INFORME TESTIMONIAL DE LA TUMBA LÍTICOSUBTERRÁNEA DE JANCU(Segunda Entrega)
BUSCANDO LA LUZ DE NUESTRA HISTORIA
en el Informe Testimonial de
JAVIER COTILLO CABALLERO
Por LUIS ALBITRES MENDO
En el PRÓLOGO leemos: “Con agrado presento este gran Informe
Testimonial, a cuyo autor conocí un 10 de enero del año 2017 en el Museo
Arqueológico de Ancash “Augusto Soriano Infante”. El Sr. Cotillo es una persona
agradable que al verlo refleja caballerosidad y respeto. Consultó sobre las
piezas arqueológicas de Jancu; con curiosidad pregunté ¿Con quién tengo el
gusto de hablar?, y al escuchar su respuesta, con asombro y alegría le confié
mi admiración porque sabía que fue el personaje clave en el descubrimiento de
la Tumba de Jancu; con sinceridad le mencioné que “pensaba que ya había
muerto”. Sin embargo, aún tenía dudas de la autenticidad del personaje, pero
éstas se desvanecieron al escuchar su narración del descubrimiento; esto me
trasladó en mi imaginación al 1º de febrero de 1969, porque la forma de narrar
fue tan fascinante y minuciosa que estoy segura que también podrá trasladar al
lector a aquel sábado por la mañana, gran día histórico que incentivó la
investigación de la Cultura Recuay.
… explico por qué este Informe Testimonial es digno de admiración, pues a
pesar de las dificultades de visión que tiene el autor denota que trabajó
minuciosamente para que nosotros podamos leerlo en nuestras manos. (…)
Es notable la sencillez con que se explican los acontecimientos que nos
permiten a los lectores comprender y disfrutar los relatos e interpretaciones
del Informe. (…)
Este informe expresa el afán del análisis e interpretación de las
iconografías, de por sí una tarea complicada que involucra mucho estudio y
tiempo. Se aprecian las interpretaciones iconográficas presentadas, siendo de
suma importancia porque aportan a las futuras investigaciones. Sin dejar más
trabajo a la imaginación también realiza la recreación de los personajes
Recuay, portando indumentarias basadas en las iconografías de las piezas
halladas en la Tumba.
Finalmente, los anexos nos muestran que los testimonios son auténticos,
pues no es un cuento ni un invento. He aquí el verdadero testimonio del
hallazgo importante que sirvió a investigadores y población ancashina, inflar
el pecho de orgullo, por nuestra cultura Recuay.
Confío que este libro pasará a la historia y será un buen material de
estudio, debido a la riqueza, tanto en información que se nos brinda, como en
el plano visual que nos ofrece el autor.
Agradezco el espacio para compartir con los lectores los sentimientos que me generó este informe y
felicitar al escritor por su excelente trabajo”.
Denisse Katherine Herrera Rondan
Licenciada en Arqueología e Investigadora de la cultura Recuay
MERITORIO
GALARDÓN CULTURAL
A MI PATRIA, tal es la hermosa, simbólica y entrañable
dedicatoria de Javier Dámaso Cotillo Caballero, el cual, de este modo,
exterioriza su profundo amor a la tierra donde nació. Es por ello que lo ha
ofrecido, como un “SINGULAR OBSEQUIO Y HOMENAJE AL PERÚ POR EL BICENTENARIO”.
En el PROLEGÓMENO leemos, membretado con el Escudo del Perú:
Resolución Directoral Regional Nº 0047/DRC-ANC/MC
Huaraz 06 de setiembre del 2012
Visto el Exp. Nº 0047-2012 elaborado por la Dirección de Patrimonio de
la Cultura de la DRC-Ancash sobre la actividad del investigador don JAVIER
DÁMASO COTILLO CABALLERO:
CONSIDERANDO
Que el investigador don JAVIER
DÁMASO COTILLO CABALLERO, en acción cívica, encabezó el grupo de ciudadanos que
descubrió la monumental tumba de Jancu. Mausoleo subterráneo de la élite Recuay
que entre los siglos V y IX de nuestra era sentó sus reales en un amplio
territorio que comprendía el Callejón de Huaylas, las vertientes y la zona de
Conchucos
Que el investigador don JAVIER
DÁMASOCOTILLOCABALLERO tuvo la hidalguía de entregar en su integridad todas las
momias, piezas de cerámica y principalmente la diadema de oro que ostentaba el
Señor de Jancu, al Museo Regional de Ancash, constituyéndose en un ejemplo de
honestidad y civismo para las futuras generaciones.
