lunes, 28 de marzo de 2022

REVELADOR Y PERSPICAZ DESCUBRIMIENTO Del Maestro JAVIER COTILLO CABALLERO en su Informe Testimonial de JANCU: (Entrega Nº 9) Por Luis Albitres Mendo

 

FELIZ ONOMÁSTICO MAESTRO JACO, Hoy 28 de marzo

 INFORME TESTIMONIAL DE LA TUMBA  LÍTICO-SUBTERRÁNEA DE JANCU (ENTREGA Nº 9)

REVELADOR Y PERSPICAZ DESCUBRIMIENTO

 

"En un acopio con esa fantasía hemos elaborado con mi amigo Ricardo Pérez Paredes, maestro del color y del pincel, la pictografía suprarrealista titulada "APOCALIPSIS DEL MUNDO RECUAY"

Escribe: LUIS ALBITRES MENDO

 


Casi como un reto a la inventiva pública posterior o futura, o tal como un acertijo permanente, la mutación o transfiguración, estaba allí, casi como algo lúdico, críptico o ritual. Así lo crearon y plasmaron los antiguos peruanos de la Cultura Recuay de JANCU. Pero nadie se percató de la transformación intrínseca que encerraban esas pictografías del segundo grupo de a tres: Cerámicas 9, 8 y 10.



El Maestro JACO, con su genial intuición ve lo que los demás no ven ni comprenden y lanza con exclamativa perspicacia, la sutileza de su descubrimiento. Tuvo que ser don JAVIER DÁMASO COTILLO CABALLERO, el Maestro descubridor de la Tumba de JANCU, quien, luego de larga y paciente investigación, exhaustiva lectura, mucho ingenio y abundante sapiencia, nos entregara, luego de cincuenta años, al publicar este Testimonio, semejante conclusión.

“EL ESQUEMA DE DISTRIBUCIÓN DE PICTOGRAFÍAS”, dejemos que el Maestro mismo nos explique pormenorizadamente:

 “donde la circunferencia periférica, valiéndonos de triángulos equiláteros, éstos se dividen en tres arcos de 120º grados cada uno (arcos a, b y c) sistematizando los tres arcos para las tres pictografías que tienen a su alrededor las cerámicas 9 y 10 que son:

CORRESPONDENCIA EXCLUSIVA PARA LAS VARIABLES AVE Y FELINOS



“Como hemos visto con los tres arcos que corresponden al perímetro de las cerámicas ocho, nueve y diez (8, 9 y 10) hay una correspondencia exclusiva para las variables ave y felinos; es decir, en los indicios que nos transmite el lenguaje no lingüístico, resalta la figura del ave como tema principal, secundado por los felinos que se mimetizan sorprendentemente con el ave en el arco “C” de las tres cerámicas ¿Podría usted amable lector, dedicar unos minutos de su atención para descubrir en el siguiente recuadro la mimetización del felino con el ave?...¡Por favor insista,,, dedíquenos su valioso tiempo! ¿Acaso la “espalda” del felino puede convertirse en la “pechuga” del ave? ¡ASOMBROSO!... ¿verdad?; luego los “colmillos del felino” ¿Serán acaso la “cresta” del ave? ¡Ya lo tiene apreciado lector! El ala del ave es la garra anterior del felino, las plumas de la cola del ave resultan ser la garra posterior del felino. Entonces, es fácil ubicar las “patas” del ave que viene a ser la raíz del “rabo” del felino y, por supuesto, “ambos animales (felino y ave) comparten el mismo ojo”. ¡ASOMBROSO! y para redondear su interesante análisis, concluimos que el “ave” tiene como ideografía dos anillos juntos, mientras que un anillo representa la ideografía de felino. Como verificamos a continuación las pictografías “separadas” del ave y felino.  



 RESUMIENDO


TERCERA ETAPA: MUERTE DE LOS PERSONAJES

PROPUESTAS DE INTERPRETACIÓN DE LAS EVIDENCIAS 11, 12 Y 13

“La muerte de los personajes constituye la tercera etapa de nuestro análisis; sin embargo, es necesario tener presente que en la etapa anterior se evidenció la hegemonía del ave sobre los dos felinos, aspecto conceptual importante para un adecuado enfoque de esta tercera etapa referida a la “muerte de los personajes”.



