JUAN ELMER CAICEDO NIQUÉN
Y SU POEMARIO “CREPÚSCULO”
DESTELLOS DE VIDA RUTILAN EN
SUS POEMAS
Por LUIS ALBITRES MENDO
JUAN ELMER
CAICEDO NIQUÉN, nace en
Monsefú (Ciudad de las Flores), PERÚ, el 27 de diciembre de 1957. A los 20
añosfunda con e extinto Manuel Orlando Uceda Campos el Grupo Cultural “ALFA”
del cual es hoy su actual presidente. Maestro de profesión, dirige como
Promotor el prestigioso Colegio “San Pedro” de Monsefú. Su producción literaria
es abundante y es conocido a nivel nacional e internacional, habiendo sido
seleccionado en antologías diversas y galardonado con diversos y plurales
premios literarios.
Romántico empedernido, pese a
decepciones o fracasos amorosos, sufridos probablemente por el autor o vistos
en otros, con gran conocimiento psicológico del ser humano, plasma en sus
poemas, turbadoras experiencias.
Impertérrito y optimista, su
obstinada constancia creativa, eleva su fe y esperanza en el amor, convirtiendo
su linaje poético, en un auténtico acaparador de esperanzas, ensueños,
desvaríos y deleites del amor.
Solidaridad e identificación social, escritos con vigor, evidenciados en
algunos de sus poemas. Hay que ver también cómo resplandece su inspiración en
poemas altamente ecológicos como “Elefante” o “Chisco”, por ejemplo. Juan Elmer
Caicedo Niquén demuestra con su poemario, la vibrante entrega a la poesía y su
pasión literaria al afrontar las diferentes atmósferas y paisajes humanos de su
entorno.
GILBERT
DELGADO FERNÁNDEZ, en el
Prólogo señala con acierto “Junto a los rasgos clásicos hallamos, también, lo
romántico. Esto se aprecia desde el abandono de la estructura tradicional del
verso (rima, metro, ritmo clásico), además del uso de un lenguaje, que más
apunta al sentimiento que a la razón”.
La poeta
española CLAUDIA BALLESTER GRIFO, apunta “En este libro encontramos el alma del autor. Se desnuda ante nuestros ojos en
toda su bondad y generosidad. Sus poesías de amor son auténticos lagos de
profundidad romántica y de horizonte místico; sus metáforas nos llevan al
cielo. (…) Poeta comprometido y humilde, gran declamador de corazón y siempre
un placer leer o escuchar su obra”.
ESTRELLA
FERNÁNDEZ, escritora de
Marruecos señala “Juan Elmer Caicedo Niquén es un poeta inspirado, de pluma
ágil y corazón sensible. El que escribe en suave poesía la crudeza de los males
de la vida, pero la fe lo pone de pie, para mandar un mensaje de paz y
hermandad y así contagiar a los demás. (…) Maestro Juan Elmer Caicedo Niquén ,
inmortalizado queda en su actuar y sus letras”.
PRESAGIANDO UNA ESPERANZA,
SIMBOLIZADA EN UNA FLOR
Concede título al
poemario el poema “CREPÚSCULO”, creado con los estertores de casi un
Apocalipsis cercano, poema cargado de un existencialismo tendiente al
pesimismo, intenta al final, no obstante, presagiar una esperanza, simbolizada
en una flor y su fragancia.
EL VERDOR DEL ÁRBOL Y EL AMOR
QUE SUSCITA
En “ORACIÓN AL
ÁRBOL”, reivindica su evidente proclividad a la esperanza, lanzando airoso
y eufórico las bondades del productor, junto al sol, de la clorofila, néctar
bendito, energía del astro rey, energía solar hecha verdor.
La sensibilidad
del poeta rescata la bonhomía del árbol que dona todo de sí y es tan entrañable
para todos sin distinción, como el sol, como la lluvia.
Refugio y
esperanza, el árbol es prácticamente una
efectiva detención del efecto invernadero (“Y voy a anunciarle al
millón de estrellas/ que vales más que el firmamento todo/ pues te han creado
para templar la vida/ fresca sombra que a disfrutar despierta/ el ondular del
tiempo que modesto gira.// (…) Por eso mi plegaria, mi memoria y mi canto/ que
es tributo de un viajero solitario…// Yo te canto árbol porque eres oxígeno/
purificas el aire en bordes de diamante/ propicias en tu andar suelos fértiles/
evitas la erosión limpias el río/ mejoras el paisaje con nidos de rocíos!// ¡Yo
te amo árbol…/ porque sin ti la existencia no existiría.”)
“ELEFANTE”, este poema es todo un valiente reto (“Quiero
que el mundo escuche/ que es sagrado tu hábitat/ y tu canto… ¡Sublime
oración!”)
