JORGE BARBOZA BEINGOLEA
LOS MÁGICOS DUENDES DEL HILO:
FABULOSO FESTÍN LÚDICO PARA NIÑOS
Por LUIS ALBITRES MENDO
JORGE BARBOZA BEINGOLEA (Lima, 8 de octubre 1944), poeta, autor de
literatura infantil, teatrista y promotor cultural. De hecho, es un pedagogo
innato y su amor a los niños trasluce en esta obra.
En la contratapa del hermoso libro se lee con gran deleite: “Propugna una
educación infantil en la que la alegría sea la expresión evidente de la
felicidad que debe embargar el espíritu del niño en esta etapa de su proceso
formativo. Por ello considera que el arte, entendido en su verdadera
naturaleza, y, particularmente la Literatura Infantil, puede contribuir como un
valioso medio de apoyo a este fin, unido al elemento lúdico tan propio de esta edad”.
CÁLIDO ANTE LA AMISTAD; EMPAPADO DE FE Y OPTIMISMO. ABIERTO AL SENTIMIENTO
AURORAL DE LOS NIÑOS. CON EL CANDOR Y LOS SUEÑOS DE LOS MÀS PEQUEÑOS.
Cuento, canto, verso y acción. Con prólogo de MANUEL PANTIGOSO PECERO,
reconocido poeta y profesor universitario, quien señala: “…no podemos pasar por
alto al ser humano de nobleza proverbial, cálido ante la amistad y empapado de
fe y optimismo, dones estos que le han permitido cultivar una sensibilidad
despierta al sentimiento auroral de los niños. Él mismo lo es con su
mansedumbre de ángel que llega tarde siempre al festín.
“En su caso -como en el de LUIS VALLE GOICOCHEA, solo por citar un ejemplo-
hay que nutrirse del hombre para luego aquilatar al artista de primer nivel que
existe en su alma. Su obra vital y creativa traduce y testimonia esta bella
lección de amor hacia la vida”.
“Acepta gustoso el interactuar con niños de tres a cinco años de edad. Así
ha ido macerando su amorosa asonancia con la edad de oro de la que hablaba José
Martí, retroalimentándose con el candor y los sueños de los más pequeños.
“Por todo ello, en Trujillo su obra creativa ha dejado profunda y duradera
huella, y es muy respetado y querido por amigos y artistas. Jorge Barboza se
inscribe dentro de la tradición egureniana que exalta al artista intuitivo y
múltiple, absorto en el conocimiento de varios lenguajes estéticos. Como el
genial autor de “Rondinelas”, escribe poesía y teatro, toca piano, compone
canciones infantiles, dibuja en sus ratos de ocio; dentro de las manualidades
también utiliza el tangrama y el origami, de origen chino.
“…Los recursos integradores -sustentos de la Educación por el Arte- son
inherentes a èl, parten de su magma interior.
“…privilegia la amistad, la comunicación, la virtud, la felicidad creativa,
como elementos primordiales de nuestros niños en su proceso de desarrollo
afectivo”
Con un dorado colofón, Manuel Pantigoso finaliza su proteico prólogo: “Con
los “Mágicos Duendes del Hilo”, Jorge Barboza se inserta con madurez en la
senda iniciada por escritores de la talla de Luis Valle Goicochea, Catalina
Recavarren, Esther Allison, Mario Florián, Carlota Carvallo, de quienes rescata
el sentido ético y estético de la poesía infantil, pero va más allá de sus
maestros en lo que es el hilo imaginativo de la integración o asociación
artística en donde la naturaleza múltiple y expansiva de la palabra plena de
sugerencias y alto vuelo se cristaliza de una manera excepcional. No cabe duda
que estamos frente a uno de los mayores logros de la literatura infantil
surgida en estos últimos tiempos”.
RESCATANDO EL PARAÍSO LLAMADO NIÑEZ
MANUEL VELÁSQUEZ ROJAS, connotado
escritor y profesor universitario, en su Revista Kratios Nº 3, escribe: “Jorge Barboza
es un gran poeta para niños. Admiramos su natural manera de escribir versos con
fluidez e inspiración que llegan profundamente al niño y al adulto que,
siempre, lleva oculto su propio niño.
