martes, 1 de septiembre de 2020

SHOGACUY, PINQUICHIDA, CONVITE Y ENTRADA DE LA FIESTA DE SANTA ROSA EN CHIQUIÁN. Por ARMANDO ALVARADO BALAREZO (NALO)

MARTES, 1 DE SEPTIEMBRE DE 2020

SHOGACUY, PINQUICHIDA, CONVITE Y ENTRADA DE LA FIESTA DE SANTA ROSA EN CHIQUIÁN- POR ARMANDO ALVARADO BALAREZO (NALO)

 


La Vergne, 01 de septiembre de 2020

HOLA SHAY:
ACTIVIDADES DEL 01 DE SEPTIEMBRE

SHOGACUY 
.01:00 / 06 a.m

PINQUICHIDA

09:00 a.m. En la casa de la Estandarte.

10:00 a.m. En la casa del Inca.

11:00 a.m. En la casa de Rumiñahui.

12:00 m.    En la casa del Capitán.
 
CONVITE 

01:30 p.m. Banquete ofrecido por el Capitán y el Inca.

ENTRADA

03:00 p.m. Concentración de funcionarios y público en la Plazuela de Bolognesi (Quihuillán) e inicio de los juegos con caramelos, serpentinas y pica pica por las calles de Chiquián.

05:00 p.m. Quema de tendida de cohetes ofrecido por la Capitán y captura del Inca en el estadio de “Jircán”.

06:00 p.m. Baile en casa de la Capitán.

10:00 p.m. Presentación musical, baile y quema de castillos a cargo de la Capitán. 
 
Apuntes chiquianos...
 
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FIESTA DE SANTA ROSA EN CHIQUIÁN
 
VII

SHOGACUY, PINQUICHIDA, CONVITE Y ENTRADA
 
   1 DE SEPTIEMBRE
 
  Día del Capitán y del Inca
 
  Autor: Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
 
  Shogacuy
.
Con un considerable descenso en el afecto religioso, se intensifica el ánimo festivo a partir de la medianoche, cuando el Inca y Rumiñahui visitan con música, avellanas y chingurito las casas de sus guelis, familiares y amigos para asegurar su apoyo durante la Entrada. Tocan la puerta y al abrirles convidan un trago de licor que es agradecido con un billete que prenden en el poncho del visitante y el pañolón de su esposa o pareja. Similar actividad realiza el Capitán junto a los miembros de su comitiva, que en muchos casos culmina a las 8 de la mañana. También visitan a los mercachifles. Ídem los cuartos de los hoteles cuando el alojado es un familiar o amigo nada tacaño.
 
 


 
 
Un día antes del Shogacuy los asesores financieros del funcionario hacen un inventario de las viviendas preferidas, para así garantizar el prendido de dinero 'contante y sonante' hasta en los ribetes del poncho y los flecos del pañolón, aunque por ahí no faltan papeles moneda falsos que no pasan ni como limosna para invidente.

El poncho chiquiano que usa el Inca y Rumiñahui, así como el Capitán y su comitiva durante el Shogacuy y demás actividades nocturnas, es patrimonio histórico de nuestra América Morena. Sobre su textura se firmó la Capitulación de Ayacucho. 
 
  .Desplazamiento y Pinquichida
 
 



 

La llegada a la vivienda del funcionario durante las visitas es precedida por el Inca, Rumiñahui y las pallas. Luego ingresa el Capitán y su comitiva. La Pinquichida empieza cuando culmina el ritual establecido. La melodía de la orquesta, los cánticos de las pallas y la coreografía de fiesta se desarrollan en la casa de cada funcionario visitado.

En esta actividad los repartos de chicha y colaciones no faltan. También intervienen botella en mano los familiares del funcionario. Todos demuestran sus condiciones físicas durante la correndilla (trencito), sobre todo la capacidad del hígado para procesar ingentes cantidades de trago, donde las pallas son las preferidas de los “santos varones”, empeñados en embriagarlas, sin percatarse que los familiares de las pallas las cuidan dándoles durante le baile  botellas tapadas con un flor conteniendo chicha morada.
 


 
A partir de esta fecha el Capitán y su comitiva recorren las calles del pueblo y alrededores con sus caballos adornados de espejos, escarapelas y una castilla aliancista, cahuidista o tarapaqueña sobre la montura y el lomo, al compás de la banda de músicos que interpreta variado repertorio.
 
