miércoles, 19 de enero de 2022

ANDINOAMÉRICA: AREQUIPA-PERÚ: SOLEDAD MALDONADO ZEDANO: OBSTINADA EN HURGAR PRODIGIOSOS ENIGMAS. Por Luis Albitres Mendo

 

SOLEDAD MALDONADO ZEDANO



OBSTINADA EN HURGAR PRODIGIOSOS ENIGMAS

Por LUIS ALBITRES MENDO


Los changos, pescadores prehistóricos del litoral de Arequipa fueron los primitivos habitantes de los valles de Ocoña, Camaná y Quillca y demás costas sur peruanas”

José Morante Maldonado

CANTAR DE CHANGOS



Saludamos efusivamente el lanzamiento del nuevo poemario de la notable poeta nacional SOLEDAD MALDONADO ZEDANO, nacida en Arequipa, publicado bajo el sello de  La Manzana Mordida Nº 120, revista literaria dirigida por el reconocido poeta CARLOS ZÚÑIGA SEGURA.

SOLEDAD MALDONADO ZEDANO: Poeta, crítica literaria y ensayista. Ha publicado los siguientes libros de poesía: El lugar de la esperanza (2 ediciones), Salmo por las mujeres de mi Patria, Camisa de fuerza, Testigo de cargo, La piel violada de América (quechua-español), y, Polvo de Luna (francés-español). Ejerce la crítica literaria y de arte, es ensayista, ha realizado estudios literarios regionales y peruanos. Es autora de los estudios: El contenido social de la Literatura Infantil Peruana, y, Evolución de la Poesía Infantil Peruana. Es Presidenta de la Casa Nacional del Poeta – Filial Arequipa, Presidenta Honoraria de la APLIJ Nacional, Promotora y Gestora Cultural, Past Decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Catedrática de la Escuela Profesional de Literatura y Lingüística. Fue Directora del Centro Cultural de la UNSA, además dirigió y promocionó la Sala de Cultura y Galería de Artes “César Atahualpa Rodríguez” del Centro de Idiomas de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa.

AREQUIPA, como CUSCO, CAJAMARCA, el PERÚ entero y toda ANDINOAMÉRICA es un lugar místico, sacro por excelencia. Por eso sus poetas, casi en trance, se inspiran en sus raíces ancestrales y crean poemas como quien cincela obras de orfebrería, esculpiendo con la finura y delicadeza de quien está tallando una escultura para la eternidad, en pleno risco a roca viva o en un escarpado acantilado, frente al mar, desde donde se otea la grandiosidad del océano y sus misteriosas e inmensas profundidades.

KAY PACHAPI PAQARIMOQ = NACIDA EN ESTE MUNDO

Los changos son una etnia predecesora a las culturas que posteriormente serán: nazcas, paracas, collas, puquinas, incas; en un orden de evolución en el tiempo. El chango es el poblador primitivo de la zona sur del Perú”                                                                                 Soledad Maldonado Zedano



SUEÑO, EN PROSAPIA POÉTICA, DESATADO

 

CANTAR DE CHANGOS

Trashumante travesía poética por intrincados retazos cósmicos de fragorosa especie. Prehistórica, antiquísima, flora, fauna, cielo, mar, montaña. Frecuentando riscos tutelares, imantada para siempre por hondonadas amables. Fecunda Pachamama e hijos creadores, capaces de inspirar a una mente poderosa, obstinada en hurgar prodigiosos enigmas.

I.                   Kay Pachapi

Desparramando versos de estirpe poética sumamente alturada, la poeta nos conduce hacia predios, mitad reales, mitad oníricos (“Paraíso de piedra o limada soledad sepultados/ en la terrosa médula de estas voces ajenas./…/ Ni oigo las pétreas wífalas fugadas de los churales”)

CRONOLOGÍA DEL RITO ESTREMECIDO

II.                Quillcapampa

Estilizada descripción de costumbres ancestrales como la caza y la pesca, en base a flechas o redes (“Alunada de noche alumbró a hurtadillas/ hordas de protohombres.// …dardos/ fogonazo antiquísimo/ inmolando el dorso del huanaco/ y en la dureza memoriosa de las conchas/ las atarrayas preñadas de peces constelados.//   Quillcapampa Santuario entre las ocres ancas/ coloreadas de ciervos acezantes/ agitada costilla del barro americano”)

POR AIRES Y RESQUICIOS

III.              Quillca

El yo poético de la autora, privilegiada transeúnte, desplazándose a su libre albedrío, por antiguas trochas, ancladas para siempre, en zonas inaccesibles donde solo llegan las aves, por sus alas y sus crías, sin respuesta alguna, en salobres arrecifes que atraen empecinadas por sus riesgos y quimeras. Entonces la muerte ingresa y arrasa, sin miedo, poblaciones enteras.

