jueves, 8 de febrero de 2024

JOSÉ ANTONIO BENITEZ BUAIS: POÉTICA CON SABOR Y DULZURA DE ETERNIDAD. Por Luis Albitres Mendo

 

JOSÉ ANTONIO BENÍTEZ BUAIS



POÉTICA CON SABOR Y DULZURA DE ETERNIDAD



Por LUIS ALBITRES MENDO

JOSÉ ANTONIO BENÍTEZ BUAIS (Tarija, BOLIVIA, 8 de febrero de 1940): Con la poesía clavada en el alma, maestro a carta cabal, sindicalista solidario y tantas otras cualidades que hacen de él un personaje único y original, su producción poética exhibe un inmenso, maravilloso arsenal de catárticos elementos líricos. Todos pugnan por elevar, evolucionar y enriquecer la conciencia humana. No solamente a nivel individual. También a dimensión planetaria.

La Humanidad es una y los poetas, junto a otros, como sacerdotes y auténticos líderes espirituales, artistas, filósofos, científicos, etc., son los verdaderos impulsores de su crecimiento solidario.

Esta reseña poética reúne breves comentarios sobre algunos de los fascinantes poemas que regularmente suele publicar en las redes sociales y otros, el magnífico poeta boliviano, quien con una sencillez inaudita, nos entrega constantemente, poemas, enriquecidos con una carga emocional de innegable belleza, los cuales llegan a gran jerarquía poética con suma facilidad. Con experimentaciones e intentos lógicos en este universo de la poesía, en su vertiginoso caso, con innumerables galardones, entre premios y diplomas virtuales de muchas instituciones poéticas internacionales, de diversas partes del mundo, ha inspirado expectativas y va consolidando su nombre.                                                                                                                           Su poética va incrementándose paulatinamente día a día y va arraigando su  madurez lírica con mayor fuerza y reflexión.                                                                                                                                  Alucinante enfrentamiento a textos poéticos, abordando temas cotidianos. Sin alambicadas técnicas literarias, su claridad y comprensión literaria son proverbiales. Realzan la riqueza y y profundidad filosófica, magisterial y humana de su mensaje poético. En realidad, inaugura un vínculo de la realidad con su pasado o una inspiración para el porvenir.                                              Y por supuesto, señala con gran donaire, muchísimo de la riqueza espiritual y cultural, la raíz y avances de la tradición de su tierra y la riquísima capacidad artística de su gente, que es comunitaria y exhibida en toda Andinoamérica.                                                                                      Todo esto lo manifiesta en sus poemas, que pronto integrarán sendos libros, junto a la importancia del amor en todas sus facetas, el valor de la solidaridad a todo nivel, y la compenetración con el diseño integral de la Patria Grande, que debe empezar con nosotros mismos, en la interrelación diaria.

LA MÁS REFINADA Y ENTRAÑABLE RECEPCIÓN DE AMOR

AMOR DE NAVIDAD. Breve poema de intensidad plena. Romántica plegaria, donde obtener como regalo de Navidad el ansiado beso en los labios rojos y sensuales de la amada, se convierte en la más refinada y entrañable recepción de amor : “El tiempo, un soplo divino,/ que disipa penas y alegrías,/ acorta distancias y olvidos/ entibia corazones en invierno.// Cómo olvidar nuestro momento. Conocerte a distancia, en Navidad, con trineos de amor y felicidad, con besos en alas del viento,/ sellarlos en tus labios escarlatas.// ¡Aunque lejos! Nuestra pasión,/ consumió el hielo de nuestra soledad,/ la blonda nieve, paciente, contuvo/ los corceles de nuestra ansiedad/ a pesar de no tenerte en mis ojos,/ tu perfume de pinos enamorados,/ penetró mis venas hasta mi alma.// Cómo poder expresar esta felicidad, / de sentirte llegar cuando arriba la Navidad./ Cómo poder tocar la estrella de Belén,/ Cómo, besar la estrella de mis sueños.// Mi carta se llevó la estrella fugaz,/ en ella pido con profunda devoción,/ pueda depositar  mi beso de amor,/ con sabor y dulzura de la eternidad,/ en tus labios sensuales carmesí,/ y así, amor mío, se cumpla nuestro sueño. ¡Pero por favor, que sea en Navidad!”

