domingo, 29 de enero de 2023

JÚBILOS DUPLICADOS Y ECLOSIÓN DE SENTIMIENTOS : CHELA Y CARLOS - MERY Y HÉCTOR . Por Luis Albitres Mendo

 

CHELA Y CARLOS – MERY Y HÉCTOR



JÚBILOS DUPLICADOS Y ECLOSIÓN DE SENTIMIENTOS

Por LUIS ALBITRES MENDO

 

Eclosión de sentimientos

Sábado 14 de enero, 7.30 pm. Estamos en un hermoso y antiguo templo de la ciudad de TRUJILLO, la Parroquia SANTUARIO SEÑOR DE HUAMÁN.

CHELA ALCÁNTARA Y CARLOS CASTRO – MERY SÁNCHEZ DEL SOLAR Y HÉCTOR YLLANES están celebrando Bodas de Oro: 50 Años de amor, apoyo, comprensión y felicidad. Así reza la invitación a la Misa de Acción de Gracias por tal bendición.

La eclosión de sentimientos de gratitud bullían en nuestros corazones al compás de las plegarias desplegadas en labios del sacerdote, quien elevaba preces al ALTÍSIMO, FUENTE DEL AMOR SUPREMO, justo al constatar este doble jubileo, y corroborar que se trataba de dos parejas emparentadas por el matrimonio de hija e hijo de ambos: Carla Castro con Juan Carlos Yllanes.

Suntuosa manera de celebrar 50 Años

Dos afortunadas parejas celebrando a dúo, los cincuenta años de vivencias comunes entrelazadas por un profundo amor, un auténtico cariño. Suntuosa manera de celebrar dejando sus corazones, espíritus y vidas en manos de DIOS. La dimensión espiritual es tan importante en estos casos.

Una vez finalizado el acto religioso, pasamos a los cálidos ambientes del elegante departamento de Carla y Juan Carlos, donde se llevó a cabo la simpática recepción.

Toda una existencia entregada a la felicidad de los demás

Por ellos hemos brindado, resaltando el legado excepcional que significa toda una existencia entregada a la felicidad de los demás, 50 años donados a sus seres queridos, hijos, nietos y demás familiares y amigos.

Propicios instantes necesarios, irrumpieron, para escuchar las expresiones de Héctor Yllanes, quien con gran brío y seguridad, expresó su sentir, manifestando con vehemencia y sinceridad, su valiente testimonio de vida junto a su esposa. Su intervención impactó por el dominio de escena y la facilidad de palabra que lució.

Acto seguido, dos nietos de Carlos y Chela, el jovencito Eduardo, hijo de Carla, empezó improvisando con gran denuedo, emoción y espontaneidad, propia de su edad, enfatizando el inmenso cariño que guarda para sus amados abuelitos. De inmediato, pudimos escuchar atentos la lectura de una preciosa cartita, escrita con gran ternura y devoción por Cristina, la bella hija de Christian.

Toda una vida impartiendo amor, jamás sucumbieron ante los embates

Refiriéndonos ya a estas dos parejas. Es increíble el inmenso amor que conlleva una vida que regala tanto cariño en rededor, deslumbrando el grado de sacrificio y generosidad que han lucido durante tantos años.

Jamás sucumbieron ante los embates, que en esta vida nos enrostran desazones y avatares diversos. Nunca se dejaron arredrar por interferencias ajenas de toda índole y más bien, afrontaron todo con invencible voluntad y pertinaz ternura. Cabe aquí mencionar otra coincidencia remarcable, ambas parejas tienen cada una, una hija y dos hijos. Increíble todo lo que nos reserva el Universo, o en última instancia, nuestro CREADOR.

Intensa fruición espiritual

Por eso, en estos momentos de la celebración, tal como sucedió en el interior de la iglesia, al contemplarlos sonrientes y felices, surgen en el interior de cada uno de los presentes, algo inenarrable, un contento, una intensa corriente de fruición espiritual, propia de los grandes acontecimientos, que uno experimenta pocas veces en la vida, y que de algún modo se hace colectiva.

Júbilos que encandilan los momentos compartidos ampliando los regocijos

Los teníamos ante nosotros y tenemos la corazonada, que de algún predio de sus memorias emergían: Júbilos que contagiaron sus sueños, encandilando los momentos compartidos, ampliando los regocijos hasta lograr bajar del cielo las estrellas y luceros que han marcado 50 años vividos en olor a ternura y amor de estas dos luminosas parejas. Todo un ejemplo para todos.

Por ellos hemos brindado: ¡Salud! y que vengan pronto las Bodas de Esmeralda (55 años) y las de Diamante (60 años).

