lunes, 26 de agosto de 2024

JORGE DÍAZ HERRERA: 23 de agosto está de Onomástico. Va un abrazo por su Cumpleaños!!! FABULADOR INNATO E INSONDABLE : CELENDÍN-CAJAMARCA-PERÚ-AMÉRICA ANDINA. Por Luis Albitres Mendo

 

JORGE DÍAZ HERRERA



FABULADOR INNATO E INSONDABLE

Por LUIS ALBITRES MENDO

Su libro de cuentos: LAS TENTACIONES DE DON ANTONIO


“Toda salvación crece al borde de un manantial” JDH


DE FACTURA INCREÍBLE

El relato que concede título al libro es sencillamente magistral. Estupendo cuento de factura increíble.

Leído en mis viajes de ida y vuelta, Surquillo- San Juan de Miraflores, cuando tenía un taller de pintura en ese populoso distrito, prácticamente  me transformó en un voraz lector. Tal era la curiosidad por avanzar y finalizar.

Este cuento, LAS TENTACIONES DE DON ANTONIO, por su temática, la terrible soledad de un anciano, hace recordar a la película “Vivir”, del genial Kurosawa, célebre director de cine japonés. En esta película, incrementa la tragedia del protagonista, la tristísima música. Aquí, el imperceptible pero devastador avance del alzheimer, finaliza en el geronto, con un ataque al corazón.

Historias sobre seres desahuciados, perdedores, desde el inicio algunos o en algún momento preciso de sus vidas, otros.

Sean cuentos o novelas, JORGE DÍAZ HERRERA (1941), es un narrador innato, un fabulador identificado con la ficción y la literatura. Por eso, para que peruanos e hispanoamericanos y amantes de la literatura, conozcan un poco más su enorme talento literario, probado en la singular y oceánica creación de libros, de este prolífico escritor cajamarquino, nacido en la bella ciudad de CELENDÍN, me permito realizar un comentario al amparo de mi lectura de estos cuentos.

La perfección artística en el lenguaje, la proporción en el estilo. Se advierten artificios literarios, divertimentos, digresiones. En suma, una maestría compositiva extraordinaria.

Relatos tan bien elaborados, con tanta precisión, que el realismo de sus descripciones, salta a la vista.

Da la impresión, en alguno de ellos, que algo de su argumento, perteneciera a algún rastro de su propia biografía juvenil. “El Reencuentro”, por ejemplo. El hecho es que a todos los cuentos les confiere un matiz de gran verosimilitud.

Historias que tienen el sabor de lo conocido, de lo familiar. No obstante, Díaz Herrera les confiere un cromatismo literario y una singularidad, a prueba de fuego. Borgianos al fin, no se puede ni quitarles una palabra ni agregarles otra. Son redondos, circulares, exactos. En suma, una maravilla para la lectura. Si algún cineasta les prestara atención, pues disponen todas las connotaciones y signaturas de guiones cinematográficos, además de sus innegables preciosidades literarias.

Narraciones tan impresionantes, que bien podrían ser tan exitosas, cinematográficamente hablando, como la película argentina “Cuentos Salvajes”, o la versión peruana de otros relatos que titularon “Cuentos Inmorales”. Películas basadas en tres o más relatos y luego editadas en una sola cinta. Los cuentos de Jorge Díaz Herrera se prestan para filmar películas excepcionales.

 

LA DICHA ES DIFÍCIL DE CREER  - LA IRRESTRICTA CONTUNDENCIA DE LOS HECHOS

“CERCA YA DE TODO”

En este segundo relato, al protagonista, toda la verdad se le empozó en el alma. Habiendo rumiado las diversas culpas en cavilaciones sinfín, terminó perdiéndolo todo. “Un viento de regocijo le hinchó el pecho. De buena gana habría dejado que esa repentina dicha se le soltara en estruendosas carcajadas. Pero calló. Mejor así -se dijo-.  Te creerían loco. La dicha es difícil de creer”.

Los dos cuentos primeros constatan la ley causa-efecto y el poder pernicioso de la culpa, incluyendo incluso a un cura inmisericorde. El primer cuento rinde tributo a “La Metamorfosis de Kafka. La irrestricta contundencia de los hechos.

“LA HISTORIA PERDIDA”

Recuento de toda una vida, con pesares y contriciones. Preparación pormenorizada de un disparo y luego gendarmes nada hoscos y mente en blanco.