CERÁMICA NÚMERO ONCE (11)

“Cerámica escultórica paccha, de caolinita, 0.26m de alto, trícroma, labio extendido, cuello angosto y corto; en el frontal tiene un pico vertedero y en el lado opuesto lleva un asa-puente que une al cuerpo con el borde del labio; el personaje tiene orejeras, su pectoral parece cubierto con plumas, no tiene brazos, sus pies en posición de vuelo; está flanqueado por dos cabezas de felinos modelados y cuyo cuerpo se extiende sobre la cerámica en ligero relieve bordeando el perímetro de la cerámica de derecha a izquierda el primer felino y de izquierda a derecha el segundo felino; la cabeza del felino lado izquierdo se encontró desprendida, parte que se entregó al señor Augusto Soriano Infante, encargándole que lo pegara.



“Lo que se ha dicho tiene como fundamento la diversa tematización de cada cerámica hasta que, finalmente, el por qué el “Líder” al morir, se convierte en ave y se lleva al más allá a sus dos guerreros convertidos en felinos.

“Esto explica que los felinos de las cerámicas doce (12) y trece (13) que flanquean al personaje mitológico de a tres (cerámica once (11) han abandonado su lugar, (de las cerámicas) para ir a la otra vida junto a su Líder (pág.96). Sabemos que esta última alusión deja de ser científica vestigios pese a que invade la imaginación. Para ilustrar esta justificada ficción, incorporamos los tres estudios pictográficos pintados por el autor:


“En esta consideración fantasiosa que trato de justificar ¿Acaso el espíritu del Líder y de sus dos guerreros, en el imaginario pueblo Recuay, originaron un eclipse solar al surcar los cielos oscureciendo al Sol? Estoy casi seguro que esa fue la creencia, por eso me he sumado al imaginario del hombre Recuay que ve talvez por primera vez un eclipse Solar. Tremendo fenómeno astronómico, inexplicable, absurdo, amenazador, apocalíptico: ¡¡¡LOS DIOSES ESTÁN FUUURIOOOSOOS!!!! En un acopio con esa fantasía hemos elaborado con mi amigo Ricardo Pérez Paredes, maestro del color y del pincel, la pictografía suprarrealista titulada “APOCALIPSIS DEL MUNDO RECUAY”. En la Conclusión NOVENA tratamos de explicar la primera experiencia de un eclipse solar y los severos efectos en la supersticiosa mente del hombre Recuay”.

  

   

 

 

viernes, 11 de marzo de 2022

A LA LUZ DE LA INTUICIÓN Y OBSERVACIÓN EXHAUSTIVA DEL MAESTRO JAVIER COTILLO CABALLERO: Tumba Lítico-Subterránea de JANCU ( Entrega Nª 8 ):ETAPAS DE VIDA DE LOS TRES PERSONAJES. Por Luis Albitres Mendo

 


A LA LUZ DE LA INTUICIÓN Y OBSERVACIÓN EXHAUSTIVA DEL MAESTRO JAVIER COTILLO CABALLERO: 

Tumba Lítico-Subterránea de JANCU ( Entrega Nº 8 )



ETAPAS DE VIDA DE LOS TRES PERSONAJES

Por LUIS ALBITRES MENDO

 

A continuación, el Maestro Javier Cotillo Caballero continuará explayándose con gran propiedad, entregándonos interesantísimas interpretaciones y deducciones que se forja, a la luz de su intuición y la minuciosa observación, llevada a cabo en la fecha que descubrió la Tumba de Jancu.                      Indicios y consideraciones, propias del análisis, investigación y exhaustivo estudio que el investigador ha realizado durante más de 50 años, arribando a conclusiones y aseveraciones de poderosa trascendencia arqueológica, tal como comprobaremos a continuación.   

PROPUESTA DE INTERPRETACIÓN NO LINGÜÍSTICA DE LAS DOCE (12) CERÁMICAS REFERENTES ENCONTRADAS EN LA REPISA OESTE DE LA TUMBA

Es prioridad mostrar la repisa Oeste sobre la cual estaban las doce cerámicas referentes, visualizadas en esta ilustración.