Ese eterno amor niño que pervive fragoroso, vivaz y travieso, cuya intensidad atraviesa el tiempo y las distancias que separan a esta emblemática pareja de amantes, que se remonta a esa iluminada etapa de la primera juventud: ESTA VIDA NO ALCANZA:  “….Es fácil decir adiós, como decir te quiero,/ difícil creer que no estás, como no está el día/ dónde estarás, mi primavera sin alegría,/ despreciado frío invierno, todavía la espero.// ………/ Ibas a dejarnos, a mi corazón y mi alma,/ estrella fugaz, viajas a gran velocidad,/ así te fuiste, de a luz a la oscuridad,/ no cantan ya, arroyo ni pájaros, todo es calma.// Fundirme en la tierra, soy semilla de esperanza, / otra alma, para olvidarte o quererte de nuevo,/ que para llegar a ti, el cielo o el averno muevo,/ ¡Proclamo!, que para amar, esta vida no alcanza.”

 

LA CANCIÓN DE LA UNIDAD. CUÁNTO ANSIAMOS MEJORAR

Uno se pregunta. Cómo andará el anecdotario de la vida de este poeta, aleccionado de fantásticas y simpáticas, pero inquietantes y maravillosas reacciones y actitudes ante las circunstancias que le deparan, a diario, el destino y la vida.                                                            Llama la atención esa larga historia de encuentros y desencuentros, propios del avatar personal de cada quien y que cada uno maneja de acuerdo a su capacidad intelectual y sensibilidad.         Y de esa maravillosa mente, nacen enternecedores versos que conminan a reflexionar, acerca de lo mal que estamos y cuánto ansiamos mejorar.

Apreciemos la excelencia y el resplandor del  poema “EL MUNDO AL 2024”, ansia de bien, candorosa implicancia en el progreso de su inquietud humanitaria, pregonando el desarrollo comunitario, adorable inspiración la suya, cuando menciona todo un ideario para crecer : “Ver a mi pueblo y al mundo feliz,/ hombres y mujeres cantan a la paz,/ niños, pintan sus sueños de felicidad,/ la Madre Tierra se viste de fiesta./ Cantan los mares, junto a sus peces,/ las nubes se visten de gala, a sus aves/ el cielo infinito le sonríe a la tierra,/ el viento, peina los trigales dorados,/ que mañana serán el pan de cada día,/ que nunca faltará en ninguna mesa./ Los pueblos elevan himnos de libertad,/ no hay más guerras, desarme total,/ el mundo, canta la canción de unidad,/ la guerra bacteriológica fue vencida,/ unidos, festejan los mandiles blancos. Se acabó el racismo, la marginación,/ la discriminación y la explotación,/ las armas se transformaron en oración,/ en herramientas de trabajo, de estudio./ La Madre Tierra, florece de nuevo,/ los seres de la tierra, el agua y  del aire,/ agradecen al cielo, el divino milagro,/ ¡Señor!, haz que todo esto, sea realidad,/ que solo despierte para verlo ¡el 2024!

Poesía redentora. En todo momento exhibe identificación, compasión, inmenso amor por los seres humanos, empezando por los niños y continuando con las mujeres y ancianos. Redobla su inspiración al ocuparse de las madres, padres y maestros. El amor, es su leit motiv y el lar natal y la Patria Grande ocupan un lugar preferencial.