Notas vibrantes y efusivas de la música y diversión

A estas alturas del compartir, en que los bailes de la celebración reciclaban alegres ritmos, la noche alargó sus agradables vivencias, Y la música y diversión exparcieron ufanas sus notas vibrantes y efusivas.

Los privilegiados invitados, habíamos experimentado y gozado una fiesta espiritual y social, plena de energías altamente positivas, motivadoras, cuyas remembranzas marcaron una fecha empática, imponderable y definitiva.










 

 

 

sábado, 28 de enero de 2023

TRÍPTICO PARA ANGELA ROBERTINA: LA EXTRAORDINARIA CANCIÓN QUE MORABA EN TI

¿QUIÉN NO AMARÍA A UN ÁNGEL ?  CAJAMARCA-PERÚ-AMÉRICA ANDINA:  LA CANCIÓN QUE MORABA EN TI


TRÍPTICO PARA ANGELA ROBERTINA ALBITRES MENDO


RECORDANDO SU CUMPLEAÑOS: 15 DE ENERO
 
Óleo-Retrato pintado por el pintor trujillano ROBERTO RAMOS DE ROSAS

LA EXTRAORDINARIA  CANCIÓN QUE MORABA EN TI


Por  LUIS ALBITRES MENDO


ANGELITA,  dulce nombre que sabe

de tardes alborotadas con niños retozones

a la vera de calles o en los campos florecidos

de alfalfa y maizal en la frontera del río

cuando azulean moradas, anaranjadas o gualdas

las mariposas convertidas en brillantes gemas en el aire.


Ellas ensayan rebeldes caracolas inventadas

Sobre corolas de rojas flores silvestres.

El mar aún no estaba en tu lenguaje

Pero qué bien te hubiese sentado,

Esmeraldina lumbre en tu rostro de marino matiz.


Enamorada del Amor, no encontraste un alma gemela

Pero tú seguiste amando a los seres humanos.

Tus amigas y familiares más próximos

supieron sagaces descubrir temprano

la extraordinaria canción que moraba en ti.

 

Por eso vivías transmitiendo ondas mágicas

Desbordando energías que revolotean airosas

Para amenguar tristezas. Era fácil,

Se impregnó en nosotros la perenne primavera,

que imprimiste en nuestras mentes,

¡Hermanita del alma!


Laboriosa hasta el cansancio

resplandecía tu sencilla reflexión

en tus quehaceres diarios,

descubriendo plenitudes  para hacernos

felices por encima de todo.


Compartías la dicha que anidaba en tu alma,

obsequiabas serenidad, seguridad y cordura

y tu acogida afable hacía que los niños

nos sintiéramos inmersos en el reino

de la paz e incólumes.


Estrella refulgente, plena de amor a tus semejantes,

descollabas en simpatía y despampanante atracción.



VERDES FLORECÍAN TUS PUPILAS

 

Bella cual mediodía en verano

irradiando clorofila, verdes florecían tus pupilas

repletas de transparencias sonrientes.

Tu presencia reflejaba iridiscencias de sol,

destellos, rumores, alegría soberana,

tan servicial y oferente, tu bondad

prendía luces en el alma.


Manos de Ángel revolotean alrededor nuestro,

el resultado esplende en exquisitas ofrendas.


Suntuosas auroras, rosicler.

De la campiña toda la energía

reverdece en tu afán maternal.

Protectora diamante frente al mundo,

recuperando albricias en largas faenas matinales.


Wilson, Juan Manuel y Víctor, tus adorados hijos,

recuperan constantemente dulces remembranzas,

esparciendo brisas de tu noble ternura,

franca rebelión de magnolias y rosas.


Tu ensueño encalló en días infaustos,

pero jamás pasó por tu mente la molicie

y más bien resolvías con inteligencia

las minucias cotidianas de la vida.


ANGELITA, muchachita de prosapia solar,

Peregrina andante, cabellera al viento,

Mamá decía que eras la más diligente,

Para ti no existía menester sin solución.

De tus manos brotaban pececillos o aves

y la luna o los luceros eran solo

fantásticos rezagos de sueños y alboradas.


Joven te fuiste y la hermosura de tu espíritu

permanece lozano y notable en el recuerdo

perdurando intacto en la memoria.



DE CANDOR, ENTERNECIDA FLAMA


ANGELITA, la de los ojos verdes,

flameantes pupilas cuyos oros,

relumbraban en una sonrisa luminosa

para solazarse en lluvia rutilante

de afectos y bondades a raudales.

 

ANGELITA, sutil nombre que solo evoca

fraganciosas volutas de presurosos andares

en rumorosas memorias: Bondad absoluta,

trinar de aves, luz de lucero, clarear de

Amanecer: Prodigio de regalos.