Que, el interés por salvaguardar
Jancu por parte del investigador don JAVIER DÁMASO COTILLO CABALLERO es
permanente y duradero, a tal punto que en la fecha ofrece a la comunidad
cultural ancashina una conferencia magistral sobre el significado de la
iconografía de los ceramios Jancu.
De conformidad con lo dispuesto en la ley Nº 29565 Ley de creación del
Ministerio de Cultura y la R.M.Nº 291-2011-MC que delega funciones y
atribuciones en las Direcciones Regionales de Cultura.
SE RESUELVE:
ARTÍCULO ÚNICO : NOMINAR COMO PERSONALIDAD MERITORIA DE LA CULTURA
ANCASHINA, al investigador don JAVIER DÁMASO COTILLO CABALLERO, por su profundo
amor por la historia y cultura de nuestro pueblo.
REGÍSTRESE Y COMUNÍQUESE
TAREA QUE LE ENCONMENDÓ EL DESTINO:
REINICIAR CON NUEVOS BRÍOS
DIFUNDIR LOS SECRETOS DE UN MUNDO DESCONOCIDO
Por
ser de gran importancia didáctica, pedagógica y humana, transcribimos el
medular Texto PRELIMINAR del autor:
“Este
es un “informe testimonial”. Da testimonio del hallazgo de la Tumba
Lítico-subterránea de Jancu.
Relata
dónde, cuándo, cómo y quiénes participaron de su hallazgo; responde también a:
¿Qué forma tiene la tumba?, ¿cuántas secciones tiene?, ¿de qué materiales está
hecha?, ¿para quiénes y por qué se construyó?, ¿qué contenía la Tumba?, ¿en qué
orden estaban colocados los elementos y por qué en ese orden?
. Desde
el día sábado 1 de febrero de 1969 hasta la fecha (2018) he trabajado
silenciosamente en la gran tarea que me encomendó el destino. Antes que mi vida
se filtre como agua entre los dedos, quiero entregar este “informe” esperando
que la Cultura Recuay se ubique en el lugar de honor que le corresponde. El
camino recorrido estuvo lleno de estímulos nacidos de mis constantes fracasos
para reiniciar con nuevos bríos la gran tarea que tengo encomendada. Por eso,
al perder la visión y mi capacidad de “ver”, estos fueron nuevos estímulos para
continuar el informe y seguir tallando en piedra la maqueta; y desde mi nueva
“oscuridad”, aprendí a “mirar” los secretos de un mundo desconocido; inauguré
la manera de “mirar el perfil de las personas que me ayudan sin conocerme” y
sin esperar retribución alguna; estrené también una novedosa manera de “mirar”
a las personas, distancias, animales y cosas.
Con
la misma constante sencillez con la que inicié mi tarea, entrego a la historia
y a mi PATRIA el trabajo terminado, esperando contribuir con una “arenita” a la
conmemoración de los cincuenta (50) años del hallazgo de la “Tumba
Lítico-subterránea de Jancu” que se cumple el 1 de febrero del 2019; y si algún
mérito tiene, no me corresponde tal honor, el mérito lo tiene el poblador
Recuay que vivió en la centuria de los 300 años d.C. y fue capaz de inventar
recursos de comunicación no lingüística (sin palabras ni letras) y que
utilizando “indicios” se hace entender plenamente diciéndonos su historia y su
legado en la tumba monumental, por eso este Informe no tiene bibliografía.
Gracias
por hacerme sentir “necesario”.