"Para una exitosa interpretación no lingüística de las doce cerámicas, tenemos las siguientes evidencias:

a.       Las doce cerámicas complementan el mensaje sobre los tres personajes allí sepultados.

b.      Analizando la ubicación de los esqueletos, el Líder (1) está delante de los guerreros del Sol y de la Luna.

c.       Reiteramos, hay una correspondencia directa entre las doce cerámicas y los tres esqueletos con las tres hornacinas del muro Este de la Tumba.

d.      En los análisis anteriores, las cuatro hornacinas del muro Sur de la tumba han complementado los indicios no lingüísticos para concluir que, son las cuatro fases de la Luna (Calendario de la Luna), o las cuatro estaciones del año (Calendario del Sol).

e.       Con los indicios anteriores podemos elaborar un quinto indicio: Hay una indirecta correlación entre las doce cerámicas del Oeste, que es el producto de multiplicar las “tres hornacinas” Este, por “cuatro hornacinas Sur (3x4=12); lo que es lo mismo correlacionar las tres (3) cerámicas escultóricas que tienen cuatro (4) cerámicas referentes cada una; lo que es más sorprendente, manteniendo el orden de prioridades: Primero el Líder, (cuando “forman en fila” tal como está ubicado su esqueleto), segundo el esqueleto del guerrero de la Luna tal como está ubicada también su cerámica escultórica en la segunda hornacina Este; y el tercer lugar el guerrero del Sol tal como está ubicada su cerámica escultórica en la tercera hornacina Este”.

“Por las consideraciones mencionadas y para una objetiva interpretación del mensaje no lingüístico, se ha propuesto “El Plano de Ubicación de las Unidades Culturales” (pág.84), en el referido plano de ubicación se verifica el orden de las doce cerámicas del lado Oeste, cuyo orden (orientados de Norte a Sur) es el siguiente:  “7,6,5;  10,9,8;  13,12,11; y 16,15,14”. En el listado numérico hay cuatro grupos de tres cerámicas cada uno, donde las cuatro cerámicas referentes del grupo que representa al “Líder” siempre van adelante (5, 8, 11 y 14); en consecuencia, en las doce cerámicas Oeste hay cuatro grupos de tres cerámicas cada uno, que hacen un total de doce cerámicas del lado Oeste. Pero, si comparamos cada grupo de a tres llegamos a la segunda inevitable conclusión cuando están formados en columna de a tres: El primer grupo está formado por las cerámicas números 6, 5 y 7 es decir una segunda interpretación correcta que se deduce de la cerámica número once (11), donde se ve al “Líder” al centro de dos felinos, los felinos representan a los guerreros del Sol y de la Luna; igualmente el indicio del segundo grupo formado por las cerámicas 8, 9 y 10 donde el Líder es representado por el ave (cerámica 8) va al centro flanqueado por dos felinos; esta última consideración, añadida a la anterior nos dan como resultado el siguiente cuadro de ubicación:   


PRIMERA ETAPA: JUVENTUD DE LOS PERSONAJES

Esta etapa comprende la "juventud" de los personajes y forman el primer grupo de tres con las cerámicas números 5, 6 y 7:



"Cerámica número cinco (5) es la efigie de un pichón de cóndor. Es monócroma, moldeada en arcilla negra y que fue, posiblemente, uno de los juguetes preferido y exclusivo del Líder cuando niño hasta adolescente. Pues resalta la intencionalidad de sus progenitores para familiarizarlo y tal vez identificarlo con esta ave. Pues el Líder se consolida como ave sucesivamente, incluso hasta su muerte, como se verificará más adelante. Lo cierto es que el asa-puente ha sido colocada ingeniosamente aprovechando la cola gollete unida a la parte `posterior de la cabeza del ave; y el cuerpo, como se aprecia, es globular invertido, el mismo que descansa en una base plana. Se intuye también que esta efigie fue confeccionada por un ceramista primario, porque omite aplicaciones pictográficas, destacando de alguna manera los ojos y el pico en alto relieve, detalle que le da aspecto de "polluelo de cóndor"
.
"Por el orden de ubicación en que fue encontrada en la repisa Oeste, esta cerámica número seis (6) tiene relación directa con el guerrero de la Luna y corresponde al indicio no lingüïstico de sus primeros años de vida. Como puede apreciarse también, la cerámica está esculpida en caolinita y sus aplicaciones son trícroma, de cuerpo globular y base plana. Representa a un adolescente en posición sentado, ocando su quena. Lleva sombrero y orejeras haciendo notar su estirpe familiar. Lo más desconcertante es la pictografía que lleva en la pechera, pues es una boca dentada y lengua que nos sugiere la boca de un felino, cuyas patas están distribuidas alrededor de un rombo, pues el rombo en la pictografía de JANCU, representa la cabeza de una culebra"


"Considerando también el orden de ubicación en la repisa Oeste, esta cerámica número siete ( 7 ), botella con cara gollete esculpida, ha sido moldeada pobremente en arcilla roja, con aplicaciones pictográficas muy incipientes, como pretendiendo representar bicéfalos. La cerámica tiene el labio quebrado y el cuerpo está maltratado y descolorido, indicios que nos sugieren haber sido juguete de niños de varias generaciones. Por su lugar de ubicación en la repisa Oeste, la cerámica-juguete tiene relación con la tercera hornacina del Muro Este, por tanto es referente de la niñez y juventud del guerrero del Sol"

