viernes, 24 de septiembre de 2021

FERVOR PATRIÓTICO EN HUARÁS: UN PUEBLO ORGULLOSO DE SUS ANCESTROS. Por Luis Albitres Mendo


FERVOR PATRIÓTICO EN HUARÁS (Cuarta Entrega)


Pobladores de Jancu ingresan a Huarás llevando su tesoro (Plazuela del Barrio de La Soledad



UN PUEBLO ORGULLOSO DE SUS ANCESTROS

Por LUIS ALBITRES MENDO

En este histórico desfile, justo de acuerdo a los lineamientos planteados por Javier Cotillo Caballero, joven estudiante universitario de Educación de aquel entonces, quien daba clases en Jancu, en forma completamente gratuita: Incentivar a la población huaracina fue el objetivo. Asistir a la primera muestra de este tipo, en la ciudad. Por lo tanto, no solamente era novedosa la exposición arqueológica y el modo de su difusión, sino también la típica manera de estimular su interés. El resultado salta a la vista. 

Una apoteósica presentación de los pobladores de JANCU, quienes de hecho lograron contagiar a los ciudadanos huaracinos, quienes hoy en día cuentan con un empuje emotivo y científico por avanzar cada vez más en el campo de la Arqueología, en la cual cuentan con una riqueza extraordinaria. Y la Universidad local y otras instituciones nacionales e internacionales suman sus esfuerzos por obtener mayor información y conocimientos.

Gracias a la férrea voluntad del Maestro JAVIER DÁMASO COTILLO CABALLERO, por cuyo esfuerzo personal y familiar se concretó la publicación del “Informe Testimonial”, hoy en nuestras manos, podemos disfrutar de estos magníficos diseños, que realizaron estos antiguos peruanos de Recuay, los cuales plasmaron, pensando trascender hasta el más allá, logrando así, arribar a nuestros predios mentales, plantados sus restos mortales en la Tumba de Jancu, habiendo signado sus mensajes en esplendorosas muestras de su visión artística, relatándonos , al mismo tiempo su particular cosmovisión. Importantes datos divisados, advertidos y estudiados con fervor científico por el investigador Javier Cotillo Caballero.

Pero, sin mayor dilación, informémonos de la algarabía que causó en la ciudad de Huarás la noticia del descubrimiento.

UNA ENTRADA TRIUNFAL

El Amauta Cotillo Caballero nos refiere en su testimonio: “El día 20 de febrero de 1969, tuvo lugar la sorprendente como inusitada presencia de los pobladores de Jancu, quienes entraban a la “Plazuela del barrio de La Soledad de Huarás”, exhibiendo una gran banderola cuyo texto invitaba a participar en la primera exposición arqueológica pública en Huarás, llevando orgullosamente la Bandera Nacional. Esta gran comitiva portaba sobre los hombros un andamio sobre el cual se habían atado cuidadosamente diecisiete primorosas cerámicas (nótese el jarrón), una lámina de oro y dos macanas.

Con el auspicio de la Casa de la Cultura de Ancash presidida por el director Dr. Hugo Pareja Meneses, tuvo lugar la inauguración de la mencionada exposición arqueológica pública en el salón principal de la Municipalidad Provincial de Huarás, con asistencia masiva de las principales autoridades, estudiosos de la especialidad de historia y arqueología, así como pobladores de Jancu, público en general y la prensa especializada”.

MANTENER INTANGIBLE LA TOTALIDAD DE DICHA HERENCIA

Transcribimos, en la pluma del Maestro Cotillo, el interesantísimo INVENTARIO GRÁFICO DE LOS ELEMENTOS HISTÓRICO-CULTURALES ENCONTRADOS EN LA TUMBA: “Las valiosas reliquias de la Tumba Lítico-subterránea de Jancu, nos comunican los conocimientos del hombre Recuay, como la arquitectura, astronomía, creencias culturales, cerámicas, orfebrería; por ello es tarea de cada peruano mantener intangible la totalidad de dicha herencia…”





HÁBILMENTE MODELADOS, COMUNICAN SU ARTE GUERRERO Y CREENCIAS

 “…para poder interpretar lo que nos quieren decir a través de los indicios en las cerámicas escultóricas, el perfil de los personajes así como los zoomorfos hábilmente modelados para mostrar su gran alarma (cerámica nº 14, la zarigüeya), su recogimiento arrepentido pidiendo clemencia a través de sacrificios ofrecidos (cerámica nº 15, felino que devora a una niña sacrificada como ofrenda a los dioses) y finalmente (cerámica nº 16, la actitud del zorro como quien dice “yo no fui”) la indiferencia y desapego a las responsabilidades del hombre en sociedad; igualmente nos comunican su arte guerrero y sus creencias sobre el macrocosmos (cerámica nº 11) y otros sorprendentes conocimientos que iremos deshojando más adelante”.



ENUMERADAS Y AGRUPADAS POR COLORES

“Por lo dicho y por otras razones, este conjunto debe mantenerse intangible. He clasificado de mi archivo personal las reliquias descritas en el primer inventario literal, teniendo cuidado de enumerarlas y agruparlas por colores para mejor interpretación. El rojo se refiere al Líder que exhibía la lámina de oro más cuatro cerámicas referentes. Blanco hueso que identifica a la cerámica escultórica de la Luna y a sus cuatro cerámicas referentes; el amarillo que identifica la cerámica escultórica del Sol y sus cuatro cerámicas referentes. Finalmente se incluyen las cerámicas 17 y 18, encontradas en la segunda grada de la escalinata y la base de la entrada cilíndrica respectivamente, así como también las piezas líticas de macana (19-A y 19-B), tal como se demuestra en el siguiente inventario gráfico:

 CERÁMICA Nº 11 (La ilustración es un estudio pictográfico pintado y donado por el autor al Museo Regional de Ancash)

 (Esta fascinante saga CONTINUARÁ, a fin de exhibir el fabuloso arte de la Cultura Recuay)


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