“Estos versos, además, poseen su propia musicalización y pueden ser
cantados, y, finalmente, ofrecen juegos entre sí. (…)
“Digo, la niñez es el paraíso que se pierde cuando uno llega a adulto, pero
la poesía de Jorge Barboza rescata ese paraíso perdido y lo hace vivir
nuevamente para todos”.
FLORECER Y FRUCTIFICAR LAS CUALIDADES QUE EL IDEAL HUMANO SUEÑA PARA TODOS
En sus palabras liminares, JORGE BARBOZA, inspirado en la creación de la
autora Frida Schults de Montovani, quien llama literatura “fermental” a la
literatura infantil, también lo asocia, crea y agrega que podría ser
“germinal”. Concediéndole de ese modo una connotación de crecimiento y
expansión (de capacidades de toda índole).
La literatura infantil se convierte en fermento y “su espíritu se incentiva
y se agita al contacto con los textos literarios”.
Y luego explica: “Por ello uso el término germinal (relativo al germen) en
referencia a que, luego del tiempo de fermentación que el arte induce en el
espíritu infantil, se abre la posibilidad del tiempo de germinación mencionado
en el párrafo anterior que puede durar toda la vida de la persona y durante el
cual pueden florecer y fructificar las cualidades que el ideal humano sueña
para todos: sensibilidad, alegría, creatividad, expresión y comprensión para la
comunicación, conocimiento, virtud y otras muchas más”.
Razones de peso: “Por esta razón, en este libro damos especial preferencia
a la alegría. La vemos como la materia orgánica necesaria para la tierra de
cultivo a la que enriquece, oxigena y nutrifica permitiendo que florezcan
hermosas y variadas flores.
“Difícilmente, la sensibilidad, la creatividad y la expresividad van a
florecer en el espíritu del niño si no está presente la alegría.
ALEGRÍA Y FELICIDAD, METAS PRIORITARIAS EN LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS
“Me refiero a la alegría que no precisa ser risa ni carcajada, pero sí
esencialmente, un estado de ánimo gratificante más duradero y estable que hace
al niño receptivo, comunicativo, esperanzado y, por lo tanto, feliz. Una
alegría así, viene a ser una vacuna contra la inconsciente maldad que crece
aupada al progreso, y que, en esta época, está contaminando al mundo y pretende
suplantar a los valores por formas de comportamiento vacías que afectan a la
naturaleza del hombre (varón y mujer).
(…)
“Por ello creo que no es con aburrimiento ni imposiciones que lograremos la
educación de nuestros pequeños, sino buscando afanosamente que la alegría reine
en ellos y les permita amar la vida.
“Hemos incluido la música mediante las canciones porque reconocemos su gran
importancia y que, en los niños, no es solo distracción agradable, sino que
cumple funciones formativas con su ritmo en la coordinación de los movimientos
y en la división del tiempo, más aún si se le adiciona la danza creativa. (…)
“También hemos incluido las manualidades, pues desarrollan habilidades y
cualidades como paciencia, perseverancia, y otras que muchas veces, no se toman
en cuenta en los programas escolares, y que a la vez cierran el círculo
virtuoso que la literatura infantil y la música empiezan a trazar en la
personalidad infantil. El niño crea y materializa con la forma y el color parte
de la poesía que las artes le dan. No olvidemos el importante papel que cumplen
las artes plásticas. Así se completa su goce y se afirma su autoestima.
“La intención, pues, de hacer interactivo este libro se debe a nuestro
convencimiento de que el movimiento, la acción, el hacer, alegran el espíritu
infantil y también lo motivan para aceptar mejor un texto, pues esto coincide
con las necesidades de su naturaleza.
“…Asimismo abrigamos la esperanza de convergir con los maestros en este ideal
de querer la alegría y la felicidad de nuestros niños en su proceso educativo”.
Hasta aquí, fueron las esenciales Palabras Liminares de Jorge Barboza
Beingolea.