SEGUNDA ETAPA: ADULTEZ DE LOS PERSONAJES

"Esta etapa comprende la adultez de los personajes y forman el segundo grupo de a tres, con las cerámicas 8, 9 y 10. Recordemos que la altura de la Tumba del lado Oeste, donde se encontró la repisa con las 12 cerámicas, es de 1.20m y la repisa de 0.90m de alto, sobrando un espacio aproximado de 0.30m de alto entre la repisa y el techo de la tumba. Por eso las tres cerámicas, números 8, 9 y 10 fueron colocadas horizontalmente de Oeste a Este porque su altura sobrepasa al espacio disponible ( y en una repisa angosta). Particularmente el número 8 tiene una altura de 0.38m, por eso suponemos que ésta se desprendió de su base (posiblemente por algún movimiento telúrico) y se precipitó al piso quebrándose en su base (ver ilustración anterior de las 12 cerámicas)"

"Por la posición que ocupa en la repisa Oeste, esta cerámica número ocho (8) está directamente relacionada con el Líder y el pichón de cóndor, por cuya razón su número se distingue también con el fondo rojo ladrillo; es el personaje principal del segundo grupo de "a tres"; por eso repito, la cerámica ocho (8) debe ir adelante y al centro entre las tres cerámicas oblongas, vale decir, debe estar flanqueada por los oblongos 9 y 10 que tienen los felinos moldeados, que a continuación se muestran"

"Estas cerámicas número nueve (9) y (10) tienen la particularidad de compartir características estructurales con la cerámica número ocho (8). Aasí por ejemplo, las tres cerámicas son oblongas de labio extendido, cuello angosto, trícromas y están hechas con caolinita, solo lo diferencia la cabeza de ave moldeada perteneciente a la cerámica número ocho (8), la misma que tiene 0.38m de altura, mientras que la nueve (9) tiene la cabeza moldeada de felino, con 0.37m de alto, está asociada con la cerámica número seis (6) y principalmente con el guerrero de la Luna. La cerámica número diez (10) también tiene la cabeza moldeada de felino, 0.36m de altura y está asociada con la cerámica número siete (7) y principalmente con el guerrero del Sol. Es decir, las características que acabamos de describir, confirman que las cerámicas de la repisa Oeste están agrupadas de a tres, representando a los tres personajes allí sepultados" ( CONTINUARÁ)
  
 
 





sábado, 5 de marzo de 2022

EL BRILLO DE LA VERDAD TRASCIENDE LOS SIGLOS Y SALE A LUZ LA RESISTENCIA: Por ABUNDA LAGULA, Premio Nóbel de Literatura 2022.

 

EL BRILLO DE LA VERDAD TRASCIENDE LOS SIGLOS Y SALE A LUZ LA RESISTENCIA DE LAS MENTES PRECLARAS: RESARCIR LA JUSTICIA

Por ABUNDA LAGULA  (TANZANIA, ÁFRICA)

Impactante Discurso al recibir el Premio Nóbel de Literatura 2022 en Suecia (20 del 02 del 2022) (Traducción y Difusión: Marcelo Colussi)

Recreación de lo que podría haber sido un discurso que evoca a los pronunciados por los grandes revolucionarios africanos del siglo XX.

 

“Acepto su blanco premio sólo a condición que ustedes reconozcan en público que con un Premio Nobel dado a un negrito no se está resarciendo la infamia histórica.

Como no sé mucho de formalidades –ni pretendo saberlo– saludo y agradezco por igual a todas y todos los presentes. Es para mí un honor estar hoy aquí, delante de tanta gente distinguida, sabiendo que el mundo entero está viendo esta ceremonia. Espero, por tanto, no defraudar a nadie con estas humildes y breves palabras que, por fuerza, debo pronunciar. Si defraudo, espero que no sea demasiado. Y en el peor de los casos, si defraudo demasiado, espero sepan perdonarme. Por último, el Premio está ya otorgado, y eso demostraría que fue un error concedérmelo, como yo efectivamente pienso.

No sé si en verdad me merezco tan alto galardón. En lo personal, creo que no. Me atrevo a pensar, incluso, que efectivamente fue una equivocación. Yo, como tantas veces lo he dicho, no soy un escritor; muchos menos, un escritor genial que se merezca esta distinción.