 
 
 
Los ancestros de los caballos bolognesinos fueron cabalgados por los gloriosos Húsares en la batalla de Junín (6 de agosto de 1824) y en la batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824).
 
 Convite

Este día el Capitán y el Inca ofrecen un almuerzo especial a todos los que asisten a sus casas. Aún no he tenido oportunidad de asistir a uno de estos grandes banquetes, pero sé por boca de personas de buen diente que son agasajos hasta chuparse los dedos. No visito Chiquián en época festiva desde el 2010. Del 2011 hasta hoy, 1 de septiembre de 2019, he disfrutado en la lejanía las fiestas de Santa Rosa en Chiquián y la fiesta de San Francisco de Asís en Lima, en imágenes y sonidos emotivos, gracias a los envíos en vivo y directo que recibo de amigo Vladimiro Reyes Gamarra y mi hermano Felipe.
 


 
Mi tío Pablo Calderón Anzualdo, siempre recordaba el banquete en nuestra casa solariega de Jircán, la vez que mi padre desempeñó el cargo de Capitán. Tío Pablito ofició de Abanderado en aquel año de los cincuentas. Decía que mi padre, comitiva, amigos y familiares, decidieron organizar un festín masivo para el recuerdo donde todos saboreen los potajes chiquianos preparados con abundante carne traída de las manadas de Tupucancha y Sapahuaín, y arenosas papas de Roca y Huacacorral. Primero enviaron portaviandas repletos de potajes a las casas de los guelis, luego, en estricto orden de llegada atendieron al pueblo y amigos visitantes de otros lares; después sirvieron a los invitados especiales y finalmente a los organizadores: Capitán, comitiva, amigos cercanos y familiares. La cantidad y calidad de los alimentos y bebidas fue igual para todos los comensales que quedaron pachajuntas con la comilona de la fiesta tradicional más grande de la tierra de Luis Pardo, bajo las vibrantes notas de dos bandas de músicos: Llipa y Huari. Este modelo de atención comunal fue replicado en los años siguientes con gran acogida por los funcionarios y el pueblo.
 

.Entrada - Guerra de caramelos y algo más

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Desde las 3 de la tarde del 1 de septiembre, el Inca, Rumiñahui y sus huestes se concentran frente a la plazoleta de Quihuillán. A esta hora todo esta debidamente coordinado para que la Entrada sea un espectáculo de primera.
 
Mientras dura el tic tac de espera los balcones que penden sobre la ruta de despliegue se conglomeran de familiares e invitados; las esquinas son copadas por los numerosos visitantes de los poblados vecinos, que desde muy temprano acuden a participar del evento y llevarse chichones y caramelos 'despostillados' para saborear durante el retorno a sus pueblos.
 
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Tan pronto el Capitán y su ejército de caballos y mulitas toman su emplazamiento en Quihuillán, se inicia la Entrada, recorriendo el Jirón Comercio, la plaza mayor, el Jr. Dos de Mayo, Jr. Leoncio Prado y la plaza de toros de Jircán. La comitiva del Capitán hace su peregrinaje sujetando las riendas de la cabalgadura con una mano y empuñando confites con la otra, siendo atajados con palos de maguey por los familiares y amistades del Inca, bajo una copiosa lluvia de municiones dulces de todo tamaño y sabor, así como manzanas, huevos y tomates que caen como granizo de colores, 'todos contra uno y uno contra todos'. Últimamente, con el cuento de que es una actividad ecológica, lanzan ocas, mashuas, retoños de calabazas, cuilumpis (bellotas) y limones. Muchas damas chiquianas, al paso de los funcionarios por el frontis de sus casas descuelgan del balcón con una cinta un presente familiar: botella de champán, ramo de rosas o una jaula con un par de palomas o conejos.

Viene a la memoria la tarde del 01 de septiembre de 1962 en plena guerra de caramelos, cuando el infante Miguel Arturo “Cholito Corazón” Barrenechea Ibarra, ampayó a la musa de sus sueños oteando la Entrada desde el balcón de la familia Garro. Con disimulo cambió de mano el puñado de golosinas que sostenía y se quedó con un caramelo "Cocoroko" en la palma derecha. Apuntó poniendo el proyectil en el ojo derecho y cerrando el izquierdo estiró el brazo como mira telescópica, lo encogió y lo extendió con alma, vida y shongón (shonqon), lástima que el proyectil se quedó pegado a la melcocha que exudaron las golosinas. 
 
