FRANSILES GALLARDO y su novela AGUAS ARRIBA
LA GESTA DE UN PUEBLO
Por
LUIS ALBITRES MENDO
DISEÑO
DE TODO UN MURAL
FRANSILES
GALLARDO, con su novela AGUAS ARRIBA, nos envuelve en un viaje hacia la
historia de una familia, inmersa en la construcción de una comunidad, a partir de
narraciones de su niñez y adolescencia, entrelazando recuerdos propios o
transmitidos por el entorno familiar o amical y nos sitúan en una época
determinada.
Conforme
avanza la novela, no ha dejado de sorprendernos con la dosis cargada de
nostalgia que insufla en sus escritos, al describir la interacción entre padres
e hijos, vecinos y autoridades, entre hombres y naturaleza, entre tradición y
modernidad: El diseño de todo un mural de la sociedad constitutiva de su pueblo
natal: Magdalena.
CUAL
OTRO MACONDO UNIVERSALIZA SU PROYECCIÓN
Cual
otro Macondo, Fransiles nos entrega una novela teñida de un matiz familiar que
universaliza su proyección, ya que toca asuntos tan humanos como cálidos, cuya
ternura y espontaneidad visibilizan la personalidad del autor, sus afectos,
preferencias, anhelos, proyectos y sueños; que al final se combinan, se
enlazan, entrecruzan e interactúan con el destino de las ansias de surgir de su
Magdalena entrañable.
ALBOROZADO
SE LEVANTA EL TRIUNFO DE UNA FAMILIA JUNTO AL DESARROLLO Y PROGRESO DE SU
PUEBLO
Novela
impactante, con el rostro de un niño asombrado, asomando su inquietante figura
a la vida que se le abre, rica en sensaciones y vivencias, no sin sufrir con
todos, los sinsabores y peripecias de un hogar que se inicia, los niños que
llegan con necesidades y exigencias.
Pero
al mismo tiempo también, junto al sacrificio y abnegación de unos padres
amorosos, se levanta alborozado el triunfo de una familia, junto al desarrollo
y progreso de un pueblo.
FRAGORES
DE FULGOR VARIOPINTO
De
todo esto, con desenfado y picardía, con nostalgia y rotunda franqueza,
asincerando su testimonio autobiográfico, nos habla Fransiles Gallardo, de
quien emerge la veta lírica y los escarceos épicos, que todo combate o lucha
por la vida conlleva, fragores no obstante,
plenos de fulgor variopinto, que ofrece la población, que al nacer y
alcanzar luego su apogeo, revierte a sus pobladores la belleza de su vitalidad
y la solidaridad de su gente.
RECIA
PERSONALIDAD
Con
desenfado y denuedo va engarzando en el primer capítulo, el azaroso recuento de
sus familiares más entrañables, entre padres, abuelitos, tíos, y demás
parientes cercanos.
Hay
que resaltar cómo expone las imágenes más risueñas, afirmando el lado irónico y
lúdico que tiene la vida, pero en especial: Cómo hasta el campo, y no solo en
las ciudades, llegan también las novedades, invasiones y subterfugios que utiliza
el capital, a fin de vender, lo mismo que en las urbes.
Gesta
de un pueblo valiente que forjó una recia personalidad citadina en base al
sembrío del arroz y la caña de azúcar. Pueblo señero, hecho al trabajo, donde
priman los valores de la familia.
A través de la trama y los personajes,
despliega tanto la nobleza como la miseria del ser humano, con todas sus
incidencias, resultados y consecuencias.
Exhibe la codicia y deshonestidad de unos cuantos. Mientras unos trabajan denodadamente, con
esfuerzos supremos; otros (y que encima son de la propia familia) cosechan
fácilmente lo que no han sembrado. Y lo hacen con cinismo y menosprecio.