Quiero empezar mi discurso excusándome si no puedo expresarme con toda la soltura y belleza que se esperaría lo haga un Premio Nobel de Literatura. Sucede que mi lengua materna no es el inglés, sino el suahili, idioma que hablé toda mi vida con mucha mayor propiedad, desde mi aldea natal en la selva hasta el día de hoy. Si he escrito en la lengua de Shakespeare –con todo el perdón de los clásicos puristas británicos– eso se debe a la herencia que la Reina de los Mares nos legara, a partir de la intromisión que tuvo en nuestro continente.

¿Ustedes se imaginan a la Reina de Inglaterra o al Presidente de la Cámara de los Lores hablando suahili? Yo, realmente, no. ¿Y por qué yo tengo que hablar en inglés? ¿Por qué hoy tengo que llevar este –perdónenme por el epíteto– estúpido traje negro y este –para mi gusto al menos– ridículo moño? ¿Usaría el Primer Ministro británico nuestros trajes típicos para alguna de nuestras ceremonias?

De todos modos, no quiero insistir con esta cuestión de las presentaciones: hablo en inglés, pobremente quizá, y uso un traje que me resulta incómodo. Pero no deseo extenderme en este aspecto sino excusarme, en segundo término, por mi falta de información. No podría, ni remotamente, lucirme con una parafernalia de datos sobre la historia y la situación actual de mi país: Jamhuri ya Muungano wa Tanzania –mi raza, mi continente– como lo hiciera en una ceremonia similar mi –me provoca cierto nerviosismo pronunciar la palabra– “colega”, el también galardonado con este premio, el latinoamericano García Márquez.

En ocasión de recibir su premio, aquí mismo, hace ya años, asombró a todos con una pieza oratoria tan llena de datos, tan rica en información, que creo le podría valer, ella misma, otro premio. No, yo no dispongo de todo ese saber. Sé que vengo de un lugar pobre, uno de los lugares más pobres del planeta, con más hambre que otra cosa, pero no podría abundar en precisiones al respecto. Ahí están los informes de Naciones Unidas para eso.

Créanme: no soy escritor, no me tengo por tal. Fui en mis años juveniles, igual que otro colega, también ganador del Nobel –Saramago, el vate portugués– cerrajero. Si fuera un lírico, un exquisito maestro de las letras como lo es él, podría decir que ese juvenil oficio me permitió, años después, abrir los cerrojos del espíritu humano. Pero no, los defraudo. Creo que sigo siendo, de alma, más cerrajero –y mecánico de automóviles, y maestro rural, como también lo he sido– que escritor.

Llegué a la literatura casi fortuitamente, nunca me preparé para eso. No estudié formalmente nunca nada ligado a las bellas artes, no asistí a taller literario alguno. Lamento decepcionarlos si esperaban otra cosa. Empecé a escribir casi como una necesidad visceral: no podía quedarme callado ante las calamidades que a diario veía en mi país, la miseria, la injusticia. Era tan horripilante todo eso –y sigue siéndolo, sin dudas– que me pareció necesario dejar constancia ante la historia de tanta monstruosidad. ¿Por qué los negros sufrimos tanto? Como no tenía cámara fotográfica ni teléfono celular para tomar fotos, y mucho menos como no podía plasmarlo en una película, pensé que tenía que escribir sobre esa realidad. De haber tenido habilidades plásticas, se los aseguro, hubiera pintado; de más está decir que no las tengo.

Como ven, entonces, no soy un inspirado por las Musas. ¿Los sigo defraudando? Simplemente me limité a poner en un papel –les aclaro que jamás he usado una computadora para escribir– lo que sentía sobre lo que veía a diario. ¿Ustedes saben lo que es comer cada dos días… con buena suerte, claro? No pretendo en absoluto ser melodramático y contarles las infamias más grandes que se puedan imaginar buscando conmoverlos y hacerles derramar una lágrima. Creo que eso es una inmoral pornografía de la miseria. Si quieren conmoverse, visiten los lugares de donde yo vengo, y que me inspiraron a escribir aquello por lo que hoy me premian.

Insisto: no sé si soy merecedor de esta tan distinguida presea. No soy un escritor bello –no estoy hablando de “mi” belleza; me considero más bien feo, de verdad. No soy un estilista, un sutil y delicado rapsoda, un mago de las palabras. Hay muchísimos que así han entendido la literatura– y yo también, en definitiva, creo que eso es el arte literario. Pero yo no soy de esos. Soy más bien rústico, torpe incluso. No pinto bellezas; hablo, simplemente, de la sufrida vida de mi gente, de mi sufrida vida.