El
autor
FRONDOSA
DATA HISTÓRICO-CULTURAL QUE AÚN ESCONDE LA TUMBA DE JANCU
En
la magnífica INTRODUCCIÓN , el maestro Cotillo Caballero nos explica
magistralmente:
“El
presente informe es insumo para las mentes especializadas en arqueología,
filosofía y ciencias sociales, antropología, etnología, sociología,
historiadores, docentes y público que quiera usar el presente informe
testimonial para perfeccionarlo incrementando con sus conocimientos
especializados para mejorar la objetividad científica de las teorías sin
distorsionar la frondosa data histórico-cultural que esconde aún la Tumba de
Jancu. Alcanzo este insumo perfectible para la ciencia, extrayendo de mis
archivos la copia del inventario original de su hallazgo, la fotografía de la
lámina de oro, la colección fotográfica completa de las diecisiete cerámicas,
las piezas líticas de macana, los planos de la tumba, y gracias a la
participación de Ricardo Pérez Paredes, la reproducción oseométrica, de los
tres esqueletos, las ideografías y dibujos de los redivivos.
Por
tanto y para su mejor visualización, he tallado en piedra perseverantemente la
maqueta a escala de 1/25, tal como es, ganándome algunos martillazos, callos y
ampollas en las manos pese a mi ceguera, lo que me permite ofrecer un claro y
objetivo encuadre de elementos encontrados dentro de ella, por eso desarrollo
el estudio de la Tumba a través de los siguientes capítulos:
CAPÍTULO I: GENERALIDADES
Siempre
vamos de la mano del autor: “Las evidencias y hechos culturales referidos al
emocionante hallazgo de la Tumba Lítico- subterránea de Jancu, que tuvo lugar
aproximadamente a las diez (10) horas del día sábado del 1 de febrero de 1969
durante la construcción cívica del primer local escolar del paraje andino”.
1.DE SU DENOMINACIÓN
El
autor considera que “el texto científico no debe ser complejo ni mucho menos
difícil de entender, debe tener la sencillez y frescura de la naturaleza;
entonces el conocimiento que se comunica mal no es conocimiento; por eso es
importante establecer la denominación correcta de la Tumba”.
El
maestro exige precisión y propiedad, “Los calificativos que se están usando
para denominar a la Tumba son: mausoleo, sepulcro, sepultura, arquitectura,
nicho, cámara y otros. Estos calificativos al ser analizados, tienen algunos
errores, así por ejemplo la palabra mausoleo, no es adecuada para el
caso de Jancu porque esta denominación rinde tributo al sátrapa Mausolo, rey de
Persia que gobernó entre los años 353 al 350 d.C.”
Por
otro lado, sigue analizando: “Sepulcro, es una construcción de piedra
“sobre” tierra para sepultar a los muertos (no para enterrar), pues Jancu
contrariamente, es una construcción de piedra “bajo” tierra, por lo que tampoco
es aplicable para el caso. Sepultura, se refiere al lugar donde se cubre
con tierra al fallecido; los esqueletos de Jancu no han estado enterrados con
tierra sino en una tumba subterránea de piedra que ha permitido mantener
visible a los esqueletos. Por lo que tampoco sepultura es aplicable a la tumba
de Jancu. Arquitectura subterránea lítica de Jancu, esta denominación
omite la palabra muerto que es el objetivo principal de esta construcción. Nicho,
es sepultura para una plaza; la de Jancu está diseñada para once personas. Cámara,
palabra polisémica que excluye el concepto “tumba” y en todo caso, señala
solo el área principal de ésta”.