CON
LA RABIA CONTENIDA
“Mamá Beca, con los ojos llorosos y la rabia
contenida en el pecho, mira incrédula desde la lomada cómo el Fedorio, hijo de
su prima hermana, la Florencia, desfila dos veces por semana, con sus piaras de
burros y mulas cargaditas, por el camino del cerro del Trapiche, rumbo al
mercado Central de la provincia de Wamanmarca”
“trabajador eres, Joshua; hombre de bien eres, Nu’ay
durar mucho tu tragedia -abrazándolo le dice don Domingo Rojas-. ¡Te
levantarás, ya lo verás, te lo digo yo, y sé por qué diablos hablo así, porque
soy más viejo que tú y así ha de ser! Pero ese mierda del Fedorio algún día
hai’ pagar todito lo que ti’a hecho. ¡Como su padre casi ha sido, testigo soy,
ingrato es, malagradecido es; pero eso nu’a de durar mucho, Joshua!”
CON
LA GENEROSIDAD DE LOS QUE NADA TIENEN
Con la generosidad de los que nada tienen, siempre surgen otras soluciones
y la solidaridad emerge de la familia o de otros seres próximos.
Sale a relucir el coraje del cajamarquino, que ante la falta de tierras
para sembríos, se desplaza lejos y funda la población NUEVA CAJAMARCA en
la selva del departamento San Martín, donde se afinca y prospera en base a
laboriosidad y ahínco, (“Si el gusano con ser gusano bajo la tierra
vive, ¡Qué de menos seré yo, que soy un
hombre, carajo!
VIEJO JOSHUA : Un simpático capítulo breve donde describe con
jocundia y endilgando a sus letras todo el sabor del fiestero, desde los trajes
que usan, zapatos nuevos; potajes y bebidas y el modo cómo festejan a la
Patrona del pueblo, sin faltar, desde luego, los tragos de bienvenida y el ir y
venir de los mayordomos.
IRRADIANDO
DULZURA
MAMÁ BECA : Remembranzas de cómo se enamoraron sus padres y la
tierna pedagogía de una madre, entre supersticiones sobre los duendes y
terapias costumbristas que un niño nunca olvida.
SANTA ROSITA : Narra detalles del enlace matrimonial de Joshua y
Beca. Y de cómo la madre de Beca e hijo, vendieron casa y terrenos en Santa
Rosa para asentarse en La Playería. Beca perdió muy tierna a a su padre. Por
ello ayudó a criar y educar más tarde a sus hermanitos.
EL
ETERNO SABOR DE LA INFANCIA. EL QUERENDÓN AROMA DE ESA VIEJA CAMA
CAMA : Partiendo de un catre, inmemorial para los niños que fueron ( “abrigaron inviernos lluviosos y
madrugadas tibias de nuestra lejana infancia”)
Haciendo mención de “la lava”, típica costumbre cajamarquina,
sobreviene la nostalgia y la candente
reflexión (“revolvemos tristezas,
desempolvamos recuerdos, hurgamos nostalgias”, “si es que antes no se deshacen
de ella por estar vieja, ocupar sitio y ser solo un triste estorbo. Como todas
las cosas viejas”)
EL
RACISMO LATENTE QUE NOS VIENE DE LEJOS
En el Capítulo ASENCIO Y MERCEDITAS sale a relucir un rancio racismo
y clasismo de nuestros abuelos y que era fuerte en aquel entonces, durante la
niñez del autor y qué bien lo registra. En la Cajamarca mestiza, aún se
respiraba, hasta hace muy poco, ciertas reminiscencias hispanas, dizque de
abolengos y otros adefesios de títulos nobiliarios. Por cierto, eso ha devenido
a convertirse hoy en día, en un racismo soterrado, mimetizado en el dinero. El
que tiene plata puede “cholear” y por eso ya hay estudios sociológicos que
investigan hasta qué punto , el racismo sigue vigente hasta en aspectos y
circunstancias por demás inofensivos e improbables de nuestra sociedad peruana actual; ( “Pa’ no mezclarnos con tanta cholería,
compadre, y de repente, pues, todo lo que conseguimos con tanto esfuerzo, vaya
a parar a manos extrañas. ¡Ni pensarlo, mi estimado Reynaldo; hay que aumentar
las tierras y las propiedades! Sí, pues,
don Rufino, en Wamanmarca abundan los marrajos y badulaques. Es bueno unir
apellidos de tradición”)
Hace referencia al estilo de antes, los matrimonios arreglados, entre
sornas e ironías y sentido del humor. El
autor hace mención del caso de un extranjero que contrajo matrimonio con la
hija de un hacendado ( “En La Playería eso se llama braguetazo. ¡Sí, sí,
claro, braguetazo, eso es, eso es!”)