LA PIEDRA, EL AMOR Y LA MAR

IV.             Quillasca

Petrificados murallones absortos pero luego satisfechos dan la bienvenida a la eternidad del mar. Y la voz poética, resueltamente calmada más siempre inquieta, indaga sobre roquedales y empinados farallones, disfrutando la delicia de las olas a la hora de inspirarse y meditar, pues es una fruición leer cómo se regocija con la abundancia de los cromatismos aurorales o crepusculares, avivando el placer de vivir: (“… devolviendo el cielo al agua en que muere/ y nace la dicha de la vida.// Tripulada en sus sueños perdía la quietud al mediodía/ transformada en canoa su dilatada roca/ y pintada de risas cruzaba la caleta/ frotando al viento cálido el canto de los niños.// Solo ella sabía del tiempo inagotable/ de esas manos de arena en su espalda granítica/ bañándola de siglos/ ovillando en sus celdas la ñusta luminosa/ que la gente en penumbras creía divisar/ esperando al guerrero que partió sin retorno.// Por esto una obscura madrugada/ se acercó el cielo a la tierra y entre centellas y truenos/ quebró el lomo de los montes para amar a la q’oya/ y modelar la caleta/ que guarde celosamente a la sufriente Amanate.// Así seguirá inmóvil, congelada, desprendida/ del gran abrazo cósmico desde donde arribó/ Quillasca/ Asteroide esculpido en los acantilados”)

V.                Quellcasupay  ( Libro de piedra y de sol )

 

Todo un inventario del talento de los changos: Serpiente bicéfala reveladora de enigmas, las cuales adornaron con perlas de obsidiana y las gargantas repujadas, como observan los versos (“fluyendo petroglifos desde Quillca y Arantas// ¡Oh!, las colinas de Quillcapampa”)

Después de guerras e invasiones se asentaban tiempos de paz y los guerreros convertíanse en agricultores y alfareros (“dulcificando el vientre de arenales y dunas/ con la bondad del camote, algodón, lúcuma/ y los frijoles ululando en los ceramios/ mágica hoguera del barro hecho piedra/ sobre las q’onchas calcinadas/ Sagrada liturgia de los Ayllus// Quellcasupay oráculo/ entre el camino infinito/ del mar hasta las sierras”) 

VI.             En el Exilio, es turbada libélula la Nostalgia

 

Otra vez el yo poético de Soledad retorna a inaugurar su retozo cósmico. Y nos deleita con versos memorables, plenos de una poética poco común, entronizados en una rara intuición. Seguramente Vallejo y todos los emigrantes, sentirán parecida perturbación lejos de su patria, su tierra y su familia. Soledad medita (“Es la nostalgia turbada libélula zumbando la testa del exilio/ (…) / y es remoto el recuerdo/ La distancia deshoja la flor de su aflicción/ pero sus pétalos vuelan besando este abandono”)

VII.            Ese chango confuso atisbando dentro de mi

 

El sinsabor y la zozobra de la violencia arrasaba también por igual estas comarcas (“Nazcas, aymaras, waris, changos, sentaron artes y guerras/ Asimismo Inca Roca/ Brotaba furtivamente del abdomen de los cerros/ para embarcar en sus balsas/ Y en la Colonia arribaron por mi caleta de Quillca/ los negros del Senegal/ y afirman abochornados que también en esos tiempos/ llegó una plaga de ratas -las primeras del Perú-/ Por este muelle zarpaban peruanos y realistas/ y además partió La Serna cancelando el Coloniaje/ Después el célebre Huáscar anclaba en esas aguas/ reparando su coraza protegido entre las peñas.//  Extiendo sobre mi piel/ dentro y más allá de mi/ la mar de sus arenas./ Y siento que soy de ahí.// (…) / Ese chango confuso atisbando dentro de mi/ me viene pausadamente desde el fondo de la historia.//)

IMPULSADA POR EL FRAGOR DE LA FUERZA ÉTNICA

 

Con júbilo nos enteramos de esta nueva publicación de Soledad Maldonado Zedano. Me enaltece ya que grandes son los lazos amicales que nos unen.