TRASCENDENTAL
ENFOQUE DE ACUERDO A NUESTRA REALIDAD
A
continuación, el análisis que viene es muy pertinente pues enfoca la tesis de Javier Cotillo Caballero, desde
un punto de vista sumamente original, teniendo en cuenta nuestra realidad, tan
única e inconfundible:
“Conviene también analizar el término Señor
que se viene usando sin mayor sustento. Para el caso de Jancu, no es
conveniente la denominación SEÑOR DE JANCU, porque la palabra Señor era usada
en los señoríos feudales de la Edad Media que se desarrollaron en España,
Francia, Reino Unido y otras comarcas. En la cultura Recuay, la palabra analizada
puede reemplazarse fácilmente con los sustantivos manco, curaca, cacique,
sinchi o Mayta. Pero se trata de los años 300 d.C. (aproximadamente) época en
la cual el tipo de gobierno no está fechacientemente establecido, en
consecuencia, para evitar errores de concepto se propone transitoriamente el
adjetivo genérico “Líder” cuya denominación en este trabajo identificará al
personaje cuyo esqueleto exhibía en su parietal derecho la lámina de oro en
forma de plumaje como símbolo de liderazgo y autoridad”
“Por
las razones expuestas creo que la denominación descriptiva aproximadamente
correcta sería: Tumba Lítico-subterránea de Jancu, ¿Por qué? Porque la tumba de
Jancu es de piedra (lítica), es subterránea y está en Jancu, por tanto el
título directo, sencillo y adecuado debe ser TUMBA LÍTICO-SUBTERRÁNEA DE JANCU
por ser específica, sencilla y objetiva denominación que corresponde a las
características de esta Tumba”
“Aclaración:
En la denominación que se propone la palabra compuesta es
“Lítico-subterránea”; pareciera que hay un error de género y algunos lectores
seguramente estarán corrigiendo como lítica-subterránea. Pues en las palabras
compuestas el primer término siempre va en singular y en masculino, por tanto
lítica en la palabra “compuesta” debe escribirse como “lítico”.
SORPRENDENTE
TUMBADE LA CULTURA RECUAY
2.UBICACIÓN DE LA TUMBA
“Políticamente,
la Tumba está ubicada en el departamento de Ancash, a 15 kilómetros Este de la
ciudad de Huarás, distrito de Restauración, estancia de
Coyllur y en el paraje Jancu. Cartográficamente,
en la carta fotográfica vía satélite este paraje andino se ubica al
Noroeste del 21º cuadrante terrestre y se registra con el nombre de “Janco”. Geográficamente,
está enclavado en los contrafuertes andinos de la cordillera Blanca, al pie del
nevado Azul-raju, próximo a los portales de la quebrada de Quellquehuanca, al
Sur del cerro Tinyak Jirka. El enfoque cronológico es tarea
especializada, sin mayor duda, de la ciencia arqueológica. Este lugar, como es
de conocimiento, es depositario de la sorprendente Tumba de la cultura Recuay,
que ha originado marcado interés científico y explicable orgullo ancashino, por
su estructura pétrea, la lámina de oro rojo de 24 quilates, su cerámica de
arcilla roja, negra y de fina caolinita, esta última pintada de tres colores:
rojo ladrillo, negro azabache y blanco hueso (trícroma); además su iconografía,
pictografía, sus hornacinas talladaas en roca viva y cuadraturas funerarias que
analizaremos más adelante”.
3. ¿CÓMO LLEGUÉ A JANCU?
Detallada
y amena descripción de aquellas circunstancias en las que se vio envuelto el
futuro gran Maestro, y narradas con gran sabor y maestría que hacen sumamente
atractiva esta historia, enterándonos de paso, sobre las angustias y las peripecias de nuestros pueblos alejados y
cómo, gracias a la colaboración y solidaridad de unos y otros, nacen los
proyectos y se enaltecen las esperanzas, que se convirtieron en realidad.
INGENIO Y ABNEGACIÓN DE UN
MAESTRO RURAL
Increíble
inicio de un maestro que se las tuvo que ingeniar, a fin de dotar de elementos
de enseñanza a sus alumnos y aprovechar de lo mínimo que disponía.
“En junio de 1968 dejé las
aulas universitarias (ANEXO 2) a fin de realizar trabajos de campo que me
permitieran acopiar datos reales del proceso educativo peruano para formular
propuestas metodológicas y mejorarlo. Enorme tarea de cumplir por una sola
persona. Elaboré estadísticas, formatos de reportaje, fichas transcriptivas,
analíticas, de gestión y otros instrumentos de acopio de datos.