NOS LIBERA DE LA PERPLEJIDAD

“LAS MUERTES DE WÁLTER KUT”

Cuento complejo, enrevesado adrede, pero con un final que da la pista y nos libera de la perplejidad.

Jorge Díaz Herrera escribe como su famoso tocayo Jorge Luis Borges, a cada cuento no le faltan ni le sobran palabras. “Él, puro soltura y libertad, ave tranquila, se volvió distante y de prisa, colibrí”; “Su naturaleza es la de un pájaro en libertad y en el poco tiempo de prisionero ya es un escombro”.

“EL PADRE PACO”

A partir de unos diseños sobre el lomo de un ficus, se desliza una historia alucinante sobre un cura santo que no era Paco y las damas que pretendieron desagraviarlo se llevaron la sorpresa de su vida.

RADICALIDAD DE LA CULPA

LA DESDICHA DE LOS ROITIER LUNA

Tragedia múltiple acrecentada por nuevas y peores desventuras. Experiencias desastrosas que, increíblemente, van aclarando el panorama y que al final resultaron incongruentes, contraproducentes a tal punto que desbordaron los terribles acontecimientos.

Circunstancias irreversibles e inconscientes pero ciertos. El sorprendente final acentúa la verticalidad de los pesares, la radicalidad de la culpa.

SECRETOS, OBSESIÓN E INFORTUNIO

ANTONIA Y MIGUEL

El caso, desafortunadamente no tan poco común, del amor de dos hermanos , quienes nunca supieron ser hijos del mismo padre y cuya tragedia es tener que separarse. Culpabilidad y secretos de los padres que, al fin y al cabo, salieron a luz.

MAR INFINITO DE AUSENCIAS

FUGAZ ETERNIDAD

Leer y releer una y otra vez cada párrafo es una delicia por la perfecta construcción de su inventiva narradora. El modo cómo grafica y diseña cada uno de los acontecimientos.

Quizás, el más logrado y el que por su dimensión tiende a ser una novela corta. Con personajes delineados a la perfección. Una familia aristocrática venida a menos, en franca decadencia: el triste final de un patriarca tozudo, que se niega a  ver la realidad, protagonista y receptor de las sanciones del tiempo. Ironía y evanescencia de las riquezas, boato, bienes y comodidades.

TERCA VOCACIÓN

Después de tanta angustiante tragedia de la cotidiana existencia, por fin arriba un cuento tragicómico, dotado de misterio, enigma y una evidente referencia al maltrato en las “tradicionales jerarquías castrenses de acuerdo a los grados”.

Trae un aire de hilaridad, la célebre muletilla del “Capitán Quién chucha” y un enigmático final que remite a ciertas películas de terror.

EN BASE A SUSPENSO CASI CINEMATOGRÁFICO

MIREYA KRUGG

Una relevante narración en base a suspenso, casi cinematográfico. Renovación constante de sorprendentes indicios y recursos, que el narrador combina con la habilidad de un director fílmico.

Cuentos escritos con oficio, con una exactitud de conceptos, epítetos y sílabas. Es tal la simetría y el maravilloso encuadre literario.

EL REENCUENTRO

Con un final inesperado y lógico, relato elaborado de acuerdo al carácter asignado a cada uno de los dos protagonistas.

VERICUETOS Y MEANDROS QUE DA LA VIDA

CUÉNTAME LO QUE NOS PASA

Magnífico relato, magistral, escrito en base a los vericuetos que da la vida. En torno a amores, desamores, celos y meandros existenciales de un matrimonio que se llevó a cabo por cálculos y conveniencias.

LOS ENREDOS DEL DESTINO

LOS REYES DEL MANBO

La historia de Claudia y Florencio, “artistas de teatro de “Taramba”. En su pequeño apartamento los amigos revoloteaban sus risas y sueños: “zurcían un mundo donde el teatro les daría todo lo que les faltaba”.

Este último relato del libro es de una inclasificable arrogancia literaria, por los diálogos, suficiencia y certeza de los personajes, movidos como marionetas por el “destino”.

Poco a poco iban llegando los desaciertos, decepciones, resortijones emotivos y apretones de tuerca. La realidad se iba imponiendo. “Todos estamos en un zoológico”.

Recalcitrante orgullo del varón (Florencio), supuestamente herido en su amor propio. Infringieron las palabras y los regalos del que había terciado (Peter), en algo tan “sagrado” para él, que suponía era un romance serio.