 
 
 
Debido al estiramiento muscular por el esfuerzo, estuvo una semana con ancocoto (macurqui) en el hombro derecho. Mi entrañable amigo "Cholito Corazón", compañero inseparable durante las fiestas de Santa Rosa en los años de mi infancia, falleció en Buenos Aires el 23 de diciembre de 2017. Oremos por su alma buena.
 
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Los sombreros de paja de los funcionarios, bufandas, capuchas tipo fraile, tucumanes, chalinas, gorros, mantas, pañolones y corazas de cartón o de pellejo bajo el poncho habano, son las mejores defensas contra los 'cazadores furtivos', que no escatiman nada para aprovechar la ocasión y acribillar a caramelazo limpio a una desprevenida 'víctima', en un concierto de bombardas y avellanas que disparan al aire los coheteros, para quienes este día es el de mayor suerte, pues reciben de regalo hasta media docena de cajetillas de cigarrillos para el encendido de los fuegos pirotécnicos de carrizo, mecha y pólvora negra.

En ocasiones los caballos del Capitán y comitiva sacuden sus cabezas resoplando sus congestionadas narices, y levantando sus patas amenazan clavar sus cascos en el pecho de los protectores del Inca y su séquito real, mientras algunos 'incautos' resbalan y caen al suelo del susto o pierden el equilibrio por los cuilumpis y tomates que yacen reventados en el piso, y los 'pasteles verdes' que van dejando a su paso los equinos de cuatro patas.

Las tendidas detonan con gran estruendo en la plaza mayor y el estadio de Jircán; pero en esta última la cosa es seria, ya que retumban tan fuerte y cargadas de humo que hasta el más 'valiente' tiembla por temor a los cohetones que salen disparados por todos lados, en tanto los encabritados caballos dan vueltas sin control y los curiosos se escabullen para no recibir las feroces coces.

Esta actividad llega a su cúspide cuando el Inca se escapa del estadio de Jircán o es atrapado por el Capitán en la segunda vuelta, previo pago de una multa simbólica que hace efectiva el perdedor. Cuando el Inca desaparece del estadio no se hace esperar: "beschashay, pobre Capitán, el Inca se ha escapado trepando la tribuna como el gato Martín".
 
***

El general Rumiñahui, encargado de la protección del Inca, pasa muchas noches en vela cavilando con su estado mayor la mejor estrategia para evitar la captura del soberano:
 
1. Suplantar al Inca cuando las tendidas de fuegos artificales hacen de las suyas con sus estallidos ensordecedores y humo negro cubriendo la retirada.
 
2. Colocar un muro de amigos emponchados por donde saltar sin riesgo al "Coso" y fugar por Cruz del Olvido.
 
3. Tejer en el momento más apremiante de la segunda vuelta una red humana impenetrable.
 
Son tres de varias tácticas de escape que se utiliza. Los asesores del Capitán hacen lo propio para contrarrestarlas.

Cierta vez asesoraron al Inca, así: 

-  "Shay Inca, contrata al Topo para que te ayude a escapar, dicen que se fuga las veces que quiere del penal de Huaraz".

Se selló el pacto, el Topo se encargaría de la fuga, lástima que el Inca fue capturado sin resistencia alguna.

¿Qué pasó?:
 
Los asesores del Capitán, gracias al infiltrado que pusieron entre las huestes del Inca se enteraron del "As bajo la manga", y utilizando como señuelo los torneados encantos de una "Mata Hari andina" dejaron knock out al Topo hasta después de la Entrada.

***

La Entrada finaliza cuando ambos bandos se confunden como hermanos fraternos  durante la huaylishada, aflorando así el mestizaje; es decir, la huaylishada identifica el temperamento chiquiano de dos mundos, con alegría, hermandad, música y baile, constituyéndose en el alma de la fiesta. 
 
Después la concurrencia se dirige a la casa del Capitán donde les espera el baile, buena comida y abundante licor, mientras el pueblo aguarda en la plaza mayor una colorida presentación musical invitando al baile, y de yapa, el encendido de un nuevo castillo de fuegos artificiales.
 
 

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