AL POETA TODO LO HUMANO LE CONCIERNE

Y como para ponerse a tono con la vigencia de nuestra historia universal, toca ese álgido tema de la guerra en GAZA. Su inquietud planetaria se traslada. Todo lo humano le concierne. Esta vez, escrito con la integridad de un maestro, escribe un poema que tiene alcance universal, pues va hasta los confines de nuestra PATRIA GRANDE, hasta PALESTINA. Y escribe estremecido. Imbuído de conciencia planetaria, humanística, con palabras conjugadas a sangre y fuego.

Es la madurez del poeta la que prima, imponiéndose a pesar de la consternación e impotencia, el horror y el caos de esa terrible realidad. Decididamente, un combate desigual, con ventaja a ojos vista para Israel. Una hecatombe se cierne sobre un pueblo indefenso que paga culpas existenciales injustas e inclementes.

En sus versos emerge la piedad, la misericordia secular y profunda que vive en el interior de espíritus nobles. Esa proverbial carga energética proviene, de algún modo, también , del Cosmos Infinito de la Inteligencia Cósmica, cuya fecundidad y conciencia se reproduce en  ciertas almas privilegiadas, para hacer magisterio frente a los extraviados y despistados seres humanos.

Qué infamia, el grito de Palestina debería sobrecoger y el mundo rechazar esta desdicha, esta injusta guerra de lesa humanidad. Que este grito, cuasi desesperado, en que se constituye el poema no caiga en oídos sordos. Algo se ha hecho. Manifestar su malestar frente a la masacre. El poeta ha pronunciado un aullido estremecedor, como para ser oído. Ojalá sirva de émulo para esta desventurada Humanidad. Para alborear ha escrito el poeta. Para aclarar el panorama. Para alumbrar sobre tremenda injusticia en la contienda.

APOTEOSIS DEL BESO Y EL ABRAZO. LA DICHA DEL RETORNO

¡AÑO NUEVO! El poeta, sobrecargado de amor en el pecho, el leit motiv de toda su poética, se luce en este poema que expresa la dicha del retorno, el júbilo de la reconciliación del invierno y la primavera, el pasado y el presente , aprisionados y remanentes, sofisticados y antiguos. Versos que siendo clásicos, apuntan a la vanguardia del corazón. El autor, incendiado de euforia romántica, escribe obsesionado por la belleza de un romance que pudo ser pero será, en el infinito espacio de una voluntad y un deseo irrefrenable, ansioso, apasionado por un reencuentro y un renaciente y eterno amor. Renueva su oceánica entrega a un amor de adolescencia que no culminó, pero que permanece fresco y vigoroso. Late, como podemos corroborar, con una fuerza arrolladora. Una esperanza que no se diluye fácilmente. Por el contrario, surge abundante, triunfante y enaltecedora: “Otra vez llegamos ansiosos,/ al puerto fatal de nuestro tiempo,/ donde brillan felices y alegres,/ las estrellas de la esperanza. // Tus ojos, cristales de ilusión,/ iluminan lo oscuro del incierto,/ mi corazón, crece en lontananza,/ abriga la distancia, cruel y fría,/ que separa tus besos y los míos.// ¡No quiero otro amor!¡Jamás!,/ no quiero nada nuevo, ni mañana,/ ni hoy, que suplanten tus besos,/ que aún no llegaron a mis labios,/ que sin conocer su virginal frescura,/ mi boca se desnuda,, en su dulzura.// Se apaga la hoguera  de la edad,/ se enciende el nuevo ciclo,/ con el sol apasionado de tu mirada,/ mis brazos crecen a la distancia,/ tratando de aprisionar tu sombra,/ que se diluye en lluvia de mil besos.// ¡Oh, amada mía! Inmensa ternura,/ consuelas esta soledad en agonía,/ será una estrella fugaz, esta noche, / alegría, felicidad traerá el nuevo día/ ¡Tú y yo! Seremos nuevos amantes,/ renacerá nuestra estación del amor,/ los trigales cantarán nuestra canción,/ los arroyos embriagados de pasión,/ soltarán los vientos, ágiles heraldos,/ que dirán al mundo de nuestra unión .// Porque tú y yo, hemos decidido,/ la eternidad de nuestro intenso amor,/ así pasen  cada día los años eternos,/ siempre seremos tú y yo, ¡siempre!/ Con lluvia de lágrimas de dicha,/ abrazados al infinito, diremos/ ¡Felicidades amor, es Año Nuevo!