Imaginamos a Soledad, invirtiendo su tiempo, inmersa en una exhaustiva investigación previa, de libros antiguos, ya que el diseño prospectivo de este poemario partía desde la perspectiva de historias, leyendas y por supuesto también teniendo en cuenta al imaginario popular, cuyo remanente es muy importante en la memoria colectiva.

Inspirada en las raíces, la prehistoria, los inicios previos a la Historia, en este poemario hay un desbordante apego a la tierra, al espacio ganado por los nuestros y la identificación con nuestra gente primigenia.

La autora exalta el gesto heroico del pueblo aborigen, impulsada por el fragor de la fuerza étnica, que a través del tiempo, presenta resistencia a diluirse y morir y en un acto digno de admirar, sobrevive a tantos intentos de abolirla y desaparecerla.

A pesar del tiempo y todas las inclemencias y desdichas humanas, que la Historia ya ha recogido de algún modo. Pero, desafortunadamente, continúan las desidias de los dirigentes de toda laya que no hacen ni hicieron nada por preservarla.

Ante esa falencia, Soledad Maldonado opone su inteligente, terco y lúcido reclamo y hace de su poesía una franca resistencia: Enorgullecernos de lo nuestro, de nuestros orígenes. Para recuperar nuestra memoria histórica. Para que las nuevas generaciones también lo sepan. Para que nadie lo olvide.

Y más bien, poner todas estas verdades a buen recaudo, en el coraón y mentes de nuestros niños y jóvenes, doblegando al racismo y clasismo, otrora dominantes, pero a los cuales aún no se les ha cortado las cabezas.

INSTINTO EMOCIONAL Y POÉTICO DE GRATO LINAJE

 

“CANTO DE CHANGOS”: Aquí hay instinto emocional y poético: La piel cobriza, la sangre nativa, los aromas del mar, los colores de la arena, los paisajes, valles y horizontes, la prehistoria y el largo bagaje de la Historia. Todos estos elementos presentes en los poemas, imponen un sello, en pos de una marca indeleble y personificada.

SOLEDAD, pionera en estas lides, con un estilo eminentemente original, avanza hacia estratos poéticos de grato linaje peruanísimo: El genuino color broncíneo de la piel, la sangre autóctona, el abundante cabello negro, señal inequívoca de vitalidad, son otras tantas perlas ancestrales. Motivos más que suficientes para sentir un soberbio contento de pertenencia.

Este poemario nos lleva a atisbar tiempos adánicos, donde reverberaban manifestaciones de sincera humanidad en expansión edénica, la solidaridad no desapareció nunca pese a las guerras. Pero ante la sobrevivencia surgían expulsiones de los paraísos creados (huertos y chacras) y las invasiones no se hacían esperar. Ante eso solo cabía la unión, la defensa y la construcción de mundos nuevos.

A fuerza de pugnas y avances sorpresivos, la Historia se ha ido desplazando. Por eso, afianzando el orgullo de lo nuestro, de nuestra raza, lo que la Historia nos va enseñando, no debemos olvidar jamás.

CREADORA DE UNA SONATA EXUBERANTE

 

Inexorablemente “Canto de Changos” expresa un vigoroso aferramiento a la tierra y a su gente. Dejémonos llevar por la magia de esta musicalidad poética, afianzada por el eximio trabajo literario de su autora, verso a verso, logrando presentarnos una sonata exuberante, donde son revalorados, además del hombre de esos lares, su epopeya marina en aquellos remotos tiempos y su creatividad y actividad agrícola en valles y zonas donde creó y cultivó auténticos edenes para construir la felicidad de su prole.

Desde entonces empezó el milagro del Perú al mundo. Por el sudor y el esfuerzo de estos hombres prehistóricos nuestros primeros peruanos pudieron realizar genuinas gestas, teniendo en cuenta las andenerías, los canales de irrigación en superficie y subterráneas y toda la gama de frutos domesticados, del cual hoy en día la humanidad goza y usufructúa, para no hablar sino de unos cuantos: camotes, papas, maíz, quinua, kiwicha, tarwi, pallares, ocas, ollucos, chirimoyas, capulíes, etc.

Envalentonados, orgullosos, los ANDINOAMERICANOS, por esta bien planteada y brillante lección, gracias al ojo avizor de la poeta Soledad Maldonado Zedano, asistimos victoriosos ante tal batalla ganada. Es un triunfo previsto y aclamado. Nunca más al vasallaje físico y mental!!!



 

 

 

 

 

1 comentario:

  1. Muchas felicidades a la poeta, Soledad Maldonado Zedano, por su obra. Gracias por inspirar a las nuevas generaciones a escribir y a no olvidar nuestras raíces ancestrales.

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