ESPERANDO EL CAPULÍ 2019
A continuación publicamos un fervoroso recuento del por qué un
santiagochuquino retorna jubiloso a su lar natal.
Escrito por el profesor, poeta y
escritor Manuel Ruiz Paredes, nacido en Santiago de Chuco, alcanza ribetes
líricos de gran prestancia poética, por la unción que le pone a las
remembranzas de su infancia, la pasión por los diversos matices de los paisajes
circundantes y el intenso amor a la memoria colectiva de su singular pueblo.
(LAM)
DE REGRESO A MI TIERRA Y CON MI GENTE
Por MANUEL RUIZ PAREDES
COMPROMETIDOS CON EL MUNDO ANDINO
Porque somos alma andina de nuestra época, sentimiento
mesiánico, somos el deseo reivindicativo y la esperanza de volver a la grandeza
de nuestra cultura milenaria.
Porque estamos comprometidos con el mundo andino, difundimos
el arte y la cultura de nuestros pueblos y somos descendientes de una gloriosa
raza, ejemplo sagrado de vida.
SANTIAGO DE CHUCO, MI LAR NATIVO, HERMOSO RINCÓN DEL ANDE PERUANO
Personalmente, regreso a Santiago de Chuco porque en esta
hermosa tierra nacieron mis abuelos, también mis amados padres, quienes
vivieron con amor y dieron buenos frutos.
Y porque mis hermanos y yo, vimos aquí por primera vez los
rayos de oro que bañan y dan vida a mi lar nativo.
Regreso a Santiago de Chuco porque es un rincón hermoso de
los Andes de mi país, rodeado de macizos y pintorescos cerros, perfumados
alcanfores, verdes alfalfares, dulces maizales, con olor a yerbabuena y una
agradable paz eglogal.
En Santiago de Chuco, el ambiente y la vida, su gente noble
y buena, sus callecitas sencillas, las lágrimas que caen del cielo, sus bosques
encantados, sus abiertas praderas, el viento fresco, sus campiñas románticas,
sus serpenteantes y lejanos caminos, los sufridos hermanos del campo, la posada
hospitalaria y el canto ebrio de inquietas avecillas, hacen posible y feliz la
existencia.
Y Santiago de Chuco se muestra como un paraíso terrenal,
donde Dios, el Apóstol Santiago, LUIS FELIPE DE LA PUENTE UCEDA, el
pedagogo de la revolución social y el celebérrimo poeta universal CÉSAR
ABRAHAM VALLEJO MENDOZA, son eternos.
RETORNAR A SU DULCE ENCANTO, QUEDARSE EXTASIADO, ABRAZAR LOS DÍAS Y NO
PARTIR JAMÁS.
Volver a Santiago de Chuco es retornar a su dulce encanto, a
su bosquecito de aromas encendidos, de alegres trinos de avecillas silvestres.
Es confundirse en un
fraterno abrazo, en una noche negra de serenatas y penitentes.
Es llegar con devoción hasta la presencia de nuestro APÓSTOL
SANTIAGO EL MAYOR y con humildad decirle: “Aquí estoy patroncito ante tu
altar, he venido desde muy lejos para estar contigo en esta gran fiesta
cultural”.
Es buscar entre la gente linda aquellos ojos negros que
alguna vez nos miraron de soslayo y con ternura.
Es caminar por lejanos senderos en busca de nuestras huellas
que se quedaron en silencio y aún nos esperan.
Es bajar corriendo y volver a mojarnos en las gélidas aguas
del mismo río que guarda nuestros secretos de niños.
Es volver a nuestra amada escuela y tocar la vieja campana
para llamar a los gratos amigos que se fueron.
quedarse extasiado, abrazar los días y no partir jamás.
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