INMENSIDAD INCONMENSURABLE DE SU PERSISTENTE Y EXULTANTE AMOR

ELEGÍA AL AMOR PERDIDO. La noche cayó para el poeta y las estrellas negaron su hechizo, pero al poeta le llegó la luz. Cerró el telón sus cortinas dejando al amor ausente y vacío el corazón. Qué hacer ante tragedia tal. Distanciados por manos sin piedad. Miles de kilómetros separan nuestros sueños, pronuncia desquiciado y desvalido el autor. La inspiración en cambio, inundó su mente con abundante exultación, refugiándose en la calidez de sus versos y la inmensidad inconmensurable de su persistente amor.

AL AMOR DE UN POETA NO LO DERROTA NADIE. ES INDESTRUCTIBLE, PUES NACIÓ DIÁFAMO E INFINITO

MI ALMA SUSURRA AL CIELO. Se trata de un amor que nació cuando eran niños y luego adolescentes. Ellos eran tal para cual. Se amaron tanto que lo diseñaron eterno. Por eso pervive en el tiempo. Un primer amor cuando él y ella eran muchachitos. Pero el destino fatal, una sociedad ciega, cruel e intolerante, se la arrebató de una manera asaz dolorosa. La enviaron lejos, para que nunca más puedan comunicarse.

“Así ocurrió y quedó para siempre en mi corazón y en los amargos recuerdos. Nos conocimos, ella de 12 años y yo de 13 y nos separaron: ella de 18 y yo de 19. Primer amor con raíces muy profundas y regadas entre la adolescencia y la juventud. Ni modo. Así es la vida”

Pero al amor de un poeta no lo derrota nadie. Es indestructible. Imposible amedrentarlo o extirpar de su corazón lo que nació diáfano e infinito. He aquí el Soneto de Amor: “Mi alma susurra al cielo/ se queja el tiempo cuando te/ recuerdo,/ porque insisto en verte cada/ momento,/ en la distancia, más cerca te siento,/ nuestras almas ya tienen un acuerdo.// Ellas cantan cuando estamos/ dormidos,/ lloran dolientes, si no las sentimos,/ temen yacer sueños que/ concebimos./ Distancia y tiempo nos quieren,/ ¡hundidos!// ¡Nunca! Dejaré de amarte un instante,/ mi alma susurra al cielo,/ cuánto te/ amo,/ mi corazón siempre, será constante.// Porque en soledad como ésta, te/ llamo,/ en la noche, se convierte en mi / amante,/ y mi alma te susurra, ¡Cuánto te amo!”

Es la historia de siempre, los prejuicios y las vallas que interpone una sociedad pacata, cuya absurda intolerancia es notoria e inadmisible.  Pero el poeta vence, a través del tiempo, con su egregia poesía, de esencial entereza y alto valor humano. Con su poesía, realmente está salvando al mundo, por la pedagogía de su vida, el coraje y valentía ante las dificultades y escollos que nunca faltan y él las enfrentó con gran temple y firmeza.

OPTIMISMO CÓSMICO. TROCAR TRISTEZAS EN ALBRICIAS Y EXPLOSIONES DE FELICIDAD

¡ABRÁZAME FUERTE MI AMOR !!!: Al fragor de un amor infinito, impenetrable y absoluto, el poeta involucra, esperanzado e intenso, alberga y abarca al sol, al viento, al arroyo y a las doradas mieses. Tanta fuerza imprime en ese sentimiento amoroso, que pletórica su alma, la colma de un optimismo cósmico y se eleva por encima de valles y montañas y al mismo tiempo su voz, entrelazada a los labios de la amada, asciende, acuna y sella besos que arrullan y acarician, labios felices de trocar tristezas en albricias y explosiones de felicidad. Qué fácil es descubrir para el poeta el oasis de la felicidad, que en el poema estriba en la voz susurrante o cantarina al oído de su musa y beber el agua encantada de sus labios, instaurando besos que lo encaminan hacia el éxtasis. Con este asequible y placentero, diseñando un triunvirato del amor, el autor nos conduce gozoso hacia la luz y el deslumbramiento. Tal es el encanto de su magia poética.