Enumera también casos contradictorios o paradójicos, pero guardando aquello
que fijaban los mayores, por intereses y conveniencias ajenas a los
casamenteros ( “Los matrimonios son así de simples, se arreglan entre padres
y padrinos, los hijos no deciden sino hasta que cumplen los veinticinco
y son ciudadanos de a verdad: Los De la Piedra con los Castañedas, los Iglesias
con los Barragán, los Castrejones con los Puglieses, los Castro con los Chávez,
y sigue la lista”)
Finaliza este capítulo rememorando de cómo fue la pedida de mano de la
abuela Merceditas y las exigencias de su padre, el bisabuelo Don Romualdo.
EBRIOS
DE LICOR Y NOSTALGIA
YOVANITA : El recuerdo de esta creativa tía, genial tejedora,
quien con mucho talento en dedos y manos era una artista a la hora de tejer
frazadas, ponchos y también manejaba con primor el croché y los palillos. Y
además cantaba tristes y yaravíes, no porque esté deprimida, sino, habiendo
nacido en Contumazá, bullía en su sangre el sentimiento poético que la hacía
proclive a las saudades, al recordar su linda tierra.
Seguramente de niña, eso escuchó. De estos cantos tristes se nutrió y se
colaron en su imaginación para siempre.
De paso, la letra de este famoso “triste”, qué cajamarquino no lo sabe…”Ay,
qué lejos me lleva el destino/ como hojas que el viento arrebata/ Ay, de mí tú
no sabes ingrata/ lo que sufre este fiel corazón// Estos ojos llorar no sabían/
El llorar parecía locura/ Ahora lloran su triste amargura/ De una sola y ardiente
pasión.”
CREPÚSCULOS
MULTICOLORES DE LA SANTA TIERRA
A
PULSO, SUDOR Y SENTIMIENTO
RETORNOS
SIEMPRE POSTERGADOS
“Esos cobertores de lana cardada, hechos a pulso,
sudor y sentimiento, abrigaron nuestros cansancios, arroparon nuestros sueños, amainaron
los fríos de las madrugadas y fueron cómplices febriles de nuestros placeres
adolescentes”
“Sus ponchos -granate, nogal, onza de oro o
marrón- cubrieron nuestros cuerpos de la lluvia, defendiéndonos también del
viento, la helada o cuando las madrugadas nos sorprendieron regando las chacras
y caminando distancias.
Testigos mudos de amanecidas junto a las muchachas generosas y
querendonas de La Playería. Compañeros
en noches de cañazos cortos y amistades largas, de luna plena y de exquisita inmadurez”
TÍO EVELIO : El yo narrador del autor. Breve descripción de este familiar y narración corta y
asombrada del por qué, a causa de su retorno a la casa materna después de
muchos años…lo atienden a cuerpo de rey.
TÍO JUANITO : Anécdota de una mataperrada de Don Joshua, ¿ O es
que fue realmente un accidente?
TÍO FELISBERTO : Historia que describe la tan conocida verdad, que
la amistad se mide en la desgracia y tristeza, pues cuando hay abundancia los
“amigos” sobran.
TÍO ROSARIO : Esposo de la tía María Luz (hermana de doña Beca).
