, ha diseñado en forma estética un tenso poema que produce desasosiego, de intenso e intrincado estilo cromático, hecho adrede, para plasmar relatos plásticos, rezagos de una hecatombe, sobrevivientes en eterno peregrinar.
Toda una parábola o una secuencia cuasi fílmica evocando travesías hacia un destino apocalíptico.
Desafío de la Naturaleza, éxodo, inanición, destierro bíblico. Rotundo llanto ante destinos que podrían haberse evitado.
Desafío de la Naturaleza, éxodo, inanición, destierro bíblico. Rotundo llanto ante destinos que podrían haberse evitado.
Acongojado poema de un pintor, entristecido hasta la náusea ante la decepcionante actuación de una Humanidad soberbia, autocomplaciente, empecinada tercamente en su propia destrucción.
Pinturas muy bien plasmadas, aunque parezcan abstractas o surrealistas, son deliberadamente existenciales, apuntando a denunciar devastaciones y penurias que ya estamos sufriendo actualmente y ante las cuales, pocas voces se levantan, nadie ni escucha ni hace algo, para exigir prevención.
Sobrecogedores paisajes fatídicos, apocalípticos, con figuras humanas semi sugeridas, atrapadas en inundaciones o aludes dantescos.
Imaginarias o previstas en visionarias sesiones creativas del pintor Estuardo Figueroa, masas irredentas, espantadas ante incendiarios trasfondos de colores poderosos y llamativos, rezumando angustiadas ganas de sobrevivir.
SORDOS A LA ADVERSIDAD Y AFLICCIÓN DEL PLANETA
A
|
laridos de un Transeúnte Taciturno: el pintor es testigo clave de toda esta marejada que podría acontecer. Cómo no estar triste frente a la tragedia global. Cómo no gritar y aplacar la ira frente a tamañas incoherencias e incidencias criminales?
La trágica titulación de este conjunto de pinturas no hace sino revelar el hilo de una madeja mucho más dolorosa. La tribulación de toda la Humanidad ante la hecatombe que podría aproximarse a causa del egoísmo de un grupo de humanos sordos a la adversidad y aflicciones del planeta.
La PACHAMAMA ANDINA, venerada, respetada y valorada desde tiempos inmemoriales, ha inspirado de algún modo para que un ciudadano estadounidense haya pedido que se designe y celebre el 22 de abril como DÍA DE LA TIERRA a nivel mundial.
Conscientes de su vulnerabilidad, el llanto de la Tierra, ante la desidia de los pseudo líderes mundiales, contemplar y sufrir cómo su desinterés e indiferencia infieren pérdidas irrecuperables.
Cuando perdemos para siempre floras o faunas valiosas e irremplazables. Cuando el mar, donde se crea la vida, está enfermo de tanta contaminación y los humanos no hacen nada por combatir esa lacra y siguen sembrando sustancias tóxicas en su seno…O la depredación de bosques inapreciables por la voracidad y codicia de empresas anónimas, causando con ello la desaparición paulatina de nieves que ya no serán perpetuas.
IMÁGENES QUE GRAFICAN EL MIEDO Y EL TERROR
L
|
os cromatismos acentúan el fragor de las pesadillas, la composición visual encuadra imágenes que grafican el miedo y el terror.
Ya en colores cálidos presentando un verano agonizante o en matices fríos aludiendo a terribles y helados temporales.
Grupos de juglares o saltimbanquis en desfile callejero en búsqueda de alimentos. La carrera de potros salvajes o la tercera ola apocalíptica de la cual hablan visionarios y filósofos.
Frente a incendiarios percances: transeúntes macilentos y solitarios evacuando sus hogares.
Estruendosa desolación enmarcada ya en cielos arremolinados con candentes soles, ya en heladas e inconmensurables alamedas o llanuras frígidas que al observarlas hielan el alma.
Catastrófico devenir, esperpéntico futuro. Debacle y pavor. Aletargadas o aterrorizadas voces claman nuestra atención y acción.
Multitudes perdidas en la difuminación o unos cuantos personajes desesperados que gritan anhelantes vociferando por auxilios que tardan o no llegan nunca.
Un panorama tétrico. Eso es lo que el hombre ha hecho de su medio ambiente. Si no respetas a la PACHAMAMA, eso es lo que te espera, asegura el pintor con sus cuadros, perplejo ante su propia y profética visión.
Y para prevenir todos estos sufrimientos y torturante destino nos conduce a recorrer y reflexionar.
Acampando en vertientes y ventisqueros de insondables abismos, donde el alma recubre su impotencia y soledad, ansiando de hecho, otras oportunidades.
¡Actuar! ¡Ahora es el momento! Parecen decirnos estas obras en espeluznantes imágenes de lo que podría sobrevenir si no empezamos, primero, a tomar conciencia, y luego actuar en consecuencia.
Cromatismos que visualizan paisajes quebradizos, en pleno movimiento sísmico, advirtiendo, la desgracia que le espera al planeta.
Vana sería la dantesca ironía cromática de Estuardo Figueroa, si no acudimos presto, con nuestra reflexión y acción, a favor de esta Humanidad doliente inmersa en un posible planeta agonizante.
ILUMINAR LA OSCURIDAD: REFLEXIÓN TAN BELLA COMO UNA PLEGARIA
Finalizamos con una sesuda reflexión que es tan bella como una oración:
“Cuando hablamos de adorar a la Tierra no estamos afirmando que debamos convertirla en una diosa o en algo más sagrado que nosotros. Adorar a la Tierra consiste simplemente en amarla, cuidarla y refugiarse en ella. Y, cuando sufrimos, la Tierra nos acepta, nos abraza y restablece nuestra energía, aumentando nuestra fortaleza y estabilidad. La liberación que buscamos se halla justo bajo nuestros pies y en torno a nosotros. Si entendemos esto, nos liberaremos de gran parte de nuestro sufrimiento. Si entendemos la conexión y la relación profunda que nos une a la Tierra, tendremos suficiente amor, fortaleza y despertar para que ambos podamos desarrollarnos” Thich Nhat Hanh, poeta, activista y maestro budista, “Un Canto de Amor a la Tierra” (Fuente: elojointerior 15to Edición, marzo 2017)
No hay comentarios:
Publicar un comentario