Dulce inspiración
de tierna dimensión, “CHISCO”: (“…cristales de nieve/ tan frágiles al danzar
en su duelo!/ Son perlas sus cantos al alba/ y es música el trinar de su nido./
Sus ojos… ¡luciérnagas bellas!/ Su pico… ¡Fulgor de una estrella!/ Son
brincos acuáticos sus pasos/ y tiemblan entre la hoja y la flor./ Su pecho es
luz de farola/ radiante como el beso del sol!”)
En “De plástico…
¡No quiero!”, el poeta CLAMA
envalentonado y brioso en contra de todo lo que afecta al planeta.
“ABRAZO DE
PAZ”: Intensidad y fuerza
de un vigoroso deseo de justicia y paz, sobre todo pensando en todas las lacras
que pululan en el mundo entero y que es necesario extirpar.
Entre arrebatos,
amarguras, dolores e incertidumbres, producto de los avatares y circunstancias
que vivimos en estos tiempos a causa de la insaciable codicia del ser
humano…llegan poemas, con presencias resanadoras o arpegios de aves cantoras y
las inspiradoras y esplendorosas flores, entre ellas el “LIRIO” (“¡Oh
lirio…de puertos azules! Inmaculado vas/ uniendo banderas de esperanzas.// En
tus pétalos viaja/ la felicidad y la suerte./ Y elevas himnos al cielo/ con
voces de sol.// …/ Mi bello lirio…/ solo tú sabes el inmenso dolor/ del
crepúsculo incierto”)
EMBOSCADA DE LUZ, LA POESÍA
Contorneos de
versos, vacilantes o afirmativos, alrededor de la muerte, filosofando
poéticamente, “¿QUÉ ES LA MUERTE?”: (“Ella es la llave del último suspiro/
la puerta con visagras que van al infinito/ ahí donde los astros pierden su
candor”).
Pero la vida
triunfando exalta plena de esperanzas (“y del cortejo de tus besos/ como
elíxer de la vida/ ¡Crecía un poema!”).
“¡Relámpago
que acaricia el alma!”, así
es caracterizada, por el poeta, la verdadera amistad y la esposa es “…dama
de sutiles cuidados/ ofrenda del cielo…/ …dama sagrada/ en cortejo del árbol
que vibra en la casa”).
El broche de oro
que cierra su poema “A GREGORIO, MI HERMANO”, alcanza fulgores poéticos
de especial vibración emotiva por la sinceridad y transparencia (“Tu nombre
irradia el frescor de la brisa/ …// Tienes del alma la gloria tan pura/ y
cuando llego, grande es el abrazo/ me da energía tu noble sonrisa. // Te amo,
lo sabes, mi cariño es mucho / te amo mi hermano, ¡por ti siempre lucho!”).
El amor, que
siempre lo cautiva, asoma estridente o cauteloso, pero siempre contundente en “GOLONDRINA”
(“Tú que vuelas por los altos montes/ en busca de nuevas primaveras/ tráeme
el zafiro de tus celestes ojos. / Tráeme la brillantez de tu bella pluma/ para
hacer de la magia de tu vuelo/ un nido en mi corazón siquiera. // Golondrina…
¡Golondrina errante…! / no te enamores de las mejillas del río/ ni del rumor de
las silenciosas flores. / Enamórate de las hojas de mi pecho / de este barco
triste de horizonte húmedo / que tiembla por verte y tocarte. // Dame tus alas
sonrientes golondrina / para volar por los astros juntos / juntos entre los
verdes juncales. / Aquellos que nos miran desde lejos / entre el azul celaje de
arena y río / donde nos amaremos siempre… siempre. // Golondrina… ¡Ven mi golondrina!”).
LA ECOLOGÍA, UNA DE SUS
GRANDES INQUIETUDES
“CREPÚSCULO”, poemario eminentemente ecológico. En todo
momento leemos su inquietud por el planeta, su preocupación por la gravedad de
lo que sucede con la contaminación, el cambio climático, etc.
Poemas ya
mencionados como “Crepúsculo”, “Oración al Árbol”, “Elefante”, “Chisco”, “El
Río…ya no canta”, “Oso Polar”, “De plástico…No quiero”, “El Lirio”,
“Golondrina” y su homenaje y clamor a favor de las abejas. En todos ellos reafirma su irrenunciable vocación
obstinadamente ecologista, tal como todo poeta y todo maestro deberían ser.
En “Golondrina”,
si bien tiene un giro simbólico y abiertamente romántico, también manifiesta su
vigorosa empatía por las aves y su entorno natural.