La hilaridad surge a causa de una
“travesura” de don Joshua, ante los aprietos que sufre el tío Rosario, justo
cuando le urgía lucirse, en pleno noviazgo, montado a caballo. En lugar de eso
ocurre un aparatoso deslizamiento sobre el pescuezo del potro. ¿Qué había
sucedido? Una broma pesada del Joshua.
Luego de este penoso incidente para el novio Rosario, se hicieron muy buenos
amigos.
Vienen luego historias complejas por las andanzas callejeras de uno de sus
hijos: Cushuro, un zamarro de siete suelas.
Aquí
finaliza el CAPÍTULO I : LA BUGANVILLA ES UNA FLOR.
Y se
inicia el CAPÍTULO II : RÍO ARRIBA ( El valle que se inicia contigo )
“NUEVO PUEBLO”, la descripción del nacimiento de una población.
Sus precarios inicios. La historia de su trazado en manos de personas conocidas
por algún don. La deserción de un sitio para fundar otro con mayores
expectativas: La Playería.
LA BLAQUIÑOSA: Jocosa e irreverente, aunque no deja de mostrar el
enfervorizado e ingenuo parecer de los poblanos creyencieros sobre Santa
Magdalena, Patrona del pueblo.
LA CASA DE LA PLAYERÍA: La voz del autor narra de cómo Mamá Beca decidió
afincarse de una vez por todas en el pueblo. Y se hizo la transacción. Y la
casa, de adobe, dura cien años ya, y seguirá existiendo por todos los
pormenores que han sucedido en su interior y en su historia familiar.
HUERTA: Breve crónica de la acequia que provee agua para la huerta y los demás.
Aprovecha para hacer referencia a la clásica rivalidad entre Choropampa y La
Playería, ( “Aún ahora seguimos preguntándonos: cierto será lo que dicen los
muermos choropampinos: -Los pueblinos toman agua de muerto, por eso son gafos y
turumbos”
Estas remembranzas vienen combinadas con reseñas de sus escarceos
deportivos en las canchas polvorientas, los afanes infantiles por triunfar en
los campeonatos y el humor se cuela en
los nombres raros y los apellidos foráneos que van dejando trabajadores
foráneos, que temporalmente pasaron por ahí, en nombre del progreso, la
construcción de la carretera.
CATARSIS
EN LOS ÁRBOLES Y EJEMPLO DE SOLIDARIDAD EN LOS BOSQUES
ACHIOTE : Alborozada o angustiada, el tronco del achiote era
el consuelo y confidente de María Beca, quien descargaba todos sus
sentimientos, contrariedades o confidencias, alegres o tristes, en este noble y
generoso árbol.
“Solo el achiote conoce el tamaño de su
desesperanza y soledad”
“Prometimos cuidar ese achiote por los siglos de
los siglos, amén, como un monumento a su memoria, a su dolor, a sus lágrimas, a
sus confidencias, a su soledad.
“Prometimos también cuidar por siempre el añoso
árbol del paltto, donde el viejo Joshua reposa sus obligadas siestas de
mediodía”.
Ingenioso paralelo entre la vida de humanos y árboles. Algo que la Ciencia
certifica y corrobora. Por eso, los expertos afirman que es muy terapéutico
abrazarse al tronco de un árbol, se produce cierto intercambio. Y ya se sabe,
hoy en día, que los vegetales también tienen sentimientos. E incluso,
Naturaleza prodigiosa, Divino Creador, existe una clase de hongos en los
bosques, los Micelios, que hunden sus raíces en zonas subterráneas y establecen
un tipo de comunicación (mismo internet subterráneo) y practican una ayuda
solidaria cuando un árbol ha sido talado y sufre en agonía. No lo dejan morir.
Le proveen de todo: agua y nutrición, a fin de que logre regenerarse y
conseguir una recuperación total.
Hola Fransiles. Necesito comunicarme contigo 938560055
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