Cambiado por los cobres, los dólares del extranjero, su pareja de toda la vida (Claudia) prefirió la comodidad y los lujos, al amor.

Es extraño captar los sentimientos encontrados y ocultos, en palabras y carcajadas, soltadas a horcajadas emocionales.

Toda la ironía y el resentimiento, encapsulados en las palabras y respuestas del amante abandonado, herido en su orgullo de macho desechado. Y todo por el maldito billete.

El sorprendente final, humano al fin, devuelve con la misma moneda: “La naturaleza del mal es más fuerte que la naturaleza del bien. La capacidad de la víctima de convertirse en verdugo es insuperable”





 

miércoles, 21 de agosto de 2024

LUCHO ALBITRES : CAZADOR DE FIGURAS , Por ALBERTO ALARCÓN

 

LUCHO ALBITRES: CAZADOR DE FIGURAS


Por ALBERTO ALARCÓN

Como un homenaje al poeta peruano ALBERTO ALARCÓN,  escritor, editor, crítico literario y de arte, quien conjuga brillantemente la poesía con la prosa, es un honor sacar a luz un espléndido texto, fruto de su inventiva y creatividad.

Bastante transparente es la verdad, ante las obras de arte, como ante los libros, los espectadores, asimismo los lectores, asimilan, comentan o expresan, lo que ya ellos disponen en su interior. Desde luego bulle en su mente algo parecido o asociado, al contacto con lo nuevo.

Es decir, en esta interrelación coexiste una simbiosis intercultural altamente proteica e interactiva, desde el punto de vista artístico y estético.

La publicación de este ensayo, por su jerarquía estilística y penetración psicológica, amén de su linaje estético, va en honra y difusión de la trascendencia literaria de ese gran poeta y escritor peruano, ALBERTO ALARCÓN, nacido en la ciudad de Piura y afincado actualmente en la ciudad de Trujillo. 

En realidad, en este texto podemos admirar el vuelo creativo, aludiendo extasiado al Aleph de Borges, conun estilo fastuoso, la creación de un poema sinfónico, a partir de un alucinado vistazo a obras pictóricas que inspiran en este egregio poeta la escritura de una colorida y larga canción. Los vasos comunicantes entre Arte y Poesía, por este magnífico ensayo nos enteramos, que son múltiples y esplendorosos.                                                                                   Luis Albitres Mendo


                                                                       
                                                                          Yawar Fiesta 1


“A Lucho Albitres lo conocí en un sueño. Lo vi en un firmamento jubiloso y enmarañado, bajo flores que él había inventado y frutas combas y fulgurantes que emergían entre los cordones azules de una lluvia sin agua. No tenía rostro, era una mano con alas que pegaba trocitos de papel con la delicadeza y la maestría de los querubines ebrios. Era un duende de luz, un gnomo que sabía los secretos de las galaxias, una salamandra enamorada de su propio fuego, un niño sin razón, anudando sus delirios en las astas de toros encabritados o entre los trajes de diablos danzarines. No estaba en ningún lugar de ese sueño, o mejor dicho estaba en todos los puntos del mismo: inubícuo, omnipresente, repartido en los ritmos oscuros y las lácteas claridades de un universo que se movía según su voluntad.

Ese sueño ocurrió en 1992, en Trujillo, una noche que desde entonces se llama “Los Colores de la Euforia”. Pasó algún tiempo para que el duende bueno se volviera realidad. Una noche de poesía y vino a que nos convocó un poemario de Carlos Garrido Chalén, lo vi de lejos y nos acercamos a saludarnos sin palabras. No era necesaria ninguna; los dos sabíamos que, entre las tantas cosas que hemos venido a hacer en el mundo, estaba ésta, la de reconocernos como se reconocen los pájaros en la oscuridad, la de encontrarnos como se encuentran el río y el mar en ese abrazo sin nombre de las bocanas donde el rocío tiene la epicidad de las batallas y los peces se embriagan en los himnos de la vida.