ABEJAS: MINÚSCULAS CASCADAS
DE ORO, LLEVAN FERTILIDAD
En “VIDA AL
POLINIZADOR”, expresa: ( “…no demos fin al cielo de las abejas/ que el
lomo del machete asesino/ no muerda la flor de su nido.// ¡Vida al sublime
polinizador!/ que engendra vida…/ y en sus minúsculas cascadas de oro, lleva
fertilidad al camino!//… / Que no te invada la fatiga/ y corras como siempre
por el tiempo/ polinizando las estrellas/ que yo te prometo: ¡No a los
pesticidas!/ ¡Sí al horizonte de tu vuelo!/ de tu largo vuelo…¡en árbol de
libertad!
JUAN ELMER SE EXTASÍA
ELOGIANDO LAS BONDADES DEL LIBRO
En “EL LIBRO”,
el autor se extasía elogiando las bondades del libro ( “Cuando
entre mis manos te tengo/ se terminan
las tinieblas/ hay luz en mi tejado/ ¡Con las ideas que siembras!// Y si hojeo
tus nevados/ esas playas legendarias/ comprendo que un libro/ sin duda es…¡el
mejor regalo!// Es la ciencia que anhelo/ el espíritu más humano/ que nos
brinda paraísos/ para amarnos como hermanos!// Eres libro… el amigo/ más
perfecto e ilustrado/ … // Yo sé que tu alma alegra/ cuando me extasío en tus
hojas/ y sientes profunda tristeza/ cuando abandono tus letras ¡//.
ACENDRADA PROCLIVIDAD POR LA TEMÁTICA ROMÁNTICA
La primera parte del
poemario: Vademécum de temas y referentes varios, de eminente cariz ecológico y
carismática recurrencia.
En la segunda parte, el amor
y el desamor fluyen evanescentes pero afincados en realidades dolorosas o
plenas, ya que es una realidad evidente lo que una canción enuncia: “QUIEN AMA
TENDRÁ QUE SUFRIR”
Un puñado de
poemas amorosos que reafirman la acendrada proclividad de JUAN ELMER por la
temática romántica. Ya nos advertía él, al colocar en la II PARTE: RUEGO,
el siguiente subtítulo: POESÍA EFERVESCENTE DE AMOR Y DESAMOR. abnegación
“RUEGO”, “DÉJAME SOLO”, “RECUÉRDAME”, “SI NO LA
QUIERES, … ¡OLVÍDALA!” … no son sino
otros tantos juramentos, promesas y afirmaciones de amor y desamor hechos
poemas, canciones o romanzas de sentimientos amatorios, encontrados o
destrozados por los azarosos vaivenes y escabrosos delirios, asombrosos
requiebros y elocubraciones del sentimiento humano, tan proclive a la tragedia
y la contradicción. No obstante que el ser humano, en aras del amor también
dispone de una gran capacidad de abnegación o altruísmo, ennoblecidos por la
grandeza de su entrega.
En “SI NO LA
QUIERES, … ¡OLVÍDALA!”, (“…deja su cadencia en paz/ y su mirada
infinita/ que su playa de música entre faros/ sea el poniente de su dicha! //
Ella es divina a otros ojos/ y lo tuyo… / solo es obsesión ¡ // … Porque ella
no merece tu caos de hombre/ ni el huracán de tu juego! // … Dile que
solo es un relámpago/ en tu listado de amores./ Déjala que escape de tu jaula a
otros cielos en libertad!”)
En “MI CARTA”,
absuelve toda la decepción y amargura del desencanto y dolor que causan la
traición y el desengaño, un amor frustrado.
“SOLA” y “DESPEDIDA”, residuos de un amor
sin sombra, versos que amainan el desánimo y
contraponen , también, los deslices de la bienamada.
“AMIGA”, es el tierno consejo o la precisa advertencia
para tomar distancia.
QUNTAESENCIA DE AMOR EN
VERSOS: AROMA AZUL DE POBLADOS ENCANTOS
Tanto la ama, que
la ve como una valquiria o un ángel. Elixir de amor, eso constituye “CANTA
MI LIRA”: (“Llegaste bella cual espíritu del cielo/ porque solo en el
cielo orlan ángeles buenos/ con aureolas de luciérnagas hermosas/ a darme del
amor azulado consuelo.// Te mostraste pura con fragancias divinas/ me sacaste
del marasmo en el cual vivía/ bebí sediento de tus ramas bendecidas/ me envolví
intenso en la dulzura de tus besos!// ¡Oh amada! ¡sol brillante! ¡dulce
primavera! / contigo deleita mi espíritu fulgente/ si me acaricias…las aves
también conciertan!// Tú eres lluvia que riega la tierra sedienta/ eres del
universo concierto canoro/ estrellita del alma…// …y para ti elevo este canto
de mi lira!”)
“YA NO QUIERO
ACORDARME”, enfoca todas
las instancias de un amor auténtico, el cual perdona todo y retorna siempre.
“DILE QUE NO
INSISTA”, refleja los
sentimientos encontrados que nacen ante una deslealtad. La indiferencia
interfiere en la buena marcha de un preludio amoroso.