Aquí se luce la didáctica. Esto se demuestra al presentar la Estructura de
la obra: “Este libro es interactivo y consta de poemas, canciones, cuentos,
juegos y manualidades. Algunas de las canciones pueden usarse también como
poemas. Buen número de manualidades han dado origen a poemas y canciones
incluídos en este libro”.
El contenido está dividido en las siguientes partes: 1. Leamos (Poemas y
Cuentos)/ 2.Cantemos (Canciones)/ 3.Juguemos (Juegos y Tangramas)./ 4.
Dramaticemos/ 5. Construyamos (Manualidades) / 6. Partituras.
Además incluyen un disco compacto con la música cantada.
LEAMOS
En “Mis Duendes” (Teje cuentos y
alegrìas,/colores que nunca ví./ Es un duende tan pequeño/ que, a la hora de
acostarme,/ viene, se sienta en mi oreja,/ y me cuenta, me aconseja, y me canta hasta dormir”).
“Paisaje Mochero” es una ejemplar combinación de onomatopeya y ritmo (“Pamela,
niña lechera, / con suaves manos ordeña. / Chirrí - chirrí, suena, suena,/ al
cantar la leche, queda// Chirrí -chirrí, los chorritos/ alegran a Pimpinela/
que al mirar a su Pamela,/ la ve carita de fresa.”).
“Pensando en ti”: En homenaje a una madre, un padre o alguien más: (“Las
flores de mi canasta/ las corté pensando en ti; / quiero que nunca se/ sequen, /
por eso las hice así. // Una flor, un/ pensamiento/ que perfuma tu /
resplandor;/ en cada pétalo un beso; / y en cada color, amor.// Las flores de
mi canasta, / vivan siempre para ti.”)
“Andariega Suavidad”: Un vivaracho caracol es el personaje que inspira este
poema.
“Brisa y Velero ¡Como los quiero!”: (“La brisa da al velero/ alas y aletas/
Es pez entre las olas, / y, sobre cubierta, / son alas de gaviota/ sus tersas
velas// Va surcando la mar/ dejando estelas, / para siempre volver/ con su
sonrisa. // ¡Qué sabor tiene/ el soplo de tu brisa!”).
“Marisol”: Síntesis de candor y amor (“Mi pececita dorada/ alma de mar y de
sol, / joyita de oro que nada, / ave que canta sin voz. // Es el agua en la que
vuelas,/ pocito de cielo azul. / Tú eres una estrella novia/ que vas con cola
de tul.”)
Siguen: “Metamorfosis”, “El Saltamontes”, “El Porfiadito”, luego viene:
“Peque”: (“Y surca mi lancha/ el agua escarchada/ que besa amorosa / su
borda cansada. //… Peque, peque, peque…/ se oye su canción. / Por el Amazonas/
va mi corazón”).
“Besuquito”, rezuma una síntesis de ternura (“Con su trompa me da un beso/
y roba mi pan con queso. / Como tiene un hambre atroz, / también se come mi
arroz. // … Mi elefante “Besuquito” / gordito como un globito, / suavecito y
querendón/ ¡Nos queremos un millón!”)
“La Pena”: Una mirada original (“La pena del agua quieta/ tiene mi niña
pequeña, / Ella quiere, como el río, / correr con sus pies de seda, / rodar
como piedrecita/ rumoreando primaveras. / Pero mi niña… ¡Qué pena! / Que las
dos están enfermas/ (ella y su dulzura inquieta), / y hoy…en la cama se quedan.
/ En sus pupilas cantaba/ Sus penas el agua quieta”. )
“El gato Pimpón”, aquí surge como siempre la picardía gatuna y cierta
ironía (“Su mamita gata, la linda Mimí, / Se baja del techo y le canta así: /
-Duérmete travieso, duérmete Pimpón, / Sueña que te comes un melocotón, / que
te has convertido en un fiero león/ y que has atrapado, por fin, un ratón”.
“MI COMETA”: Es tan bello este poema que lo transcribo entero por el candor
que rezuma, y atrae el final peruanista por los instrumentos musicales (“Con mi
cometa de estrella/ salí una tarde de agosto, / con un gran ovillo de hilo/ y
felicidad en el rostro. // Corre, corre que se eleva . / Mira, quiere cabecear.