Intuyo que se me confiere ahora este premio con un valor simbólico: un negro –¡un negro!– de uno de los países más pobres que hay. ¿No se trata de una compensación, una forma de resarcimiento? Los que han leído mi obra –que por cierto no son muchos– saben que no soy un elegante maestro del lenguaje. ¿Por qué, entonces, este galardón? Lo agradezco, claro, no dejo de estar contento; creo que es importante aceptarlo, justamente porque soy un negro de un país extremadamente pobre. ¿Pero no es un poco tardío el reconocimiento?

Les aseguro que no soy un resentido contra los blancos. Aunque no les interese saberlo –nadie me lo está preguntando– uno de mis mejores amigos en mi país es un blanco. Ustedes, los aquí presentes, la reina de Suecia, toda esta gente importante y acostumbrada a llevar estos trajes que a mí me parecen camisas de fuerza pero que, para ustedes, son algo de lo más cotidiano, todos ustedes no son los responsables directos de nuestras infinitas penurias, como negros y como pobres. ¿O si?

¿Quién es el culpable, entonces? En lo que hoy día es Tanzania se sabe que apareció el primer ser humano de la historia, hace varios millones de años, y de allí se desplazó por todo el planeta. Por lo que, permítaseme decirlo así, los blancos, rubios y de ojos celestes actuales son negros desteñidos. ¿Por qué quedamos tan atrasados? ¿Por qué hemos debido sufrir tantas tropelías? ¿Ustedes se imaginan Europa repartida desde un escritorio, o debajo de un árbol, en una reunión de los jefes africanos? La Conferencia de Berlín no fue un chiste, un invento, una quimera. Ahí repartieron mi continente, mi gente, mis recursos, como niños que reparten un pastel. ¿Lo sabían, verdad? El 26 de febrero de 1885, en Berlín, Alemania, 14 varones representantes de otros tantos países –ninguno africano, valga aclarar–, y presididos por el canciller teutón von Bismarck, sentados frente a un mapa del África jugaron a repartirse el continente.

Ustedes, se los digo con todo corazón, ustedes no son los responsables. Ustedes heredaron esa historia. Ustedes son blancos, ricos, que no saben nada de lo que es el hambre, y que hoy –¡qué bueno que así sea!– pueden tener un poco de conciencia, de vergüenza mejor dicho, y pensar en promover un símbolo como lo que en estos momentos se está consumando en esta sala: reconocer la monstruosidad que sus antepasados cometieron premiando, quizá inmerecidamente, a un negro, con un preciado trofeo internacional.

Yo se los agradezco, muy hondamente, con toda mi alma. Pero vuelvo a decirles lo mismo: quizá no soy merecedor a esto en tanto escritor. Quizá, sí, en tanto negro, en tanto pobre. Hasta ahora he sobrevivido muy magramente, con trabajitos informales o con sueldos del Estado. Ya se imaginan entonces cómo puedo haber sobrevivido. Nunca viví como escritor. Quizá ahora, devenido Premio Nobel, mi suerte cambie. No me atrevería a decir: mi próxima “buena suerte”; simplemente una suerte distinta.

Quizá, como dijo otro colega –ya le perdí el miedo a esta palabra, ya empezó a gustarme–, el igualmente laureado con el Nobel, sobreviviente a los campos de concentración, y símbolo también, el húngaro Kertész, una vez obtenido ese galardón conoció la tercera dictadura, luego de la nazi y la bolchevique: la dictadura del dinero –la menos incómoda, se apresuró a aclarar. Tal vez eso me suceda: ahora llegarán los laureles, los reflectores de la prensa, los amigos que son como sombras: aquellos que lo siguen a uno solamente porque hay sol. Tal vez –yo diría que casi con seguridad así sucederá– me atosiguen con conferencias y presentaciones públicas. ¡Yo, un modesto cerrajero y maestro de escuela! ¿No es un poco desproporcionado todo esto? ¿Qué podría transmitirles yo?

Probablemente ustedes esperaban un brillante intelectual, un experto en cuestiones literarias, un profundo pensador. Pues no. Déjenme decirles que no soy eso; aunque quisiera, no podría serlo –y sigo decepcionándolos. Por otro lado –aclaración importante– no quiero serlo tampoco. Ahora ocupo un cargo medio en el Ministerio de Educación de Tanzania. No sé si realmente hago bien lo que hago, pero al menos creo mucho en lo que llevo a cabo. En mi país alrededor del 30 por ciento de la población no sabe leer ni escribir –eso se ve mucho más aún en las mujeres. Por eso, les decía, desde el Ministerio tenemos tanto que hacer por delante.

