EN LOS CERAMIOS DE LA TUMBA JANCU
ESPLENDOR DEL ARTE RECUAY
Por Luis Albitres Mendo
HASTA LOS CONFINES DEL TIEMPO
Gracias a la férrea voluntad del maestro Javier Dámaso Cotillo Caballero, por cuyo esfuerzo personal y familiar se consolidó la publicación de su Informe Testimonial, hoy podemos disfrutar de magníficos diseños, elaborados sobre las superficies de ceramios, hechos por estos antiguos peruanos de Recuay, los cuales los plasmaron, pensando en trascender hasta el más allá, hasta los confines del tiempo, logrando arribar a nuestros predios mentales, establecidos sus restos y signados sus mensajes en esplendorosas muestras de gran visión artística, rubricando al mismo tiempo, el contenido de una radiante cosmovisión, prevista y documentada por el gran investigador, arqueólogo autodidacta, el maestro JAVIER DÁMASO COTILLO CABALLERO.
Admirables las líneas, formas, dibujos, diseños, símbolos y signos. Lo mismo la habilidad, talento e inteligencia que han utilizado para conferirles más de un significante a cada uno de ellos.
Figuras antropomorfas, músicos, aves estilizadas, felinos y cabezas de saurios (logrados gracias a una síntesis de magistral fineza estética).
Aplicaciones pictográficas de sorprendente sincretismo artístico. Aparente simplicidad creativa pero grandeza simbólica. Detentan mucha proporción y equilibrio además de un genial potencial para sintetizar las formas.
La esencia de estas artes estriba en la sobriedad de su estética sin perder atractivo, el equilibrio de la composición y la economía de sus colores firmes. Y sin embargo se adelantaron a su tiempo pues actualmente alcanzarían gran notoriedad. Serían contemporáneos.
Aquí, entre otras motivaciones y temáticas como la vida y la muerte, están impresos sus miedos y temores. El terror que sentían ante fenómenos naturales que ignoraban y desconocían, pero al mismo tiempo admiraban y respetaban, endiosándolos.
RESALTAR ESA MÍSTICA, ESA ASOMBROSA SERENIDAD Y EMOCIONADO ENTUSIASMO
El maestro Cotillo Caballero ha descubierto mucho más y se ha propuesto ahondar la excelencia de estos artistas y sus obras, que han llegado hasta nuestros días.
Con gran precisión, describe fehacientemente cada una de las cerámicas encontradas. De igual manera, dispone de valiosos comentarios descriptivos en textos adyacentes debajo de cada una de las piezas encontradas, aclarando y explicando en cada momento para llegar a útiles instrucciones, mostrar sus impresiones e informar revelaciones.
Es aquí donde entra a tallar el minucioso trabajo de investigación y estudio por parte del autor. He ahí sus acotaciones debajo de cada imagen. Leamos también sus sorprendentes descripciones y comentarios pertinentes.
El párrafo que sigue es de vital importancia para aquilatar la identificación plena del Maestro, quien no dudó un instante en ingresar y con todos los inconvenientes, iniciar su trabajo, medir y retener, casi al milímetro, en sus retinas de aquellos años y en un cuaderno, todos los detalles de este singular descubrimiento. Con tal valentía y sin prisa, de tal modo que las horas volaron dentro del recinto. El apego a su objetivo fue tal que olvidó alimentarse y descansar. Causa admiración. Es digno de resaltar esa mística. Tal como él mismo nos narra con asombrosa serenidad y emocionado entusiasmo.
"4.PLANO DE DISTRIBUCIÓN DE LA TUMBA LÍTICO-SUBTERRÁNEA DE JANCU:"Para una objetiva ilustración sobre la distribución de los elementos de la Tumba era preciso levantar un plano, el mismo que se ha dividido en tres secciones.
Sección "A", Comprende la entrada cilíndrica y escalinata.
Sección "B", comprende el pasadizo cóncavo y recodo.
Sección "C", es el área principal de la Tumba, comprende la repisa para doce cerámicas, tres holladas para alimentos, cuadratura grande uno, diez cuadraturas funerarias, siete hornacinas y repisa para alumbre y bracero.
En efecto, con linterna, paquetes de vela, combustibles, igual que papel milimetrado, tablerito de dibujo, escuadras, cinta métrica, lápices y sobre todo, con emoción idealizada ingresé a la Tumba a las 07:00 de la mañana de un domingo y con entusiasmo me dediqué a registrar en el papel centímetro a centímetro las partes de esa construcción milenaria; mientras nuestro trabajo tomaba cuerpo nos preguntábamos...¿Qué querían decirnos, qué mensajes ocultos había por descubrir?; después de mucho tiempo y cuando estaba ya por terminar mi trabajo, de pronto, voces amigas me llamaban con cierto tono de preocupación y censura. Se alegraron cuando escucharon mi voz como respuesta, entonces comentaron: "está vivo..., está vivo". Salí del subterráneo. Llovía a cántaros. Eran aproximadamente las once de la noche. Salí satisfecho por mi trabajo casi terminado; inflé mis pulmones al máximo con aire fresco. Mientras mis amigos me abrazaban y me cubrían de la lluvia con su poncho. Habían transcurrido dieciséis horas dentro del subterráneo sin darme cuenta, al día siguiente mi cuerpo hizo fiebre y se llenó de granos, los que desaparecieron días después; he aquí el plano que durante los años entregué sin reparo a muchas personas que me solicitaron. Algunos lo publicaron como su trabajo sin mencionar la fuente".
La misma pasión arqueológica y obstinación científica de un Julio C.Tello, maestro connotado de la Arqueología Peruana. Del mismísimo linaje.
Bendito sacrificio de un día completo de Javier Cotillo, joven en aquel entonces. Valió la pena tantísima dedicación a partir de aquel hecho, el tesón y ahínco que le siguieron ya es historia, para contar hoy en día, con el Informe Testimonial pormenorizado, de su parte, A causa de ello podemos comentar y apreciarlo en su auténtica grandeza, pues empleó más de veinte años para estudiar e investigar y después afirmar las premisas a las que ha arribado.
Bastaría este Informe suyo, de todo lo que hizo para catalogar, atestiguar y preservar de posibles latrocinios, para pasar a la Historia de la rica y cuantiosa Arqueología Peruana y Andino Americana.