Lucho Albitres no aprendió en la Academia los asuntos del arte. Se lo enseñaron las retamas, los cerros legendarios, el mojado pasto y los bueyes serenos de su Cajamarca natal. Algo del cauce de los perolitos, de los vientos que se agitan en la cima del Santa Apolonia, de la disparatada armonía de las cuevas de Otuzco, algo de todo eso está en sus tintas y en sus trabajos de collage. En cada uno de sus cuadros vibra el elán de un infante que juega, un elemental egureniano que hace que las líneas y los colores nos lleven a la irrepetible playa de la infancia, allí donde varan pequeños troncos oscuros que bien pudieran ser caballos, candelabros, seres humanos o insectos de otro mundo. Sus ojos encandilados no hallan en la realidad sino pretextos para encontrar en cada cosa el aroma de la arcadia perdida. Así, sus flores son motivos para poner al tope su hiperestésico sentido de la libertad; esas frutas prodigiosas lo son para jugar con todas las posibilidades del color, las cuatro estaciones para hacer con ellas lo que hizo Vivaldi, convertirse en un pastorcito que las mira sucederse entre la vigilia y el sueño; los carnavales cajamarquinos para ejecutar locuras a lo Miró o poner los colores en movimiento como en los cuadros de Boccioni.

Nada escapa al espíritu lúdrico de Lucho Albitres, ni siquiera la muerte;  ahí está si no su Yawar Fiesta, el de la tragedia arguediana, pues no le interesa la lucha existencial entre el bien y el mal; es el regusto de la pelea misma, el fárrago de los colores, el bullicio de la vida y la muerte vistos con ojos de inocencia, entre las aparatosas avellanas  de la fiesta popular.

¿A qué niño no le place llevarse a casa un poco de revistas que halló botadas en un papelero? Así nacieron los collages de Lucho Albitres. La mayoría de ellos recortados pacientemente de las revistas que obsequian los propagandistas médicos. De allí salen sus atmósferas barrocas, sus insinuaciones humanas, sus flores delirantes y sus frutas que trajinan por un cielo confuso de caminos. No obstante que la figura surge tácita o sugerida en sus cuadros, yo no diría que la pintura de Albitres es figurativa o semifigurativa. Siento que en ella predomina el furor del sueño, las quimeras de un peregrín  fabulador y, por lo tanto, su intención es surreal, onírica, de un lirismo que se agosta para sacar de la nada el movimiento y el color. Será por eso que Lucho Albitres quema incienso en los altares de los impresionistas franceses, de Picasso, Marc Chagall, Miró y entre los peruanos para Vinatea Reinoso y ese demonio con ojos de ángel que se llamaba Sérvulo Gutiérrez.

En esta rayuela pictórica de Albitres, el juego consiste otra vez en alcanzar el cielo, también con una piedrecilla en la mano y empezando por la tierra. No es una pintura de evasión, de torremarfilismo. Si miras bien, en estos cuadros está el hombre, pero no en su corporeidad, ni en su razón, pues al fin y al cabo, éstos son elementos prescindibles. Está el hombre en su orto, en su estación primigenia, allí donde la contemplación y el asombro son el único lenguaje que nos comunica con Dios”.

                                                                                                               Trujillo, invierno de 1993

                                                                             Yawar Fiesta 2


                                                                               Yawar Fiesta 3





domingo, 11 de agosto de 2024

FERVOR PATRIÓTICO EN HUARÁS: UN PUEBLO ORGULLOSO DE SUS ANCESTROS. Por Luis Albitres Mendo


FERVOR PATRIÓTICO EN HUARÁS (Cuarta Entrega)


Pobladores de Jancu ingresan a Huarás llevando su tesoro (Plazuela del Barrio de La Soledad



UN PUEBLO ORGULLOSO DE SUS ANCESTROS

Por LUIS ALBITRES MENDO

En este histórico desfile, justo de acuerdo a los lineamientos planteados por Javier Cotillo Caballero, joven estudiante universitario de Educación de aquel entonces, quien daba clases en Jancu, en forma completamente gratuita: Incentivar a la población huaracina fue el objetivo. Asistir a la primera muestra de este tipo, en la ciudad. Por lo tanto, no solamente era novedosa la exposición arqueológica y el modo de su difusión, sino también la típica manera de estimular su interés. El resultado salta a la vista. 

Una apoteósica presentación de los pobladores de JANCU, quienes de hecho lograron contagiar a los ciudadanos huaracinos, quienes hoy en día cuentan con un empuje emotivo y científico por avanzar cada vez más en el campo de la Arqueología, en la cual cuentan con una riqueza extraordinaria. Y la Universidad local y otras instituciones nacionales e internacionales suman sus esfuerzos por obtener mayor información y conocimientos.