Imagínense: en un país de analfabetos, donde llegar a la escuela secundaria ya es muy difícil, y la Universidad es casi un lujo inaudito, ¿a quién le pueden importar unos cuantos cuentos sobre la miseria diaria? Allí la miseria se vive día a día, hora a hora, no es necesario leerla en un libro.

Por todo eso creo que es algo desmedido estar recibiendo el Premio Nobel hoy aquí. Podría no aceptarlo, como en su momento hizo Jean-Paul Sartre. Pero, en realidad, no me parece lo mejor proceder así. Lo acepto, siempre con la idea que no lo merezco, que hay mejores escritores que yo –y lo digo muy sinceramente; yo soy un simple juglar popular que habla de las cosas cotidianas, de la miseria cotidiana. Pero lo acepto justamente por el valor de símbolo que entiendo conlleva. Lo acepto, con una condición: que los aquí presentes tomen todos –yo ya lo tomé– el genuino compromiso de revertir la situación que vive el África.

Sí, así como oyen. ¿Los decepciono? ¿No se esperaban esto? Bueno, perdonen, pero creo que no estoy pidiendo nada fuera de lugar. ¿En nombre de qué derecho mi población, mis hermanos, fueron convertidos en esclavos? ¿Con qué derecho nos han saqueado históricamente como lo han hecho las potencias occidentales? ¿Por qué estamos condenados a ser los vencidos, los olvidados, los marginales, los miserables? ¿Por qué tenemos que vivir de las infames limosnas de la caridad internacional, siempre deficientes, siempre a destiempo? ¿Con qué derecho se nos quiere hacer pagar una inmoral, insoportable y nefasta deuda externa que ningún habitante del África ha contraído directamente? ¿Cómo olvidar los siglos de explotación, de ignominia, de degradación que nos tocó soportar, solo por ser negros? ¿Por qué estamos condenados a soportar una enfermedad como el VIH-SIDA, guerras fratricidas que nos inventan desde fuera de nuestras fronteras, saqueo inmisericorde de nuestros recursos?

¿Y si fuera cierto que pedimos que, a partir de ahora, la monarca del Reino Unido de Gran Bretaña y la Irlanda del Norte –y por qué no también sus súbditos– hablen idioma suahili? ¿Y por qué tenemos que aceptar tomar Coca Cola y comer Mc Donald’s? ¿Acaso no tenemos comidas decentes en nuestros pueblos? ¿Con qué derecho se considera que “la cultura” debe tener por símbolo un Partenón griego –como es la representación de la UNESCO– y no, por ejemplo, uno de nuestros bohíos? ¿Quién nos ha hecho creer que los blancos son más “cultos” que los negros? ¿Por qué los negros estamos condenados, si bien nos va, a ser deportistas profesionales? –los gladiadores modernos para el circo contemporáneo. ¿Acaso los negros no podemos ser más que delincuentes cuando habitamos en el mundo de los blancos? ¿Es ese nuestro destino? ¿Inmigrantes ilegales, ladrones, barrios marginales?

Acepto su blanco premio, señoras y señores, sólo a condición que ustedes reconozcan en público, aquí, delante de todas estas cámaras de televisión, que con un Premio Nobel dado a un negrito no se está resarciendo una mierda la infamia histórica, el despojo descomunal y la injusticia infinita que se ha cometido en contra de nuestros pueblos.

Acepto este blanco premio, no diré manchado de sangre, pero sí condicionado por sus asquerosos billetes de bancos occidentales, sólo a condición que quede claro que esto es un inicio –algo payasesco por cierto– de un proceso de reparación que debe llevar años, siglos quizá. ¿Quién nos va a devolver los bosques desaparecidos? ¿Quién, cómo y cuándo va a pedirnos perdón por la esclavitud a que nos forzaron? ¿Creen ustedes, por casualidad, que este premio remedia algo? ¡Ni mierda! Pero lo acepto de todos modos. Muchas gracias”.

mcolussi.blogspot.com

                  

martes, 1 de marzo de 2022

CHICLAYO Y BARRANCO- PERÚ, ANDINOAMÉRICA: FELIPE RIVAS MENDO: ORFEBRE DE UNA PERSONALIDAD MAGNÉTICA. Por Luis Albitres Mendo

 

FELIPE RIVAS MENDO (Primera Parte)

 


ORFEBRE DE UNA PERSONALIDAD MAGNÉTICA

Por LUIS ALBITRES MENDO

 Icónico titiritero, FELIPE RIVAS MENDO, único en su género. Fue el primero en Perú y Andinoamérica, en hacerse de una profesión artística y vivir de ella. En base a estudios y mucho esfuerzo, constante información al respecto. Por eso hizo estudios generales de teatro, que lo convirtieron en actor y le concedieron la base para ser autor y diseñador de sus muñecos y marionetas. Y además, director de obras originales que concebía y producía sus propias y personales creaciones.