“SI ME FALTARA
TU CARIÑO”, remarca la
noble intencionalidad de un sentimiento amoroso
(“Eres prodigio del camino/ … / resplandor del cielo/ Idilio donde
duerme/ la fragancia de mi cariño”)
“¿SE AMA SOLO
UNA VEZ?”, toda una
réplica que corrobora la relatividad del sentimiento amoroso, sobre todo cuando
no hay correspondencia o surge la
deslealtad.
“LEVANTO MI
COPA Y DIGO ¡TE QUIERO!”, de un romancero, destacados cuartetos que aquilatan a uno de los
sentimientos más nobles del ser humano.
“VUELVE TE
ESTOY ESPERANDO”, plegaria
de amor, ahíta de esperanza y fe.
CUAL SUSPIRO DE ORQUÍDEAS
TRANSPARENTES/ SE INCENDIA EL UNIVERSO
“TÚ DICES QUE
ME AMAS”: Reverbera con
fuerza la emoción poética al leer este singular poema ( “Tú dices que me
amas. Y es verdad/ Con tus manos llenas de seda/ ¡La música de mi alma!/ Yo
expreso amarte ciegamente./ Y con mis besos siembro en tus labios/¡ un jardín
de mariposas!// Yo soy el sol que esconde tu refugio/ y contempla tu mirar/
cada mañana./ Tú eres mi luna esplendorosa/ alameda de ensueños…/ ¡que baña mis
pestañas!// Tu cuerpo de mozuela seductora/ ¡cómo vibra en la floresta/ de mis
brazos!/ Y mis ojos luciérnagas del bosque/ ¡cómo extasían en tus muslos/
acordes melodiosos!// Yo cabalgo por el prado de tu cuerpo/ Tan ágil…tan cisne/ ¡como viento de
senderos!/ Tú recorres…/ mis colinas de rubores/ ¡cual suspiro de orquídeas
transparentes!/ … / ¡Y se incendia el universo!” )
CUAJADOS DE ARDOR Y VOLUPTUOSIDAD,
SUTIL LASCIVIA
“SOLO UNA
NOCHE”, iluminado por una
sutil lascivia, poema en prosa, de unos versos cuajados de ardor y
voluptuosidad, resumiendo con un erotismo transparente, lo que constituye una
angustiosa crónica, de un arrebato amoroso, efímero por un lado y lacerante al
mismo tiempo ( “… Estabas linda ardiendo en deseos. Arriba el cielo cuajado
de estrellas y un suave aire acariciando nuestras pieles.// Cómo recuerdo tus
ojos de canela cantando como paloma arrulladora. Y tus cabellos finos suspirando
aromas entre fragancias de seda.//… / Era noche de luna y de estrellas. No fue
mullida cama pero sí incendio de placer. ¡Ahí tome el incendio de tu pureza y
tú te quedaste con la flor de mi pasión.// Qué acogedora y tierna te ponías. La
noche azulada reptaba nuestros pechos. Éramos tropel de blancas ilusiones/ el
fuego ardía devorando nuestro lecho!/ … “ )
“LOS DOS
JURAMOS AMARNOS”, ley de
la vida es, que todo tiene su final.
“EL OLVIDO”: Envuelto en volutas reflexivas, despechado
por un afiebrado desamor, cae el amante en una oscura y tenebrosa depresión.
CODA
Este atractivo
poemario posee dos temáticas bien definidas, la ecológica y la romántica, que
fácilmente darían para dos libros. El autor, adrede, los ha juntado y lo
explica en el título CREPÚSCULO.
El título nos
da la pauta de lo que se
ha propuesto el autor: Desenmascarar y denunciar, en el fondo a los malos
dirigentes de la geopolítica en el mundo. La Humanidad y el Planeta han llegado
a un punto de quiebre si no hay un real e
integral reajuste de costumbres y metas. La avaricia desaforada del
hombre y su afán de poder , a nivel mundial, son totalmente indiferentes con lo
que está pasando con el cambio climático, crece la pobreza y el hambre
invade inclemente
los Continentes más desfavorecidos y desventurados por la mano, el exceso y la
explotación de manos ajenas.
Con sus poemas,
JUAN ELMER CAICEDO NIQUÉN está amonestando a los culpables y de paso nos
recuerda que la flora y el reino animal, la flora y la fauna, son y han sido compañeros
de viaje del hombre. Y hay que defenderlos de la depredación y extinción
subsiguiente , sencillamente porque si desaparecen ellos, también seguirá el
mismo camino la humanidad.
Y el amor
humano…también tiene sus desplomes y misterios. Si las relaciones humanas, sean
de cualesquier índole, no se afirman en valores y principios fundamentales …
sencillamente se desvanecerán los sueños de felicidad.
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