Gracias a la férrea voluntad del Maestro JAVIER DÁMASO COTILLO CABALLERO, por cuyo esfuerzo personal y familiar se concretó la publicación del “Informe Testimonial”, hoy en nuestras manos, podemos disfrutar de estos magníficos diseños, que realizaron estos antiguos peruanos de Recuay, los cuales plasmaron, pensando trascender hasta el más allá, logrando así, arribar a nuestros predios mentales, plantados sus restos mortales en la Tumba de Jancu, habiendo signado sus mensajes en esplendorosas muestras de su visión artística, relatándonos , al mismo tiempo su particular cosmovisión. Importantes datos divisados, advertidos y estudiados con fervor científico por el investigador Javier Cotillo Caballero.

Pero, sin mayor dilación, informémonos de la algarabía que causó en la ciudad de Huarás la noticia del descubrimiento.

UNA ENTRADA TRIUNFAL

El Amauta Cotillo Caballero nos refiere en su testimonio: “El día 20 de febrero de 1969, tuvo lugar la sorprendente como inusitada presencia de los pobladores de Jancu, quienes entraban a la “Plazuela del barrio de La Soledad de Huarás”, exhibiendo una gran banderola cuyo texto invitaba a participar en la primera exposición arqueológica pública en Huarás, llevando orgullosamente la Bandera Nacional. Esta gran comitiva portaba sobre los hombros un andamio sobre el cual se habían atado cuidadosamente diecisiete primorosas cerámicas (nótese el jarrón), una lámina de oro y dos macanas.

Con el auspicio de la Casa de la Cultura de Ancash presidida por el director Dr. Hugo Pareja Meneses, tuvo lugar la inauguración de la mencionada exposición arqueológica pública en el salón principal de la Municipalidad Provincial de Huarás, con asistencia masiva de las principales autoridades, estudiosos de la especialidad de historia y arqueología, así como pobladores de Jancu, público en general y la prensa especializada”.

MANTENER INTANGIBLE LA TOTALIDAD DE DICHA HERENCIA

Transcribimos, en la pluma del Maestro Cotillo, el interesantísimo INVENTARIO GRÁFICO DE LOS ELEMENTOS HISTÓRICO-CULTURALES ENCONTRADOS EN LA TUMBA: “Las valiosas reliquias de la Tumba Lítico-subterránea de Jancu, nos comunican los conocimientos del hombre Recuay, como la arquitectura, astronomía, creencias culturales, cerámicas, orfebrería; por ello es tarea de cada peruano mantener intangible la totalidad de dicha herencia…”





HÁBILMENTE MODELADOS, COMUNICAN SU ARTE GUERRERO Y CREENCIAS

 “…para poder interpretar lo que nos quieren decir a través de los indicios en las cerámicas escultóricas, el perfil de los personajes así como los zoomorfos hábilmente modelados para mostrar su gran alarma (cerámica nº 14, la zarigüeya), su recogimiento arrepentido pidiendo clemencia a través de sacrificios ofrecidos (cerámica nº 15, felino que devora a una niña sacrificada como ofrenda a los dioses) y finalmente (cerámica nº 16, la actitud del zorro como quien dice “yo no fui”) la indiferencia y desapego a las responsabilidades del hombre en sociedad; igualmente nos comunican su arte guerrero y sus creencias sobre el macrocosmos (cerámica nº 11) y otros sorprendentes conocimientos que iremos deshojando más adelante”.



ENUMERADAS Y AGRUPADAS POR COLORES

“Por lo dicho y por otras razones, este conjunto debe mantenerse intangible. He clasificado de mi archivo personal las reliquias descritas en el primer inventario literal, teniendo cuidado de enumerarlas y agruparlas por colores para mejor interpretación. El rojo se refiere al Líder que exhibía la lámina de oro más cuatro cerámicas referentes. Blanco hueso que identifica a la cerámica escultórica de la Luna y a sus cuatro cerámicas referentes; el amarillo que identifica la cerámica escultórica del Sol y sus cuatro cerámicas referentes. Finalmente se incluyen las cerámicas 17 y 18, encontradas en la segunda grada de la escalinata y la base de la entrada cilíndrica respectivamente, así como también las piezas líticas de macana (19-A y 19-B), tal como se demuestra en el siguiente inventario gráfico:

 CERÁMICA Nº 11 (La ilustración es un estudio pictográfico pintado y donado por el autor al Museo Regional de Ancash)

 (Esta fascinante saga CONTINUARÁ, a fin de exhibir el fabuloso arte de la Cultura Recuay)