lunes, 25 de diciembre de 2023

RAMÓN NORIEGA SALAZAR : REFERENCIAS AFECTIVAS DE UNA VIDA FRUCTÍFERA. Por LUIS ALBITRES MENDO

 

RAMÓN NORIEGA SALAZAR



REFERENCIAS AFECTIVAS DE UNA VIDA FRUCTÍFERA

Por LUIS ALBITRES MENDO

Cuán veloz pasó un año, en que RAMÓN NORIEGA SALAZAR fue llamado por el PADRE CELESTIAL. Exactamente en 24 del 2022.

Excelente esposo de mi prima hermana CRISTINA ALVITRES MENDO, quien también ya está junto al PADRE, y un padre excepcional de sus dos hijas: ISABEL CRISTINA Y ANA CECILIA, las dos magníficas profesionales. Y sus tres hijos: HERNÁN RAFAEL, (actualmente en Canadá), JUAN RAMÓN Y JOSÉ ANTONIO, sobresalientes profesionales los tres, con su propia empresa los dos últimos. Todos con posgrados importantes en prestigiosas universidades.

Formados en un hogar cuya atmósfera cristiana influyó en sus caracteres y personalidades, Cristina y Ramón, con mucho amor y firmeza,  hicieron de sus hijos unas personas netamente íntegras, generosas, imbuidas  en la honestidad y decencia a carta cabal.

LOS DONES DE RAMÓN

Ramón disponía de una hoja de vida realmente fuera de serie. Graduado en el glorioso Colegio San Ramón de CAJAMARCA, ingresó a la Escuela de Oficiales de la Benemérita Guardia Civil. A causa de un malhadado accidente, tuvo que abandonar lo que había iniciado con tanta aspiración y entusiasmo.

Eso no fue óbice, para que una vez fuera de la institución, descubra las grandes cualidades que estaban en su bullente interior. Y surgió su intenso deseo de laborar, su afanosa decisión de superarse y estudiar. Cada vez más y mejor. Se preparó  justo, en lo que más llamaba la atención en esa época, la incipiente Computación y todas las competitivas inquietudes de la Programación virtual.

Una vez ingresado a laborar en el Banco del Progreso, ya nadie lo iba a parar. Y en base a esfuerzo, estudio, punche y pundonor, ascendió hasta  gerencias, que ejerció con gran responsabilidad.

 Su fuerza de voluntad, el ahínco y perseverancia, que puso en todo lo que emprendió, hicieron de él todo un personaje.  A tal punto que pronto escaló puestos, en los trabajos que abordó, arribando a gerencias bancarias, de gran importancia, trascendencia y responsabilidad, que aprovechaban sus cualidades especiales.

Tal fue su grado de entrega e identificación con su institución e impactó tanto, por su profesionalismo y compromiso, que al primer Cajero Bancario que se impuso en la Gran Lima, le pusieron por nombre “RAMÓN”.

Ese gesto y galardón, lo pinta de cuerpo entero, en cuanto a la excelencia de su profesionalismo y el misticismo en su labor bancaria.

Finalizó su gestión  profesional justo cuando laboraba como Gerente en el Banco Continental, después de haber realizado viajes de liderazgo y ampliación de conocimientos e información, a Santiago de Chile, México, Estados Unidos y España.

LA FUERZA DEL EJEMPLO

Ramón ejemplo dio, para que sus hijos reiteren hoy en día, las mejores realizaciones de su amado padre, haciendo de la memoria de su célebre padre, un paradigma existencial, un espejo y un programa de vida.

Los resultados saltan a la vista y sus hijos le mostraron orgullosos sus propios logros, afianzados en los ejemplos y enseñanzas  de sus padres.  Por un lado, su madre Cristina Alvitres Mendo de Noriega, una gran maestra, profesora de Lengua y Literatura en el nivel secundaria y por otro, de parte de su padre, Ramón Noriega Salazar, cuya reseña es de vital importancia, al conmemorar el primer año de su partida a la eternidad. Subrayar, cuán orgulloso se sentía de ellos, desde sus años iniciales.

SEMBRARON EL AMOR INDESTRUCTIBLE POR SU FAMILIA

RAMÓN NORIEGA SALAZAR, revelador caso de un cajamarquino sobresaliente y triunfador., cuyo elevado sentido de la familia, lo convirtió en un esposo comprometido con su hogar, un jefe de familia, empecinado en sacar adelante a sus hijos. Y vaya que lo consiguió.

Y nos alegramos que ya en vida pudiese vislumbrar de lo que han sido capaces, gracias a sus padres, que además fueron maestros, guías, enseñanza, lumbrera y cariño paternal.

El mejor regalo y herencia que Cristina y Ramón les concedieron fueron la educación, el ejemplo y las ganas de avanzar. Logrando con ello, con empuje y sana ambición, sus propias, eficientes y esperanzadoras realizaciones profesionales.

El recuerdo imperecedero de sus progenitores, junto a la fervorosa memoria de cariño y afecto, revelará para siempre, la eficacia de sus vidas y el amor indestructible que sembraron en la mente y corazones de sus hijos y de toda su descendencia.

 

 

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