Para
mi viaje por el interior del país conseguí una tenaza burdiza, una pinza
hemostática y una cama-costal que permitieran realizar trabajos pecuarios para
cubrir mis gastos. En el trayecto conversé con el agricultor notable Juvencio
Rosario Bustamante, quien me hizo conocer la preocupación de los padres de
familia de Jancu y aledaños, quienes al enviar a sus hijos a la escuela más
cercana (estancia de Coyllur) ubicada a 8 kilómetros abajo del lugar. Al
término de la jornada escolar, los niños al regresar a su casa, en época de
lluvia, encontraban que el camino de vuelta se había interrumpido en las
quebradas, debido a huaycos que impedían continuar su camino y los obligaba a
protegerse de la lluvia debajo de los matorrales y arbustos.
Esta
situación angustiante para los padres y escolares, según don Juvencio, podría
superarse abriendo una escuela arriba, en Jancu, pidiéndome que me hiciera
cargo de dicha tarea; propuesta que me pareció brillante como solución. Acepté
el reto gustoso. Es más, con entusiasmo nos dimos la mano en señal de “mutuo
compromiso”.
Para
ejecutar el encargo, acopiamos gratuitamente útiles escolares, cuadernos,
lápices, borradores, libros de educación primaria de diversos grados y lo que
pudo. Despuès de una semana nos contactamos nuevamente con don Juvencio para
entregarle el escaso material conseguido, pidiéndole que lo reparta entre los
futuros alumnos. Se acordó que mi aula ocuparía el corredor de la antigua
casa-hacienda en ruinas. También le pedí algunas tablas y adobes para carpetas.
Así fue; el sábado en Jancu, inventé con nada mi primera aula (los asientos y
tableros con tablas sostenidas con adobes, la pizarra de piedra oscura, piedras
calizas sometidas al fuego como tizas, bolitas de arcilla como cuentas para
aritmética y otros).
Un
lunes del mes de setiembre de 1968 se inauguró nuestra gran escuelita
idealizada. Todavía recuerdo con ternura el primer día de clases. Aún
entibia mis mejillas el recuerdo de ese
día. Faltaba una hora para su inicio y no había nadie. Me sentí desilusionado,
casi me arrepentía de haber dejado las aulas de la universidad para realizar
esa aventura idealizada.
Nervioso
empecé a juguetear con el puntero que se quedaría sin estrenar. De pronto mis
ojos ubicaron un punto negro que recorría la serpentina del camino. Poco a poco
el punto negro se iba transformando en la silueta de un campesino metido en su
poncho y su sombrero. “Por fin alguien”, pensé”.
Niños y padres acudieron con ejemplar entusiasmo a la cita de honor
LEYENDO ESTA ANÉCDOTA CAPTAMOS
CÓMO EL AUTOR ASIMILÓ, CREÓ Y EMPEZÓ A ESCRIBIR MÁS ADELANTE EN CASTQUECHUA (El
Spanglish peruano)
- “Buenus días profisur, buenos días”,
dijo el recién llegado.
- “¡Don Juvencio, don Juvencio”, respondí
alegre y corrí para abrazarlo,
“¿Dónde
están los demás?”, me quejé.
- “No si preocupi profisur, no si
preocupi; toqui silbatu, toqui, toqui”.
- “Pero ¿para quién?”, respondí casi
protestando.
- “Toqui profisur, toqui toqui”, ordenó.
EL JÚBILO DE UN MAESTRO ANTE
NIÑOS QUE LLEGAN EN BUSCA DE NUEVOS SABERES.
El
silbido rasgó los cerros reproduciendo su eco, Al poco rato, risas infantiles
penetraron el horizonte; eran tres niños que jugaban con la neblina mientras
bajaban con dirección a su nueva escuela. Tiempo después, por el otro cerro,
cinco ángeles con cara de alumnos hurtaron de mis labios una gran sonrisa. Más
niños por aquí, y del otro cerro también. Niños y niñas, como abejas rumbo al
panal, pero en busca de nuevos saberes.
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