EL ARTE QUE LO ARROBA, PRODUCE LA CATARSIS

FATAL ESPERA : Poema que rezuma un riguroso combate con la distancia y el tiempo. La soledad asoma sus tentáculos, pero se enfrenta a la obstinación del amor. No obstante, puede ser dulce el amor , pero también impone ciertas amarguras que a veces lo hacen distante, duro e indiferente, y el amante, entonces, acude al arte que lo arroba y, de inmediato, se produce la catarsis.

FATAL ESPERA rememora el Mito de Sísifo. El eterno ascender con la roca del amor y el eterno caer, por la indiferencia, desamparo y el desamor. La inútil espera ante la No Correspondencia.

REGISTRAN DIFERENTES TONALIDADES Y DECIBELES EMOCIONALES

GITANA: Sin llegar a ser lujurioso, con una despampanante sutileza, el poeta nos invita a un insinuante y pletórico baño de sensualidad oral, al abundar en la gozosa y placentera experiencia del beso, el amor sensual expresado en la experiencia de los labios.

Un romance, en suma, una historia de amor a primera vista, al primer instante de las miradas. Una explosión poética de atracción fatal por una fulgurante mujer apasionada y su exótica profesión, donde la tenue suavidad de manos y dedos, mirada penetrante y dulce timbre de voz, disponen de una predisposición tan delirante y emotiva, en los asuntos del ensueño y la ilusión, que capturan para siempre al autor del poema y sus lectores, catapultando automáticamente al poeta a la posteridad.

ILUMINAR LAS MENTES DE LOS DEMÁS

DÉJAME SOÑAR: Escuchando este poema, grabado en las redes sociales, uno llega a la conclusión, que es una pieza fantástica, plena de esperanzas, bendecida con lluvias, semillas y frutos. Llama la atención la embriagadora voz del poeta, la cual adquiere una dulzura inédita, al caudal de emoción poética. Versos exquisitos, ahítos de amor y abrumadoras ansias, envueltas en volutas de romance, explícito amor sensual y deseo.

Jamás alguien ha donado un beso, tan repleto de infinito calor, desbordando placer, al tener en sus brazos a su musa, la walkiria adorada. Pacífico remanso de dulzura. Canto rumoroso al Amor Soñado. Sutil ventura. De su añorado linaje se ha enamorado una doncella y feliz el veterano amante vela la belleza capturada y jubiloso asciende hasta cielos de infinito azul. Ante amor tan intenso surge perdurable estela que oscila, ya incandescente y tenso ante un posible e inminente abrazo primordial.

Ascender a los poemas de Benítez Buais, es ingresar a un mundo cálido, un universo donde las emociones de diversa índole, registran diferentes decibeles y tonalidades emocionales.

El poeta es tan sincero, franco u espontáneo que logra introducirse en mentes y corazones, afiatando sus mensajes y significantes. Revalidando sus sentimientos, a tono con los temas que toca. Al día, actualizado con lo que sucede en el mundo, para José Antonio, nada le es ajeno. Por eso escribe, fustigando todo tipo de injusticias y mezquindad de naciones y entidades poderosas, que insisten a toda costa, en soliviantar nuestras reacciones a favor de los desposeídos, los niños, mujeres y ancianos: ¡Bendita misión de los escritores y poetas de su estirpe!