Cuando actúa, ataviadas sus manos con muñecos o hilos de marionetas, con increíble facilidad acapara la atención de niños, adultos y ancianos, convocando, tanto la reflexión, como la hilaridad. Por eso, no tardan las risas y las carcajadas, a tal punto, que dispone de una anécdota, protagonizada por una dama, quien rió y rió tanto, pero tanto, que al final fue a parar a un hospital. Afortunadamente después del susto y la preocupación no pasó a mayores.

 

UNIVERSO AUREOLADO DE CANDOR

 Contemplando las consecuencias de su arte podemos calibrar el universo aureolado de candor y fantasía que Felipe ha creado, no exento de gracia y reflexión, asimilados a la pedagogía de los niños.

Indescriptibles las gamas de alegría que perduran por muchas horas y días, tal vez años, en mentes y memorias de todos los asistentes a sus auspiciosas presentaciones. Felipe logra realmente penetrar en los corazones de niños de 3 a 100 años.

Tal vez esa sea la razón de cuantiosos éxitos a lo largo de su carrera, las invitaciones, los viajes y la bonhomía de este artista.

El color de las algarabías se remonta hasta los días de su infancia, que, para Felipe, fueron un derroche de éxitos, pues su audacia, autosuficiencia y afán de triunfar, coadyuvaron en gran forma a conseguir el éxito esperado, para llegar a ser un artista consumado y sobresaliente.

 

DE PROFESIÓN, TITIRITERO

 Es el sugestivo título del libro sobre FELIPE RIVAS MENDO. Un libro cautivador desde que uno posa los ojos en él. De tapa dura y paradigmática fotografía en blanco y negro que simboliza toda una valiente opción, pues no le fue fácil imponerse. El caudaloso número de fotografías atrae la atención desde un comienzo, hojeando y avanzando en sus páginas. Tan grande es la curiosidad por ver más y más, tal como una película da inicio a su hechizo.



BERTHA DE LEÓN es la autora de este singular libro. Nacida en Barranco, Lima, Perú. Se graduó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y ejerció el periodismo en la revista cultural CONTACTO y en los diarios LA TRIBUNA Y EL COMERCIO.

De profesión, titiritera, es la quinta publicación de la autora, en la que reúne las vivencias de este distinguido hombre de teatro. Sus anteriores: La paz esquiva, Los mejores 30 años de mi vida, Mirando el semáforo y Así era Elsa. A Bertha de León la han reconocido como la “escritora de vena humorística y pluma sutil”.

En este libro, sin embargo, aborda con seriedad la vida del protagonista, llevando al lector a comprender y seguir la ruta de este original personaje.

Me encantó la original dedicatoria de la autora: “A mis hijos cuando eran niños. A los titiriteros del mundo cuando eran niños (y estoy segura que lo siguen siendo)”.

 

DIVERSOS Y VARIADOS AVATARES DE SU AZAROSO CICLO VITAL

 El libro, escrito por Bertha de León, matizado de importante material fotográfico, breves crónicas y anécdotas biográficas, narradas con prosa ágil, amena y periodística.

Serie biográfica, estrictamente cronológica, consistente en retratos narrativos sobre Felipe Rivas Mendo, el mítico titiritero del Perú. La autora le ha conferido un tono confesional, ya que se ha basado en los recuerdos del artista, a tal punto que le ha dado un matiz cuasi autobiográfico, pues en breves brochazos cuenta las principales y sucesivas circunstancias vitales de Felipe.

Diversas historias de los variados avatares del azaroso ciclo vital de Felipe Rivas Mendo, quien ha paseado su arte por pueblos del vasto territorio peruano y también por el extranjero.

En suma, un estupendo libro que es una larga crónica de su rica trayectoria artística, talentos, viajes y amistades. La cosecha del magnífico carácter de Felipe, a tal punto que, además de su acendrado talento para los títeres, lo que lo ha convertido en afortunado, es su oceánico magnetismo para captar y cosechar amistad.

Felipe, detenta un singular don de gentes, dotando a sus palabras de proverbial carisma, durante todos los actos de su vida.