/ Estrellita cabriolera, / arráncate. ¡A
navegar! // Ya salta sobre una nube/ y a todos les hace muecas, / hasta
la luna se ríe, / carita llena de pecas. // Con mi cometa de estrella/ la tarde se puso hermosa, / se vistió de
nochebuena/ y la invitó por graciosa. // Cómo brilla mi cometa. / Baila con la
nochebuena. / Tres reyes magos les cantan/ con caja, charango y quena.”)
EN
LA MAGIA DEL GIRAR
“LAS MARIPOSAS Y EL VIENTO”. Otro poema que seduce y da gusto mostrarlo por
entero, a fin que disfruten de su encanto: (“En la puerta del castillo/ del Rey
de los Panaderos, / jugaban las mariposas/ aquel carnaval primero. // ¡Qué
locura tan redonda! /Suben, bajan, vienen, van; / ahora el viento las empuja/
haciéndolas tropezar/ y les salpica colores, / colores de carnaval. // Remolino
de alegría/ llena de risas el viento/ y revientan los colores/ de estas flores
casi etéreas/ bellas ninfas volanderas, / mariposas…primaveras. // - “Chepa,
chepa, un momentito”. / Se posan en un palito/ un ratito a descansar. / Pero ya
regresa el viento/ con su juego de empujar, /y el carnaval se convierte/ en la
magia del girar. // En la puerta del castillo/ del Rey de los Panaderos, /
rondan hoy las mariposas/ desde el carnaval primero.”
“CUIDEN MI CORAZÓN”, Poema de amor y cuidado a mamá y papá.
“LA PULPITA PITA”: Juego de palabras tal como constantemente recrea el
autor.
AURORA
DE MADRIGAL
“TORI: Otro poema memorable, ¡Formidable!, con el personalísimo estilo,
poético, al cual ya nos tiene acostumbrados Jorge Barboza. Es la historia de
cómo “seis traviesas arañas”, secuestraron a la luna, enredándola en cinco mil
telarañas, para que Tori luzca sus preciosos cuernos.
Aprecien y comprueben por ustedes
mismos (“Cuando nació mi Tori/ torito, toro,/ de nuestra vaca Cantora/ y el
bravucón Tempestad,/ nació de color…del cielo/ cuando nos quiere alegrar.// Fue
creciendo abrigadito/ en sus pastos de algodón,/ y entre el coro de los
grillos/ y los trinos peregrinos/ siempre bebió su canción.// Nunca le
crecieron cuernos,/ como él, todo era amistad…,/ pero miraba a la luna/ y decía
en sus adentros:/ ¡Esos sí son lindos cuernos!/ Me los quisiera probar/ y volar
todos los cielos.//…../ En la cabeza de Tori/ la luna se carcajeaba;/ y volando
entre arcoíris/ colorearon su amistad.// Tori, torito, tori,/ aurora de
madrigal,/ con la testa luminosa/ y en los ojos, pedernal,/ Toro, torito,
toro./ Mi toro quiere torear/ con toreros de trapo/ que no se puedan dañar.//
Tori, torito, toro./ Mi toro quiere jugar,/ montarse en un cerro bravo/ y saltar
a un alfalfar.// Tori, torito, toro,/ Mi toro quiere volar/ tras una mariposa/
y una estrella sobre el mar.”
Querido Amigo Lucho: Excelente análisis del Libro-Poemario de JORGE BARBOZA BEINGOLEA. La lectura me trajo el recuerdo de mi niñez y me sentí como “LAS MARIPOSAS Y EL VIENTO". Bello poema.Y como bien dices "la niñez es el paraíso que se pierde cuando uno llega a adulto. Esta frase me recordó un poema que escribí no hace mucho, donde digo al final: "Mas se fue mi niñez… ¡para no volver!/ Detengo el tiempo, / y le imploro llorando: “vuelve a mi otra vez.”. Como muestra de afecto, te envío un largo abrazo desde Argentina.-
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