TÚ ERES MI PRIMAVERA : Rebosante de elán vital, José Antonio,  ostenta iluminada inspiración solar. Poema que posee la misma jerarquía de GITANA. En sus versos brotan espontáneas las mismas ganas de vivir. El poema, de jubilosos espasmos vitales, finaliza el círculo de un romance, pletórico de pasión y euforia.

PONIENDO REGOCIJO EN SU CORAZÓN, REDOBLE DE UNA SINFÓNICA ALEGRÍA

NIRKHA: Apoteosis de amor paternal a una hija predilecta, cuyo nombre, NIRKHA, o sea LUZ en otro idioma, puesto con óptica de poesía, marca su destino: Alumbrar doblemente, la ya  luminosa vida, de un padre que ha hecho del Amor, su credo, su religión, su ruta y su emblema, el sendero por donde  marcha su generosa existencia.

Para ella, para Nirkha, un amor puro que brilla rutilante, con luz propia, teniendo en el pecho la insignia y el redoble de una sinfónica alegría, rebosante de felicidad. A su vida llegó la niña esperada con ansias, la estrella del contento, la dulzura hecha criatura, quien sería la que pondría regocijo en su corazón y en sus días para siempre.

SUBLIME ESENCIA DE LA UNIÓN QUE SOLIDARIZA: ANDINOAMÉRICA

CORAZÓN DE LA PATRIA GRANDE: Vibra en este poema intenso, ese corazón gigante, que alturado y esperanzador, canta alborozado lo que su mente profetiza, la concretización reveladora de una Patria Grande y poderosa, afincada en la resolución decidida de todos sus hijos. Tú, José Antonio, hijo predilecto de TARIJA-BOLIVIA, envalentonado y robustecido, por ese amor fortísimo que sientes por la tierra, adelantado en las artes que reverencian la sublime  esencia del amor, has entendido las urgencias de la unión que solidariza.

Solidaridad, unión y comprensión de nuestros pueblos, llamados a conformar la PATRIA GRANDE, afincada en la resolución decidida de todos sus hijos. Qué perspicacia e intuición. Qué palabras tan premonitorias de algo maravilloso que sucedió y volverá a suceder: La instauración de la Patria Grande, la Patria Morena, o mejor dicho la PATRIA ANDINA. Por eso algún día se llamará ANDINOAMÉRICA.

EL AMOR ALCANZA SU PLENITUD. INUNDA DE JÚBILO LA PRADERA

JUVENTUD: Casi una arenga a los jóvenes, los cuales se caracterizan, casi siempre por su generosidad. Ínclita proclama, lanzada a los cuatro vientos, de un estremecido y oceánico amor a sus semejantes y a la Patria.

JUVENTUD, ETERNA PRIMAVERA: En este poema el autor entroniza, su propia y restallante exaltación por todo lo noble y bello de la vida: Niñez, juventud y todo tipo de existencias que renacen cada ciclo. Y canta con jolgorio, insuflado de emoción y brío, a las flores, las plantas, la luna, el sol y las estrellas. La juventud, signo de energía, crecimiento y vigor, primavera en flor. Renace el verdor y el cielo se despeja. Renace la tierra y la vegetación inunda de júbilo la pradera. Festejos, celebración de la vida por el amor que se manifiesta en la naturaleza y en los seres humanos. El amor alcanza su plenitud.

UNA INFINITA PORCIÓN DE SU CORAZÓN

LA ÚLTIMA COPA: No es que huela a despedida. Es una licencia del autor para manifestar la enorme capacidad de poetizar un desprenderse.                                                                                 Un alarde de emancipación. Un deseo intenso de liberar esos profundos sentimientos de amor hacia todas las personas que transitan por la vida. Ya sea que se queden o desaparezcan, la sensibilidad del poeta las considera a todas, por las huellas emocionales impresas en el alma del poeta.                                                                                                                                                         Afán de trascender y entregar con magnanimidad, una infinita porción de su corazón.



 

 

 

 

 

 

 

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