 

Tu alegría de vivir y la obsequiosa fineza

de ser feliz, permanecía en ti, beneficiosa

y pródiga. Tu sonrisa pregonaba a los cuatro

vientos, plegarias y triunfos para los tuyos.


A jóvenes damas liderabas con inquietudes

y sueños. Y a tus hijos, padres  y hermanos

entregaste lo mejor de ti.

Wilson, Juanito y Vitucho obtuvieron desde niños

ciudadanía de humanismo y libertad.

Ellos siguen tus consejos y consignas retozando ufanos,

jubilosos en los anchos predios del optimismo y el

permanente esfuerzo. Virtudes y apotegmas que

tú sembraste tesonera en sus jóvenes corazones.


ANGELITA, plenitud deslumbrante de flamas y

celajes desfilaban por tu enternecida voz.

Ataviada justo para hacer el bien,


¿Quién no amaría a un Ángel? 

miércoles, 25 de enero de 2023

6 de Enero: Cumpleaños de ROSA MELCHORA ARANA DE ALVITRES: Por Luis Albitres Mendo

 

COMO UNA NOVIA ATAVIADA PARA SU AMADO

CAJAMARCA-PERÚ


COMO UNA NOVIA ATAVIADA PARA SU AMADO

Por Luis Albitres Mendo


Como una novia que apresurada va
y que a su amado ansía encontrar pronto
partiste indagando por tu Roshy adorado
buscándolo doquiera esté en los ámbitos eternos
.

Temprano decidiste emprender viaje,
acaso la vida sin él para ti ya no tenía sentido.
El dolor y la angustia tornáronse agobiantes,
imposibles de entender. Más pudo el acuciante deseo
de volver a tocarlo, el seductor retorno a los primigenios
enamoramientos, a los escarceos amorosos de
adolescentes correrías.


Vertiginosa escuchaste la voz de tu ensoñado
y febrilmente has ido a su encuentro ufana y hermosa,
cual una novia que acelera el paso,
como un ave cuando emprende el vuelo
las ganas de ver a tu amado forzaron tu arrebato.


Como una novia ataviada para su amado,
flor de estos parajes, rauda y presurosa, acudiste,
con todos los atuendos que adornaron tu estampa,
acicalada de fulgores gozosos, como quien
atisba rutilante el tálamo nupcial.


Tierna y apacible, con estoicismo sufriste
los empellones crueles de la enfermedad
para cruzar alada y transparente la línea de la vida
vislumbrando jubilosa las luces y los fuegos, un esplendor.


Inútiles nuestros esfuerzos fueron para hacerte
desistir, para detener tu redoblado intento.
La súplica y nuestra turbación, ociosas permanecieron,
inertes ante tu aciaga determinación.


La feroz centella de un invierno crudo asomaba insistente
sin primaveras exultantes ni extenuantes otoños,
más bien gualdas estancias del verano hacían su aparición.
Atravesaste etérea y decidida el vórtice infinito con acaudalada luz.


Largos te parecieron los días, estériles las horas,
deseabas volver a contemplar el rostro predilecto.
¡Tanto amaste a tu idolatrado, se habían amado tanto!
Todo apuntó hacia el reencuentro.


Añorabas demasiado la voz y las caricias de tu esposo.
La muerte impertinente no pudo controlar tus ansias,
el deseo íntimo de correr a los brazos anhelados.
Volar al infinito y descubrir maravillada la misma
sonrisa cotidiana que iluminó tus noches y mañanas,
el sol que irradiaba asombrado, con tersura y calor,
la entrañable presencia.


Profética reverberación del verbo
cuando las palabras solo se referían a él,
ensimismada y en plena efervescencia,
revoloteando ya tornasolados efluvios.


Bastaba esa melodía amorosa que rodeaba
tu ambiente, para sentirte protegida y libre,
segura y amparada.
Por eso cuando tu Rosel Amílcar se marchó
ya nada colmaba las dimensiones claras,
las cristalinas apetencias de tu alma sosegada.


Discurre feliz por los arcanos celestes
de la mano de tu Rosel indispensable.
Sé fuerte junto a él y encamina tus pasos,
bajo la mirada amorosa del Padre,
hacia horizontes dorados donde felices viven
los que en vida amaron y afortunados
disfrutaron un romance de amor.


Porque ya ingresaste a la felicidad anhelada,
Rosa Melchora evocada, velarás por los tuyos
desde el más allá.
De tres jóvenes, amorosa madre,
que seguirán amándote en esta tierra;
abuelita cariñosa y resuelta, tus nietos
no podrán olvidarte.